DEL CEPILLO AL PARQU?
Primero fue el cepillo electr¨®nico, y ahora, el parqu¨¦. No pasar por el purgatorio para ir directamente al cielo siempre tuvo su coste, pero ahora tambi¨¦n se busca la rentabilidad. Las di¨®cesis de Astorga y Le¨®n invierten en Bolsa m¨¢s de 340 millones de pesetas procedentes de los donativos depositados por los feligreses que aspiran a que se les recuerde tras su muerte con innumerables misas y rezos. As¨ª, las limosnas dan para m¨¢s. Salvar el alma no tiene precio. El obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, asegura que "antes, la Iglesia invert¨ªa en papel del Estado". "Hoy nadie tiene el dinero a plazo fijo y la Bolsa es un buen lugar para colocar ahorros", dice. Administrar d¨¢divas parece no ser complicado. Los feligreses pobres pueden tener el consuelo de que los dineros de la Iglesia no se invierten en industrias de armas ni en farmac¨¦uticas que vayan contra la moral cat¨®lica.-MARIF? MORENO,
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