Cautivado por las conchas
Francisco Jos¨¦ Hoyos M¨¦ndez, de 36 a?os, empleado de banca, se ha pasado cuatro lustros agachado en las playas de medio mundo, recogiendo conchas de moluscos. Un santanderino, afincado en Huelva desde 1996, que ha conseguido reunir en una sorprendente colecci¨®n m¨¢s de 6.000 conchas de las familias m¨¢s diversas de bivalvos. Ahora, expone, hasta el pr¨®ximo 10 de diciembre, unos 1.500 ejemplares en la Casa de Cultura de Almonte (Huelva).Hoyos reconoce que siente pasi¨®n por la malacolog¨ªa, la ciencia que estudia los moluscos, y que le atrae desde su infancia "ese mundo desconocido". "Me gustan las conchas por sus dibujos y ornamentos dif¨ªciles de imaginar, con tama?os, formas y colores muy diferentes entre ellas", explica.
Este coleccionista comenz¨® su particular investigaci¨®n hace 20 a?os en la Playa del Sardinero, en Santander, pero ha recogido conchas en los puntos m¨¢s dispares del planeta, como Australia, Filipinas, Brasil y Cuba, entre otros pa¨ªses. Su colecci¨®n alberga ejemplares de todos los tama?os y colores, desde la espectacular Tridacna gigas, un bivalvo de m¨¢s de 50 kilos y un metro de longitud, hasta la peque?a Tricolia pullus, de poco m¨¢s de un mil¨ªmetro y menos de un gramo de peso.
Hoyos asegura que su curiosa afici¨®n le viene desde los 16 a?os: "Un amigo de la escuela ten¨ªa una peque?a colecci¨®n de conchas en su casa, que guardaba en una vitrina de cristal. Aquello me cautiv¨® tanto que comenc¨¦ a crear la m¨ªa propia, aunque fue en a?os posteriores cuando empec¨¦ a coleccionarlas de una forma m¨¢s seria, con documentaci¨®n".
La formidable colecci¨®n no es f¨¢cil de guardar: "Durante todo este tiempo he metido lo que he encontrado en cajas, que he almacenado en mi casa gracias a la paciencia de mi familia", asegura sonriendo. Hoyos explica que utiliza criterios muy particulares para seleccionar las conchas que guarda: "No me vale cualquiera. En primer lugar me fijo en que est¨¦ en buen estado y que no sea excesivamente com¨²n, porque no se puede cambiar. Despu¨¦s, trat¨® de investigar sobre las variedades m¨¢s extra?as, las menos habituales".
Existen 90.000 especies distintas de bivalvos con concha, sin contar las subespecies, y unas 30.000 sin esqueleto calc¨¢reo. Este coleccionista ha conseguido reunir m¨¢s de 3.000 especies. El p¨²blico que visita la exposici¨®n se siente atra¨ªdo, sobre todo, por el volumen de las conchas: "Se fijan en un ejemplar de almeja gigante que pesa unos 48 kilos, que encontr¨¦ en la gran barrera de coral del norte de Australia. La gente se acerca tambi¨¦n a las conchas de formas extra?as y con colores vivos, que no suelen ser las m¨¢s dif¨ªciles de encontrar". Hoyos expone en Almonte, pero quiere dejar claro que se trata de una "colecci¨®n privada", que no es itinerante.
A Hoyos Jos¨¦ no le importar¨ªa que sus conchas se mostraran de manera permanente en un museo oceanogr¨¢fico o mar¨ªtimo. "No es f¨¢cil mover la colecci¨®n y resulta bastante complicado montarla. Por eso, lo ideal ser¨ªa presentarla en una instalaci¨®n fija, ya que servir¨ªa para ofrecer a la gente una visi¨®n clara de lo que esconde el mundo marino. Algo que me parece apasionante", se?ala.
Pero Hoyos es un estudioso del mar que no s¨®lo se interesa por los bivalvos para coleccionarlos. "Tambi¨¦n me gusta un buen plato de coquinas o una raci¨®n de ca?a¨ªllas", concluye con una sonrisa.
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