La Llave del Cante

El Diccionario Enciclop¨¦dico del Flamenco dice: "La Llave de Oro del Cante se ha otorgado tres veces a lo largo de la historia del flamenco...".La primera a principios de los a?os sesenta del siglo XIX. La concesi¨®n a El Nitri no deja de ser un suceso puramente anecd¨®tico. Las razones del segundo otorgamiento fueron puramente comerciales. Tuvo lugar en el Teatro Pav¨®n de Madrid, en 1926, y fue un montaje homenaje de desagravio a Manuel Vallejo por la p¨¦rdida del concurso Copa Pav¨®n, ganado por Manuel Centeno, inferior en calidad art¨ªstica y en cartel a Vallejo. Si lo del concurso es dif¨ªcil de tragar, la consiguiente entrega de la llave por manos de Manuel Torre resulta ya imposible de asimilar. Sigue el Diccionario y nos dice: "El otorgamiento del trofeo por segunda vez carece de aut¨¦ntica entidad valorativa". Siempre tiene en cuenta las circunstancias.

En la tercera concesi¨®n hubo hasta jurado que otorg¨® el trofeo a Antonio Mairena. Tampoco faltaron las circunstancias, que se pusieron en contra esta vez de A. Gonz¨¢lez Climent y, en especial, del gran perjudicado: Antonio Fern¨¢ndez D¨ªaz Fosforito.

Fernando el de Triana resalt¨® la importancia de la figura de Chac¨®n, pero cuando hablaba de Manuel Torre dec¨ªa que era el que m¨¢s ga?afones le tiraba a uno al alma.

Blas Vega dec¨ªa que a partir de Manuel Torre casi todos cantaron sus seguiriyas, porque eran m¨¢s f¨¢ciles de interpretar. Y Luis Melgar nos dec¨ªa que Torre pas¨® la l¨ªnea de su personalidad humana y se evaporiz¨® dentro de la m¨ªtica flamenca, a?adiendo que a Torre le correspondi¨® la magia y la leyenda (premios es otra cosa).

Incomprendido en su tiempo, entre la ortodoxia y heterodoxia, es de imaginar que su esp¨ªritu se reencarnara en otra figura. Es un acto de justicia y de desagravio que la llave recaiga esta vez en alguien que forma ya parte de la leyenda del tiempo: Camar¨®n de la Isla.- Manuel Mal¨ªa Jim¨¦nez. Sanl¨²car de Barrameda.