'Mutations' recoge la desorientaci¨®n de los expertos ante los cambios de las ciudades Jean Nouvel afirma en la exposici¨®n de Burdeos que los arquitectos no saben qu¨¦ hacer
Mutations es el nombre gen¨¦rico dado a una exposici¨®n de Burdeos que re¨²ne la reflexi¨®n de arquitectos, fot¨®grafos, artistas y fil¨®sofos sobre la acelerada evoluci¨®n de la ciudad. El conjunto de contribuciones expresa la desorientaci¨®n de todos los especialistas convocados. "La exposici¨®n, que ser¨ªa mejor calificar de encuesta o investigaci¨®n", dice Rem Koolhaas, el holand¨¦s ganador del Premio Pritzker 2000, "deja bien claro que hoy lo urbano est¨¢ en todas partes, lo ocupa todo, y que tienen el mismo valor las miradas del urbanista o la de un soci¨®logo".
Para el arquitecto franc¨¦s Jean Nouvel, responsable de la fant¨¢stica escenograf¨ªa de Mutations, lo evidente es que "¨¦sta es una exposici¨®n-s¨ªntoma". "Los arquitectos comienzan a admitir que no saben qu¨¦ hacer y que, antes de proponer, hace falta comprender d¨®nde estamos, salir de la alucinaci¨®n que nos produce la extraordinaria velocidad de los cambios que vivimos".Algunos de los datos que manejan los especialistas alucinados son los siguientes: si en 1900 s¨®lo el 10% de la poblaci¨®n mundial viv¨ªa en ciudades, en el 2000 el porcentaje alcanza el 50% y en el 2025 habr¨¢ 5.000 millones de personas que vivan en urbes, el 75% de las cuales en pa¨ªses pobres. De las 33 megal¨®polis previstas para el a?o 2015, 27 estar¨¢n en pa¨ªses pobres y s¨®lo una -Tokio- de entre las diez m¨¢s pobladas en un pa¨ªs rico.
Hay casos especialmente angustiosos, como el de Bombay, cuya poblaci¨®n se ha multiplicado por cuatro en el transcurso de los ¨²ltimos 30 a?os. La mitad de sus habitantes vive en barracas y 700.000 no tienen ni tan solo un miserable techo de lat¨®n bajo el que cobijarse, situaci¨®n que comparten con 100 millones de personas en todo el mundo.
"Lo que quedar¨¢ del siglo XX es su formidable aceleraci¨®n", expone Nouvel. "Se ha construido deprisa, demasiado deprisa, sin un plan rector. Se han hecho cosas tan imperfectas, tan salvajes, tan inc¨®modas para vivir que, si se es un poco optimista, hay que pensar que el siglo XXI nos aportar¨¢ un poquito m¨¢s de urbanidad. Las ciudades de nueva planta han resultado ideol¨®gicas, totalitarias, aunque eso no impide que en su interior haya obras maestras".
A Rem Koolhaas se le antoja parad¨®jico que le reprochen el que no formule propuestas o soluciones porque "hasta hace muy poco a los arquitectos nos trataban de dictadores que pretend¨ªan organizar la vida de todo el mundo y ahora lo que se nos critica es nuestro silencio. Lo ¨²nico que puedo decir es que, para poder renacer, antes hay que morir".
En Mutations se constata una vez m¨¢s el actual predominio de la econom¨ªa sobre el resto de las preocupaciones humanas. Para Koolhaas "el shopping, el ir de compras, es la principal actividad social de los hombres, el ¨²nico paraguas que nos cobija a todos". De ah¨ª que la exposici¨®n consagre como las dos principales contribuciones a la arquitectura contempor¨¢nea la escalera mec¨¢nica y el aire acondicionado.
Seg¨²n Koolhaas, estos elementos, unidos a los prefabricados de yeso, han permitido crear los centros comerciales, acabar con los problemas de espacio, anular la idea de diferenciar el interior del exterior -desaparici¨®n de las ventanas, jardines interiores-, construir espacios inacabables con calles que no llevan a ning¨²n sitio. "Nuestra preocupaci¨®n por las personas ha convertido en invisible la arquitectura", y afirma que "en el siglo XX la arquitectura ha desaparecido, llevamos tiempo examinando con lupa algo que s¨®lo es una nota a pie de p¨¢gina".
Para probar que no exagera, que su pesimismo radical contra la mundializaci¨®n est¨¢ fundado, la exposici¨®n no s¨®lo se centra en el paisaje americano -impresionantes fotos a¨¦reas de Alex Mac Lean- y sus gigantescas transformaciones en funci¨®n de los flujos de dinero, sino tambi¨¦n en Lagos y Shenzhen. En el delta chino "la corrupci¨®n juega un papel casi de planificaci¨®n", tal y como pod¨ªa esperarse de un lugar que "produce cada a?o 500 kil¨®metros de sustancia urbana" y en el que "los arquitectos explotan la repetici¨®n espacial y la producci¨®n de un repertorio de formas que hace posible trabajar a una velocidad demoniaca".
Babelia
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