La restauraci¨®n de la sede de la Diputaci¨®n vizca¨ªna se encarece en 300 millones Los grandes da?os demoran las obras a mayo
La restauraci¨®n del Palacio Foral, sede principal de la Diputaci¨®n vizca¨ªna en Bilbao, calificada como monumento desde 1994, costar¨¢ 1.000 millones de pesetas, en vez de los 700 previstos en principio, y no estar¨¢ acabada hasta mayo. Los grandes desperfectos detectados en la piedra de la fachada han trastocado los planes de intervenci¨®n arquitect¨®nica. La ¨²ltima rehabilitaci¨®n del palacio, que en julio cumpli¨® su centenario, se realiz¨® hace unos 25 a?os.
Vigas met¨¢licas oxidadas
Las obras de remodelaci¨®n se iniciaron en octubre de 1999, tras constatarse el riesgo de desplome de elementos de la fachada del inmueble, sito en plena Gran V¨ªa bilba¨ªna. En el pliego de condiciones del concurso de adjudicaci¨®n de los trabajos se constataba que los muros exteriores del edificio, debido a la humedad y la fuerte contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, estaban en "una situaci¨®n cr¨ªtica que afecta no s¨®lo a la estabilidad de las propias fachadas y a su valoraci¨®n escult¨®rica, sino que supone un riesgo para las personas debido a los continuos desprendimientos que se producen". De hecho, el 14 de julio de 1998, un cascote de unos diez cent¨ªmetros de tama?o provoc¨® heridas leves en la cabeza a una mujer de 38 a?os que caminaba por la calle Astarloa.El inicio del proyecto permiti¨® realizar un estudio meticuloso, en el que han colaborado los laboratorios Labein, ge¨®logos de la Universidad de Barcelona, profesores de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valladolid y una ingenier¨ªa madrile?a. El informe "arroj¨® un resultado catastr¨®fico", se?ala un portavoz del Departamento de Presidencia de la Diputaci¨®n. "Se pensaba que los problemas eran del revestimiento de la fachada, que imped¨ªan respirar a la piedra". Sin embargo, los t¨¦cnicos constataron que en la ¨²ltima restauraci¨®n se hab¨ªan incrustado aceros galvanizados en la estructura. "El problema es que con el tiempo se oxidaron, lo que provoc¨® el aumento del volumen de los tornillos incrustados y as¨ª se va destrozando la piedra", a?ade.
Adem¨¢s, en la zona de la cubierta del inmueble se han descubierto vigas met¨¢licas tambi¨¦n incrustadas en las piedras e igualmente en estado de oxidaci¨®n. "Hay media docena de ellas, alguna que llega a los 11 metros de longitud. La dificultad es quitarlas en un edificio que se encuentra en uso y, tras analizar distintas alternativas, hemos decidido eliminarlas abriendo distintos boquetes en la fachada, arrancar con cuidado ese trozo de viga met¨¢lica y sustituirla por hormig¨®n". Esta labor se empez¨® a ejecutar la pasada semana.Con todos estos inconvenientes, el presupuesto de 700 millones se elevar¨¢ hasta alrededor de 1.000, seg¨²n el Departamento foral de Presidencia. Tambi¨¦n se han visto trastocados los plazos. Estaba previsto que la rehabilitaci¨®n concluyera el pasado mes de julio, coincidiendo con el cumplimiento del centenario del inmueble. Ahora se piensa en la pr¨®xima primavera. "Esperemos que en abril se quiten los andamios y est¨¦ listo para mayo".
El proyecto ha incluido tambi¨¦n reformas interiores, especialmente las vidrieras, en un "estado que dejaba bastante que desear, apreci¨¢ndose un grado de suciedad elevado, roturas abundantes y restauraciones anteriores poco afortunadas". Se ha actuado sobre un total de trece, lo que ha obligado al desmontaje de las mismas. Destaca la vidriera de la c¨²pula central de casi 6 metros de superficie "que no se ha tocado desde hace 40 a?os". Adem¨¢s, los trabajos incluyen mejoras en las piezas de bronce y la reparaci¨®n de las instalaciones de calefacci¨®n.
El Palacio Foral es la principal sede de la Diputaci¨®n y acoge el despacho del diputado general, las dependencias del equipo de gobierno, el Departamento de Presidencia y el Registro de Contratistas. Es uno de los tres inmuebles que no se trasladar¨¢ a Abandoibarra, donde se centralizar¨¢n los servicios forales.
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