El acoso de la pobreza
Soy una estudiante sevillana de 28 a?os que soporta, como la mayor¨ªa de los habitantes de esta ciudad, el acoso y la insistencia de personas que, por desgracia, se ven obligadas a pedir en las calles. Mi solidaridad y comprensi¨®n hacia ellos no tiene l¨ªmites, pero mi dinero s¨ª. Yo soy de las personas que sienten la necesidad de ayudarlos, dentro de mis posibilidades, pero la situaci¨®n es tan abusiva en algunos casos que puede m¨¢s la indignaci¨®n que la solidaridad.Es bastante frecuente en nuestra ciudad disfrutar de los distintos veladores y terrazas que llenan nuestras calles y nos hacen compartir nuestro tiempo de ocio con familiares y amigos. Sin embargo, los veladores de bares y restaurantes se han convertido en puntos estrat¨¦gicos para los indigentes que no dejan de asediarte e incomodarte, provocando situaciones embarazosas, ya que suelen insultarte si no accedes a sus peticiones. En estos lugares, la situaci¨®n se hace realmente insoportable, podr¨ªa compararse al constante y molesto goteo de un grifo.
En los sem¨¢foros, la situaci¨®n es incluso peor; se te acercan individuos que limpian la luna delantera de tu coche, sin respetar lo m¨¢s m¨ªnimo tu opini¨®n, y te obligan con su conducta a subir las ventanillas para no aguantar sus malos modos. Tambi¨¦n aparecen las mujeres de nacionalidad rumana, que se lanzan literalmente a la puerta de tu coche llam¨¢ndote a gritos mientras pegan sus caras al cristal, cosa que repiten mec¨¢nicamente de un coche a otro. En esos momentos s¨®lo est¨¢s pendiente del sem¨¢foro, esperando que esos interminables segundos se acaben.
En mi opini¨®n, creo que esta situaci¨®n est¨¢ colmando la paciencia de mucha gente que, como yo, intenta huir de este acoso constante. Es realmente una pena que los buenos sentimientos y los deseos de ayudar a los m¨¢s necesitados est¨¦n disminuyendo cada vez m¨¢s por culpa de personas que, aunque necesitan nuestra ayuda, provocan la indignaci¨®n e incluso el miedo en personas que intentamos ayudar en la medida de lo posible.
Yo s¨®lo soy una estudiante y me ha ocurrido que, a pesar de haberles dado dinero, sobre todo al aparcar mi coche, me han mirado mal e incluso me han criticado por la cantidad que les he ofrecido. Por este motivo, s¨®lo procuro ayudar a aquellos que muestran humildad, cualidad que con dinero o sin ¨¦l no deber¨ªamos perder jam¨¢s.- M¨®nica Escribano Moren
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