Una nueva estrategia para combatir el ?bola
El virus ?bola ha matado a cerca de 200 personas en Uganda este a?o. El virus Marburg, primo del anterior, ha sacudido recientemente la República Democrática de Congo. La rápida progresión de estas infecciones mortales impide al organismo organizar sus defensas, y hasta la fecha no hay cura efectiva. Por ello son cruciales las estrategias preventivas. La noticia de que se ha obtenido una vacuna que protege de la infección a primates no humanos alimenta la esperanza de que pronto pueda haber algo parecido para los humanos.
Las vacunas para el virus ?bola han sido desarrolladas anteriormente en los roedores, pero aún no se había conseguido proteger a los primates de la infección. En cuanto al virus de Marburg, sí se ha generado una vacuna que protege a los primates, pero no al cien por cien, y aún no se ha probado en humanos. Además, parece no ser eficaz al aplicarse sobre el propio virus ?bola en los primates.La semana pasada, científicos del National Institute of Health de Bethesda, Maryland, describieron en Nature la primera vacuna que protege eficazmente a los macacos de la infección por ?bola.
Los cuatro animales vacunados sobrevivieron a una inyección de la cepa Mayinga 1976 del virus ?bola de Zaire, la variante más virulenta. Los animales vacunados generaron una eficaz respuesta inmunológica, eliminando el virus en menos de dos semanas. Se mantuvieron sanos hasta seis meses después de la inyección, mientras que los animales de control murieron entre los cuatro y siete días siguientes.
Esta vacuna debería proteger contra las tres cepas conocidas del ?bola que son capaces de infectar al ser humano, porque el ADN utilizado en la vacuna codifica una mezcla de proteínas de las tres cepas virales distintas. Pero hay controversia sobre la dosis de virus a la que sobrevivieron los animales vacunados, en comparación con las altas dosis a las que está expuesto el personal médico por su contacto con los pacientes de ?bola.
"Nuestros resultados demuestran que, con la estimulación adecuada, nuestro sistema inmunológico nos puede proteger frente a la infección del ?bola si se le da una oportunidad", afirmó Gary J. Nabel, que supervisó este estudio. "El proceso ha empezado a abordar los temas normativos y de fabricación para pasar a las pruebas clínicas".
Antes de eso es importante asegurarse de que la vacuna sirva como protección eficaz. Si, como alegan Nabel y sus colegas, los anticuerpos son los responsables de la protección, deberían ser capaces de proteger a los sujetos no vacunados, transfiriendo dichos anticuerpos de un sujeto vacunado a un animal limpio.
Nancy Sullivan, que desarrolló estos experimentos en el laboratorio de Nabels, afirma que pretenden "manipular el sistema inmunológico y efectuar distintos tipos de experimentos de transmisión para comprender la forma en que funciona la vacuna".
Pero Víktor Volchkov, que trabaja con el ?bola en la Universidad Claude Bernard de Lyón, Francia, advierte: "Las vacunas que protegen al cien por cien en ratones jamás funcionan en los primates; por eso, incluso si logra proteger a los monos, no es tan obvio que vaya a funcionar en humanos".
Algunas enfermedades como el sarampión que sólo se sufren una vez en la vida, porque nuestro sofisticado sistema de defensas tiene memoria: después de estar expuesto a un determinado patógeno, nuestro sistema de defensas produce y almacena las células de defensa oportunas. Estas células se activan rápidamente en cada exposición posterior al patógeno.
El principio de las vacunas es inyectar material procedente de un patógeno para provocar una respuesta inmunológica y grabar su recuerdo en el sistema de defensas. Hoy esta estrategia incluye tecnologías que abarcan desde la debilitación del patógeno -una idea con siglos de antigüedad-, hasta la manipulación genética del sistema inmunológico en sí.
Una manera de atenuar un patógeno es usar otro relacionado, pero menos peligroso, para engendrar respuesta frente al primero. Pero ahora se están utilizando las herramientas de la biología molecular para atenuar los patógenos, o para generar virus híbridos que combinen elementos de distintos virus para crear nuevas cepas.
Más recientemente se han utilizado moléculas patógenas modificadas in vitro en lugar de patógenos no activados. Los investigadores han estado trabajando directamente con el ADN que codifica estas proteínas. El ADN inyectado logra adentrarse en las células y hace que el anfitrión sintetice la proteína correspondiente. En otras palabras, la proteína se hace en vivo después de la inyección, en lugar de hacerse in vitro antes de la inyección.
?sta es la técnica empleada en la vacuna que se ensaya contra el ?bola. La ventaja es que el ADN se puede purificar de forma más fácil, barata y rápida que las proteínas. También se pueden modificar las plantas para expresar un gen de origen patógeno y la vacuna que se suministra a los pacientes.
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