El Deportivo a?ora a Djalminha

El Deportivo a?or¨® a Djalminha en Vitoria. Se ha acostumbrado a vivir ¨²ltimamente de su encanto y, a pesar de los muchos sustitutos con que cuenta Javier Irureta, nadie le hizo olvidar. Sin Djalminha, el Deportivo visitante volvi¨® a ser el mismo equipo triste y apocado del a?o pasado y dej¨® crecerse al Alav¨¦s. Permiti¨® que la historia se repitiera. Todos los partidos que ha disputado el equipo de A Coru?a en Mendizorroza en Primera Divisi¨®n (cinco con el de ayer) los ha terminado con derrota y en la era reciente ha coincidido que sus visitas han rehabilitado a un Alav¨¦s en horas bajas.El conjunto vitoriano recuper¨® sus mejores tiempos. Man¨¦ introdujo peque?os retoques en el dibujo de su equipo y consigui¨® que el Alav¨¦s se anticipara al Deportivo en cada jugada. Traspas¨® la l¨ªnea que forman Mauro Silva y Emerson en el centro del campo y maniobr¨® con un margen que normalmente el Deportivo no concede. Los coru?eses fueron una sombra de s¨ª mismos.

El desenlace del choque se vio en una peque?a franja de tiempo. Diez minutos concentrad¨ªsimos entre el 16 y el 26 de la primera parte. Todos los jugadores se revolucionaron, en una explosi¨®n de talento. En ese escaso lapso se marcaron tres goles en jugadas a bal¨®n parado. El partido pas¨® en un chasquido de dedos de abrirse de par en par al Deportivo a dar la vuelta y decantarse por el equipo que mejor jug¨®, el Alav¨¦s.

Ya que no pod¨ªa contar con la magia del sancionado Djalminha, Irureta intent¨® introducir en el juego del Deportivo cosas de su propia cosecha. Como la jugada del primer gol. Cuatro toques de seda. Pura estrategia. Pura pizarra. Mauro Silva sac¨® la falta, el bal¨®n describi¨® un zigzag impulsado por Valer¨®n y Fernando, y V¨ªctor absolutamente solo no tuvo m¨¢s que empujar.

El Deportivo, como acostumbra, no hab¨ªa hecho acto de presencia en el partido. Le suele ocurrir a menudo. No se sabe si est¨¢ o no est¨¢ atento. Se le ve apagado, ausente, pero inopinadamente se encuentra con el marcador de su lado. En Mendizorroza, sin embargo, nadie consigue puntos gratis. El Alav¨¦s ense?¨® en s¨®lo cinco minutos su mejor repertorio. El Alav¨¦s es un equipo coral, solidario con el trabajo de presi¨®n y el desgaste f¨ªsico. Pero adem¨¢s ha encontrado un solista sorprendente. Javi Moreno acrecent¨® su cuenta con dos goles rel¨¢mpago. En el primero, se elev¨® sobre el resto de jugadores en un saque de esquina. En el segundo transform¨® un penalti que ¨¦l mismo se hab¨ªa fabricado.

El caso es que el Alav¨¦s asest¨® el golpe en cinco minutos y se aprest¨® a administrar ese acierto. En esto, como en el resto de su juego, tampoco tiene secretos. Monta una guardia pretoriana en el centro del campo, obliga a fallar al contrario y manda los balones cazados a Javi Moreno. Sencillo, pero efectivo.

El Deportivo no se sinti¨® a gusto. Le obligaron a jugar contracorriente. Cay¨® en la red que ¨¦l mismo suele tejer y no supo contestar al Alav¨¦s. Lo intent¨® con V¨ªctor por la derecha y con Fernando por la izquierda. De Makaay no hubo noticias. Pero cay¨® v¨ªctima de la falta de referencias. Aunque parezca mentira en una plantilla tan abundante, Djalminha es el faro del equipo. El Deportivo vive ¨²ltimamente al son que marca el brasile?o, tanto con sus genialidades como con sus espor¨¢dicos cortocircuitos. Ayer no estaba en Vitoria y el Deportivo no supo apa?¨¢rselas.

El Deportivo qued¨® desaparecido, a pesar de que el Alav¨¦s le concedi¨® tras los dos goles la posibilidad de coger el bal¨®n. No supo q¨¦ hacer con ¨¦l. Luego lleg¨® Iv¨¢n Alonso, que una vez m¨¢s sali¨® en la segunda parte y hundi¨® a un Depor que no pudo olvidar a Djalminha. El protagonista del partido fue otro, el pichichi Javi Moreno.