Un saco de canastas

Dusko Ivanovic fue un jugador con esp¨ªritu atacante, un tirador. Como persona, es, sigue siendo, accesible y juicioso. Pero ahora, cuando se coloca la careta de entrenador, es decir, casi siempre, es insaciable, inconformista, feroz. Su personalidad profesional se la est¨¢ transmitiendo a sus jugadores y ha hecho del Tau un equipo voraz. Lleva el perfeccionismo al extremo.Los resultados saltan a la vista: el Baskonia ha ganado sus ¨²ltimos seis partidos: cuatro de la competici¨®n espa?ola y dos de la Euroliga. Y la temporada s¨®lo ha empezado.

El Proaguas Costablanca fue ayer la ¨²ltima v¨ªctima de la impiedad de Ivanovic y los suyos. Se llev¨® para Alicante "un saco de canastas", como reconoci¨® tras el partido su entrenador, Andreu Casadevall. Cincuenta y un puntos de diferencia llenan un saco realmente grande e inusual en la Liga ACB. Hay que remontarse a 1988 para encontrar una paliza similar del Tau. No es buena tama?a desigualdad.

El partido se destroz¨® en los dos primeros tiempos, antes del descanso, al que se lleg¨® con cifras de esc¨¢ndalo: 67-24. Pese a la frialdad del p¨²blico, asombrado de tal desproporci¨®n, el Baskonia jug¨® como una m¨¢quina, con una impresionante defensa, un acierto desorbitado (8 de 10 en triples en s¨®lo 20 minutos y 11 de 16 al t¨¦rmino del choque) y un juego en el que todos los eslabones aportaban algo. Es dif¨ªcil entender c¨®mo en s¨®lo mes y medio de competici¨®n un equipo casi nuevo puede jugar ya de memoria. As¨ª lo hizo el Tau. En el ataque, sus jugadores no necesitan correr m¨¢s de lo preciso. Es el bal¨®n el que acaba mareado, y los defensas. El mayor m¨¦rito radica en la defensa. Ivanovic ha impuesto un r¨¦gimen castrense cuyos frutos ya se ven.