Un doble con futuro

Fant¨¢stico. La pareja espa?ola jug¨® un partido impecable de principio a fin. El doble formado por ?lex Correjta y Joan Balcells se consolida tras el encuentro ofrecido ante una pareja de expertos como los australianos. Los espa?oles se emplearon con tanta determinaci¨®n que no obtuvieron respuesta de sus rivales pese a que el enfrentamiento se preve¨ªa muy dif¨ªcil y delicado para ellos. Su partido result¨® plet¨®rico desde todos los ¨¢ngulos, tanto a nivel de estrategia como de juego.

- La colocaci¨®n. El primer juego tuvo un efecto terap¨¦utico para los espa?oles y disuasorio para los australianos. La colocaci¨®n de Corretja y Balcells ante el servicio rival result¨® decisiva. Los espa?oles no dieron nunca un punto de referencia a los australianos, acostumbrados a volear sobre el cuerpo del contrario en la red. Ambos dieron profundidad a la pista, se colocaron en una posici¨®n m¨¢s retrasada y obligaron a los contrarios a jugar, a alargar los puntos, a cometer errores forzados. Bien colocados en el resto, Corretja y Balcells estuvieron muy firmes con el servicio en su poder y despu¨¦s cargaron las segundas jugadas sobre Sandon Stolle, el jugador contrario m¨¢s d¨¦bil, al que le cuesta sacarse la pelota de encima. Los espa?oles mantuvieron la colocaci¨®n, la concentraci¨®n y la determinaci¨®n en todos los puntos del partido.

- Control-resoluci¨®n. Tanto Corretja como Balcells jugaron a un nivel excelente. Balcells se mostr¨® inaccesible con el saque, no hizo concesiones en la red y, adem¨¢s, jug¨® muy bien desde el fondo, que es donde menos se defiende. La suya fue una actuaci¨®n completa. Corretja, mientras tanto, fue el jugador decisivo que se esperaba. Oblig¨® a los australianos a jugar y situ¨® a su compa?ero, Balcells, para que resolviera. El dominio que tuvo del partido fue definitivo, provocando dudas en los australianos, que fueron perdiendo la confianza, mir¨¢ndose de reojo, jugando a remolque. El doble de Corretja y Balcells comienza a sonarme a una pareja s¨®lida, digna de seguir la senda de otras, como la que form¨¦ con Gisbert o la compuesta por S¨¢nchez y Casal. Corretja controla el juego y Balcells lo remacha.