Woyzeck en Shepherd's Bush
- 1. Les presento a Joe Penhall. Empiezo donde acab¨¦ la semana pasada. ?ltimo parrafo: "Otro puntazo: Blau/Taronja, de Joe Penhall, uno de los grandes ¨¦xitos del National Theatre de esta temporada, que Teatreneu acaba de presentar en su premi¨¨re mundial fuera del Reino Unido, antes de su salto al West End y a Broadway. Formidable texto, muy bien dirigido por Jes¨²s D¨ªez en su mejor trabajo hasta la fecha; no se la pierdan". S¨ª, se?ores: lo que no est¨¢ haciendo nuestro Nacional, ni nuestro Lliure, ni nuestro Mercat acaba de hacerlo la sala de la calle de Terol, en la rep¨²blica independiente de Gr¨¤cia: un estreno continental absoluto, para el que Joe Penhall, imagino que sorprendid¨ªsimo, se desplaz¨® a Barcelona har¨¢ un par de semanas. ?Qui¨¦n es Joe Penhall? Les cuento. El pasado mes de abril, cuando Blue/Orange se estren¨® en el National, Brian Logan escrib¨ªa: "De toda la incendiaria generaci¨®n de dramaturgos del Royal Court que ha rejuvenecido el teatro brit¨¢nico desde mitad de los noventa -Sarah Kane, Mark Ravenhill, Martin McDonagh, Jez Butterworth, Conor McPherson-, Joe Penhall parec¨ªa el menos llamado al ¨¦xito". Penhall, de 32 a?os, cronista de sucesos del Hammersmith Guardian, debut¨® en el 94, en el Court, con Some voices, una obra sobre lo que parece ser su tema recurrente: la esquizofrenia. A diferencia de Blasted, de la difunta Sarah Kane, o Shopping and fucking, de Mark Ravenhill, Some voices no escandaliz¨®, no ocup¨® las primeras p¨¢ginas de los tabloides. ?Por qu¨¦? Quiz¨¢ porque, como dice el doctor Robert Smith, uno de los tres protagonistas de Blue/Orange, "schizophrenia is the worst pariah". Es la peor de las pestes, dice el l¨²cido doctor Smith. "A la gent els espanta. Els deprimeix. No es pot tractar amb drogues modernes, com el Prozac o la Viagra. No se'n parla a les not¨ªcies. No t¨¦ curaci¨®. No ¨¦s com l'hero?na o l'¨¨xtasi. No ¨¦s el refugi de les estrelles del rock i les top models. El crim organitzat t¨¦ millor premsa".En 1995, Penhall volvi¨® al Court con una nueva obra, Pale horse, que no conozco, y una primera ayuda del NT Studio, del que acabar¨ªa siendo escritor residente. En el 97 estrena Love and understanding, en el Bush Theatre, sobre las intrigas y luchas por el poder en un centro m¨¦dico, otro de los temas que se repetir¨¢n en Blue/Orange. Sam Mendes vio esa obra y le encarg¨® otra para la Donmar Warehouse: The bullet, presentada en el 98, sobre el tema de la inseguridad laboral. Michael Billington, el cr¨ªtico del Guardian, escribi¨® entonces que Penhall era "the most warm-hearted writer of his generation", o, dicho de otra manera, el dramaturgo menos c¨ªnico, menos amargo de su quinta, con una ins¨®lita "comprensi¨®n" hacia sus personajes. El ¨¦xito de The bullet en la Donmar hizo que el National le abriera las puertas del Cottesloe con Blue/Orange, el mayor ¨¦xito de un joven autor en el NT desde Dealer's choice (1995), el debut de Patrick Marber. Blue/Orange se estren¨®, pues, el pasado mes de abril, con Bill Nighy (doctor Robert), Chiwetel Elijiofor (Christopher) y Andrew Lincoln (doctor Bruce), y se convirti¨® en uno de los grandes ¨¦xitos de la temporada, con una ocupaci¨®n del cien por cien. En mayo del a?o pr¨®ximo pasar¨¢ al West End y saltar¨¢ a Broadway. Ahora mismito, como dec¨ªa al principio, tienen la oportunidad, el lujazo, de verla en Teatreneu.
- 2. La otra cara de Notting Hill. De Roger Michell, el director de Blue/Orange en el Cottesloe, hab¨ªa visto, har¨¢ tres o cuatro a?os, la puesta en escena de My night with Reg y un extraordinario The homecoming, de Pinter, en el Olivier, con Lindsay Duncan. Sin embargo, Michell es m¨¢s popular como director de cine, sobre todo por Notting Hill, la peli de Julia Roberts y Hugh Grant. Se?alo esto porque Blue/Orange es, de alg¨²n modo (ya lo era Some voices, tambi¨¦n llevada al cine por el propio Penhall), la otra cara de la luna de Notting Hill. Christopher, el paria negro y esquizofr¨¦nico que centra la obra de Joe Penhall, vive, malvive, en Shepherd's Bush, uno de los barrios m¨¢s duros de Londres y con un mayor porcentaje de poblaci¨®n negra. Shepherd's Bush limita al norte con Wormwood Scrubs, al sur con Hammersmith, al oeste con Ealing y al este con Notting Hill. El sol, digamos, sale por Notting Hill y se oculta por Shepherd's. (He encontrado un dato curiosamente simb¨®lico: el eclipse del 11 de agosto del 99 ocult¨® el sol en Shepherd's Bush un 97%, much¨ªsimo m¨¢s que en cualquier otro barrio de Londres).
Notting Hill es la imagen del carnaval, de la negritud pintoresca. Shepherd's es el gueto puro y duro. Har¨¢ un siglo, nos cuenta Iain Sinclair en Lights out for the territory (uno de los mejores libros sobre Londres: Granta, 1997), nadie se aventuraba de noche por Shepherd's sin pistola, y me temo que las cosas no han cambiado mucho: la violencia callejera y los raids de los skinheads siguen, tristemente, a la orden del d¨ªa. Penhall conoce muy bien esa realidad de su ¨¦poca de cronista de sucesos y por su trabajo con esquizofr¨¦nicos negros, "en una proporci¨®n 12 veces superior a la de la poblaci¨®n blanca". Christopher, el esquizofr¨¦nico de Blue/Orange, es la versi¨®n negra y contempor¨¢nea del Woyzeck de B¨¹chner: un inocente enloquecido, visionario, convertido en cobaya de la ciencia.
- 3. 'Three-hander'. Blau/Taronja, que ha llegado a Teatreneu presentada por la Compa?¨ªa Escena Alternativa y en traducci¨®n de Roger Pe?a Carulla, es lo que en el argot del teatro anglosaj¨®n se llama un three-hander, una confrontaci¨®n entre tres personajes o, dicho de otra forma, un regalo para tres actores. En la cartelera de Londres han coincidido esta temporada -adem¨¢s de Art, por supuesto- otros three-handers de ¨¦xito, como Copenhaguen, de Michael Frayn (ya en su segundo a?o), y My zinc bed, de David Hare, dos textos espl¨¦ndidos de dos autores consagrados. Y lo primero que llama la atenci¨®n de Blau/Taronja es, pese a que su autor ya lleva varios textos a las espaldas, la madurez de su estructura, el gancho de sus di¨¢logos y, sobre todo, el magistral equilibrio entre el tono de comedia, comedia negra, y lo terrible de la historia que nos cuenta. Y el debate ¨¦tico que suscita. Los temas de Blau/Taronja son el racismo institucional, los enigmas de la identidad, la fr¨¢gil frontera entre cordura y locura, y los l¨ªmites de la ¨¦tica m¨¦dica. La acci¨®n transcurre en un consultorio psiqui¨¢trico del National Health Service, el seguro brit¨¢nico. Hay tres sillas, una m¨¢quina de agua y una mesita; en la mesita, un bol con naranjas. Christopher (Babou Cham), el Woyzeck de Shepherd's Bush, ha sido detenido por masturbarse con una naranja en el mercado del barrio. Han pasado los 28 d¨ªas de internamiento preceptivo y dos m¨¦dicos, el joven doctor Bruce (Ivan Campillo), y su tutor, el doctor Smith (Josep Costa), miembro del comit¨¦ rector del hospital, debaten el futuro del paciente. ?Christopher ha de "reintegrarse" a la comunidad, como postula Smith, o debe ser internado como esquizofr¨¦nico, como defiende Bruce? Y todav¨ªa m¨¢s: ?Christopher es un esquizofr¨¦nico o un simple psic¨®tico? Para Christopher, que afirma ser el hijo secreto de Idi Amin Dada, las naranjas del bol son azules, como en aquel episodio de Tint¨ªn, como en aquel poema de Eluard ( "la terre est bleue comme une orange"). Pero Christopher no ha le¨ªdo en su vida Tint¨ªn ni a Eluard: apenas sabe leer.
Lo m¨¢s estimulante de Blau/Taronja es que, a la manera de Mamet (Oleanna ser¨ªa el referente m¨¢s directo), Joe Penhall hace que nuestras simpat¨ªas por los personajes cambien a cada momento, a cada giro de la situaci¨®n, a cada nueva argumentaci¨®n. As¨ª, percibimos poco a poco nuevas facetas, lados oscuros (vanidad, fanatismo) de los personajes, y una certidumbre: los dos m¨¦dicos est¨¢n utilizando a Christopher como un pelda?o en sus respectivas carreras. Jugando siempre a contrapi¨¦ con las expectativas (o los clich¨¦s mentales) del p¨²blico, Penhall hace que el discurso progresista corra a cargo del maduro e instalado doctor Smith, m¨¢s cercano a las teor¨ªas antipsiqui¨¢tricas de Laing. Para ¨¦l, las paranoias de Christopher son reales: es un "negro de mierda" en un mundo blanco y violento, que, por otro lado, va a servirle para ilustrar las teor¨ªas etnoc¨¦ntricas de su nuevo libro. Y bajo su capa de idealismo, el joven Bruce es un fan¨¢tico que quiere conseguir un brillante expediente profesional a costa del internamiento de Christopher. El problema es que los dos tienen raz¨®n, o razones, y los dos son unos redomados hijos de perra: En la segunda parte de la obra (la m¨¢s mametiana), el modo en que Smith, heraldo de la correcci¨®n pol¨ªtica, les da la vuelta a todos los argumentos de Bruce a partir del testimonio de Christopher es dram¨¢ticamente apasionante y convierte Blau/Taronja en algo parecido a un thriller psiqui¨¢trico. Al final no hay respuestas. Hay un ritmo viv¨ªsimo, sostenido por Jes¨²s D¨ªez en su mejor trabajo como director, y un notable trabajo interpretativo: Josep Costa nunca ha estado mejor; Ivan Campillo se pierde un poco en su exasperaci¨®n final, pero no deja caer ni una pelota (o ni una naranja), y Babou Cham expresa todo el dolor -y el misterio- de su personaje.
P. D. Al cierre de este cuaderno, me llega la noticia de que Blue/Orange se acaba de llevar el premio del London Evening Standard a la mejor obra brit¨¢nica de la temporada, y Chiwetel Elijiofor, el Christopher del National, el premio al mejor actor revelaci¨®n.
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