Sin rumiarlo
Esta vez, los ministros de Agricultura de la UE han obrado de forma expeditiva al aprobar medidas radicales que hab¨ªan rechazado hace s¨®lo dos semanas contra el llamado mal de las vacas locas. Extremando las precauciones ante la alarma generada, decidieron ayer aceptar la propuesta de la Comisi¨®n Europea de prohibir el uso de harinas animales -exceptuadas las de pescado- a partir del 1? de enero, y al menos durante seis meses, para alimentar no s¨®lo al ganado bovino, sino a pollos, cerdos y peces. Sensatamente se ha adoptado una soluci¨®n europea a un problema europeo, que se ha cobrado ya 80 muertos en el Reino Unido y dos en Francia. Pero Europa no acaba en la UE. Ayer mismo hubo una se?al de alarma con un caso dudoso detectado en Rusia. Es de esperar que el resto de los pa¨ªses del Viejo Continente adopten medidas similares, que, dado su alto coste, exigir¨ªan ayudas de la UE. Afortunadamente, los Quince tambi¨¦n han prohibido todo comercio de estas harinas para evitar justamente la diseminaci¨®n del mal fuera de sus fronteras. Ahora hay que exigir a la UE y a los Gobiernos de los Estados miembros que procedan r¨¢pidamente a la destrucci¨®n de los productos prohibidos con el menor da?o posible para el medio ambiente. Para ello habr¨¢ que crear la infraestructura adecuada, ya que las incineradoras existentes no alcanzan para una operaci¨®n de esta envergadura.
La decisi¨®n comunitaria sobre las harinas fue tomada con el voto en contra de Alemania, que considera insuficiente la medida, y de Finlandia, que las estima in¨²tiles y demasiado costosas.
El presupuesto de la UE permite afrontar el bill¨®n de pesetas anuales -la cifra crece d¨ªa a d¨ªa- que supondr¨¢n durante un trienio estas medidas, junto con la decisi¨®n pol¨ªtica de prohibir a partir de enero pr¨®ximo la comercializaci¨®n de la carne de toda res de m¨¢s de 30 meses que no haya superado la prueba de detecci¨®n de la encefalopat¨ªa espongiforme bovina (EEB). S¨®lo as¨ª se recuperar¨¢ la confianza de los consumidores en unos mercados que se han parcelado con medidas unilaterales de protecci¨®n, como el embargo espa?ol a la importaci¨®n de carne francesa. Si desde un principio los intereses de la salud de los ciudadanos hubieran prevalecido sobre los de los productores de ganado, todos habr¨ªamos salido ganando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Pol¨ªtica ganadera
- Opini¨®n
- Consejo UE
- Piensos
- Legislaci¨®n sanitaria
- Prevenci¨®n enfermedades
- Consejo Agricultura
- Vacas locas
- Nutrici¨®n animal
- Uni¨®n Europea
- Pol¨ªtica sanitaria
- Enfermedades ganado
- Gobierno
- Ganader¨ªa
- Organizaciones internacionales
- Administraci¨®n Estado
- Medicina
- Sanidad
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Agroalimentaci¨®n
- Salud