"Quiero que la ley sea la regla para todos los chilenos"
A un paso de llevar a Augusto Pinochet ante los tribunales, el magistrado se enfrenta a las presiones de los sectores m¨¢s reccionarios dela justicia chilena, que tratan de desacreditarlo.
"?Es usted cristiano? Rece por m¨ª". La conversaci¨®n con el magistrado llega a su fin. Nos despedimos a la entrada del Palacio de los Tribunales de Santiago y le deseo mucha suerte ante los dif¨ªciles d¨ªas que tiene por delante. La decisi¨®n de procesar a Augusto Pinochet ha dejado boquiabiertos a sus conciudadanos. Tras la sorpresa inicial, sobre el juez Juan Guzm¨¢n Tapia llueven los mayores elogios y las mayores cr¨ªticas de detractores y partidarios del dictador. El paso dado le ha convertido en el chileno m¨¢s universal. As¨ª resume el eje de su conducta como juez: "Quiero que la ley sea la regla para todos los hombres de Chile".Juan Guzm¨¢n Tapia ten¨ªa 34 a?os cuando el 11 de septiembre de 1973 el general Pinochet encabez¨® el golpe de Estado que derroc¨® al presidente constitucional Salvador Allende. En aquella ¨¦poca era un joven juez de la localidad de Panguipulli, en la regi¨®n de los lagos al sur de Chile.
"La vida de un juez siempre es dif¨ªcil. Cada decisi¨®n que debe adoptar es dif¨ªcil y todas las causas son importantes", dice, aunque admite que hay causas que rebasan la persona procesada y afectan a todo un pa¨ªs. Sin duda, el caso Pinochet es una de ellas. Esta semana, el pleno de la Corte Suprema, ha votado una censura por escrito contra el juez, que equivale a una sanci¨®n grave, la misma que se aplica en casos de prevaricaci¨®n, cohecho o corrupci¨®n. ?Qu¨¦ delito cometi¨® el juez Guzm¨¢n? Enviar una carta manuscrita a la presidenta del Consejo de Defensa del Estado (CDE), Clara Szczaranski, parte querellante en la causa contra Pinochet y sometida a una operaci¨®n de acoso por parte de la derecha pol¨ªtica y judicial. Guzm¨¢n expres¨® su respaldo a "alguien que lo est¨¢ pasando mal". "Soy un hombre honesto y en la que medida que siga siendo honesto no tendr¨ªa que perjudicarme", ha declarado el juez sobre la sanci¨®n.
Cuando acept¨® a tr¨¢mite la primera querella criminal contra el inculpado hace tres a?os, no imaginaba la magnitud de los delitos cometidos por el dictador que gobern¨® Chile con mano de hierro durante 17 a?os. La minuciosa investigaci¨®n que lleva a cabo le ha aportado pruebas m¨¢s que suficientes de la responsabilidad de Pinochet en cr¨ªmenes monstruosos, como los 57 homicidios y 18 secuestrados calificados perpetrados por la Caravana de la Muerte, que figuran en el auto de procesamiento. Reconoce que en el largo camino recorrido la realidad ha superado en muchos casos lo que pod¨ªa imaginar.
La Corte de Apelaciones de Santiago dar¨¢ a conocer ma?ana el fallo en primera instancia del recurso de amparo presentado por los abogados de Pinochet. El caso acabar¨¢ en la Corte Suprema, que emitir¨¢ el veredicto final sobre si el general, hoy sin inmunidad parlamentaria, tiene que ir al banquillo. El juez es consciente de las intensas presiones para evitar un juicio al dictador, y no descarta que su resoluci¨®n termine siendo anulada. Prefiere no hablar de ello, ya que sus superiores siguen con lupa cada uno de sus pasos.
En estas condiciones, Juan Guzm¨¢n dice no sentir miedo y tener la conciencia muy tranquila. ?Es un Quijote? "Tal vez sea un Quijote, por suerte hay Quijotes". Pero no es ning¨²n loco. Las motivaciones que le mueven "son estrictamente jur¨ªdicas". As¨ª explica las razones que le empujaron a firmar la orden del 1 de diciembre: "En primer lugar porque, seg¨²n mi criterio, se re¨²nen los requisitos, que son: que el inculpado haya prestado declaraci¨®n indagatoria, que est¨¦ comprobada la existencia del delito y que existan presunciones fundadas de su participaci¨®n como autor, c¨®mplice o encubridor en estos hechos punibles que se han acreditado. Estoy convencido de que se re¨²nen estos tres requisitos y por eso dict¨¦ y firm¨¦ la resoluci¨®n".
Y lo hizo sin avisar a nadie: "Seg¨²n el procedimiento que tenemos en Chile, el juez dicta las resoluciones judiciales y despu¨¦s se notifican a las partes. Y no se infringe el debido proceso, todo lo contrario. Es un sistema que denominamos mixto, que tiene visos del sistema inquisitivo y algunos visos del sistema acusativo. En la parte de instrucci¨®n, que nosotros llamamos sumarial, el juez tiene la facultad de adoptar las decisiones sin avisar a las partes". Asegura que "hab¨ªa fijado con bastante antelaci¨®n" el viernes 1 de diciembre como el d¨ªa para anunciar la decisi¨®n. "La resoluci¨®n tendr¨ªa menos publicidad y provocar¨ªa menos conmoci¨®n que si la dictaba un lunes. El fin de semana amortigu¨® los efectos de la decisi¨®n. Hubo otras situaciones coincidentes de p¨²blico conocimiento. Yo hab¨ªa recibido una petici¨®n de someter a proceso a Pinochet y en virtud de la petici¨®n y viendo que se reun¨ªan los antecedentes, opt¨¦ por dictar la resoluci¨®n ese d¨ªa". Aquel fin de semana todos los medios de comunicaci¨®n estuvieron m¨¢s pendientes de la Telet¨®n (un marat¨®n televisivo para recaudar fondos para los discapacitados) y de la investidura del presidente mexicano Vicente Fox, a la que asisti¨® el presidente Ricardo Lagos.
Contra viento y marea, ha llegado donde nadie cre¨ªa: colocar al ex dictador a un paso de los tribunales chilenos. Durante los 503 d¨ªas que Pinochet estuvo detenido en Londres, sus partidarios y el Gobierno del entonces presidente Eduardo Frei plantearon el caso como un ataque a la soberan¨ªa y reiteraron que deb¨ªa dirimirse ante la justicia chilena. Probablemente, ni unos ni otros imaginaron nunca al general sentado en el banquillo. No cayeron en la cuenta de que un juez que lleva tres a?os investigando las tropel¨ªas de la dictadura estaba dispuesto a ir hasta el final. Si le dejan. De repente, lo que antes se presentaba por los pinochetistas como un caso que compet¨ªa a los tribunales chilenos, ahora se ha convertido en "juicio pol¨ªtico".
Juan Guzm¨¢n se siente satisfecho por la decisi¨®n adoptada, y subraya que otros magistrados habr¨ªan hecho lo mismo en su situaci¨®n, aunque en Chile no hay muchos antecedentes. "Ha habido jueces que han dictado resoluciones muy conflictivas en momentos hist¨®ricos m¨¢s dif¨ªciles que ¨¦ste. No quiero tener la calidad de un juez especial y ¨²nico. Ha habido muchos jueces extraordinariamente apegados a derecho y con mucha independencia que han adoptado decisiones en distintas etapas de nuestra historia, que han implicado incluso la adopci¨®n de sanciones en su contra. Mi decisi¨®n es una decisi¨®n propia de un Estado de derecho. Puede haber manera de impugnarla. La Corte de Apelaciones puede dejarla sin efecto, la Corte Suprema tambi¨¦n, a trav¨¦s de los recursos... Pero cualquiera que sea la resoluci¨®n, los jueces est¨¢n resolviendo en derecho, siempre, seg¨²n les dicta su conciencia".
?Qu¨¦ pasar¨¢ a partir de ma?ana? "Prefiero no hablar de lo que podr¨ªa ocurrir en el futuro porque esto ser¨ªa avanzar opiniones y me lo proh¨ªbe la ley". Subraya que no ha recibido ninguna presi¨®n despu¨¦s de la decisi¨®n de procesar a Pinochet, pero s¨ª "muestras de repudio y de apoyo". Grupos ultraderechistas se han congregado estos d¨ªas frente a su casa para insultarle, pero en la calle hay gente que le anima a seguir y le grita "grande Guzm¨¢n".
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