La escena de la violaci¨®n de un proxeneta causa protestas en el Liceo

Se preve¨ªa pol¨¦mica y pol¨¦mica hubo en el montaje de la ¨®pera de Verdi Un ballo in maschera con la que anoche debut¨® el director de escena Calixto Bieito en el teatro del Liceo de Barcelona. El espl¨¦ndido montaje, que acab¨® con bravos del p¨²blico entre alg¨²n conato de protesta cuando Bieito sali¨® a saludar, caus¨® las iras de un sector de los espectadores cuando, en la mitad del segundo acto, se produce una violaci¨®n y posterior asesinato de un proxeneta por un grupo de militares. Las protestas intentaron ser acalladas por espectadores que aplaud¨ªan, pero diversas personas exigieron el libro de reclamaciones en el entreacto.

"Marrano, marrano", gritaron un grupo de espectadores, la mayor¨ªa hombres de edad avanzada, cuando al inicio de la escena del campo de la muerte, en la mitad de segundo acto, un grupo de cuatro militares persiguen, pegan, violan y finalmente matan a un proxeneta. Cost¨® acallar las protestas mientras la m¨²sica segu¨ªa sonando y la acci¨®n se desarrollaba. Una parte de p¨²blico aplaudi¨® para contrarrestar los gritos de los disconformes. S¨®lo la aparici¨®n en escena de la soprano protagonista, la alicantina Ana Mar¨ªa S¨¢nchez, consigui¨® calmar los ¨¢nimos. Al final del acto, y en la ¨²nica pausa prevista en la representaci¨®n un espectador, muy alterado se dirigi¨® al mostrador del guardarrop¨ªa pidiendo airado el libro de reclamaciones y la presencia inmediata del director general del Liceo, Josep Caminal. "Esto es el Liceo, un templo de la ¨®pera y no una cloaca. Es indigno. ?D¨®nde creen que est¨¢n?", gritaba el hombre mientras llenaba la hoja de reclamanciones y llamaba "sinverg¨¹enza" a Calixto Bieito.

El inicio de la ¨®pera, con una espectacular escena de hombres sentados cada uno en una taza de v¨¢ter leyendo un diario provoc¨® no pocas sonrisas y cuchicheos entre el p¨²blico. Pero la escena de la violaci¨®n, precedida por una escena de car¨¢cter inici¨¢tico entre un hombre y una mujer desnudos que se tocaban, soliviant¨® los ¨¢nimos de un sector del p¨²blico alimentados desde hac¨ªa semanas por los rumores que desde el propio teatro se hab¨ªan filtrado sobre determinadas escenas de sexo expl¨ªcito que mostraba el montaje.

Las protestas no hicieron acto de aparici¨®n, sin embargo, cuando al inicio del tercer acto, el bar¨ªtono Lado Ataneli, que encarna al personaje de Renato, un militar que herido en su honor tras descubrir un encuentro entre su esposa y el rey Gustavo, protagonista de la obra, la maltrata f¨ªsicamente y tras cargar su pistola la empu?a y apunta a la sien de la mujer en una escena de extrema violencia.

Pese a la pol¨¦mica, el debut de Calixto Bieito se sald¨® con el aplauso mayoritario del p¨²blico, s¨®lo roto por los abucheos de un sector cuando el director de escena sali¨® a saludar acompa?ado de todo su equipo. Bieito, que repetidamente ha declarado que no le gusta causar pol¨¦mica, apenas permaneci¨® unos segundos en escena y se retir¨® tras lanzar un beso con las dos manos hacia el p¨²blico.

El montaje, que alcanza momentos de gran impacto y belleza visual, es una coproducci¨®n del Liceo con la ?pera Real de Dinamarca y la English National Opera de Londres, en la que Calixto Bieito ambienta la ¨®pera de Verdi en la d¨¦cada de los setenta y se inspira en la transici¨®n espa?ola.