?Al estadio? No, a la guerra

Todos sab¨ªan que iba a suceder. Y sucedi¨®. Mariano Guaraz, de 17 a?os, muerto. Jos¨¦ Luis Chamah, de 25, agonizante. Esta vez todo indica que las balas salieron de las armas de la polic¨ªa, que reprimi¨® a los fan¨¢ticos del Deportivo Mor¨®n en un partido de la Segunda Divisi¨®n. El estallido de violencia del pasado fin de semana en los torneos del f¨²tbol argentino dej¨® m¨¢s de 50 heridos, cuatro de extrema gravedad; m¨¢s de 100 detenidos y una secuela de espanto y horror en Avellaneda, al sur de Buenos Aires, donde se disput¨® el derby entre el Racing y el Independiente, suspendido diez minutos antes del final cuando el Independiente venc¨ªa por 0-2 y los hinchas iniciaron una batalla campal que sigui¨® fuera del estadio.Hace s¨®lo diez d¨ªas, una banda del Independiente mat¨® a Sergio Rodr¨ªguez, hincha del Boca Juniors, en el and¨¦n de la estaci¨®n de Avellaneda. La violencia es tan rutinaria que los nombres de los heridos, sus edades, las causas, se confunden en los titulares de los peri¨®dicos con las victorias, las derrotas, los penaltis, los expulsados, los goles... Algunos aficionados llevan sus propios registros macabros: "Perdimos. Nos hicieron dos [goles], pero les bajamos (matamos) a uno".

El partido entre el Almirante Brown y el Mor¨®n, en Isidro Casanova, al oeste de Buenos Aires, era de alt¨ªsimo riesgo, como todos los de los segundas que representan a los barrios de la periferia bonaerense. En esos campos inseguros y precarios convergen la miseria, la marginaci¨®n social, la desocupaci¨®n, el fanatismo, la locura y las temidas tropas de choque de la polic¨ªa, formada por los hombres m¨¢s violentos de ese ej¨¦rcito paralelo que permanece intacto desde que fue utilizado por la dictadura militar de los a?os 70 para la guerra sucia.

En el minuto 53, el ¨¢rbitro suspendi¨® el juego porque la polic¨ªa hab¨ªa comenzado a cargar contra los hinchas del Mor¨®n. Seg¨²n la versi¨®n policial, un grupo de ellos rompi¨® el alambrado. "Nos escupieron, nos tiraron cosas... Tuvimos que reaccionar", dijo un polic¨ªa. Los bomberos echaron chorros de agua. Las fuerzas de seguridad admiten que utilizaron gases lacrim¨®genos y balas de goma: "Los hinchas se agruparon. Al volver, tres quedaron tirados..."

Uno era Guaraz, quien recibi¨® tres balazos por la espalda. Otro de los heridos, de cuatro balazos, es Chamah. Ninguno de los 22 detenidos ten¨ªa armas. El fiscal ha pedido las pistolas reglamentarias de los polic¨ªas. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Ram¨®n Ver¨®n, reconoci¨® que "hay indicios que involucran a la polic¨ªa" y asegur¨® que ser¨¢ "muy severo" con los implicados.

Cuando ya todo parec¨ªa terminado, unos 50 fan¨¢ticos del Brown esperaron la salida de la plantilla del Mor¨®n, que deb¨ªa atravesar un descampado, y le atac¨® con piedras y palos. Los jugadores no ten¨ªan protecci¨®n y se defendieron cuerpo a cuerpo. El regreso de la polic¨ªa les rescat¨® del infierno, pero la batalla sigui¨® por las calles.

El parte final del s¨¢bado recog¨ªa ataques contra el entrenador del All Boys, un intento de asalto a taquilleros, 33 detenidos en el encuentro entre el Quilmes y el Defensa y Justicia y 29 en el del Laferrere y el Midland. El terror se extendi¨® hasta el campo del Racing, en Avellaneda. En los d¨ªas previos, las pintadas de las barras bravas del Independiente anunciaban la guerra con armas de fuego antes y despu¨¦s del derby. El partido debi¨® suspenderse. La Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino (AFA) pod¨ªa haber ordenado que se disputara a puerta cerrada, sin p¨²blico, como prevenci¨®n y advertencia.

Todos sab¨ªan lo que iba a pasar. Y pas¨®. La polic¨ªa tom¨® el barrio desde la madrugada y desplaz¨® 1.000 agentes. Detuvo a los fan¨¢ticos que pegaban carteles y a los que ocultaban explosivos y dividi¨® el camino de acceso al estadio con vallas para que no se cruzaran las hinchadas. Diez minutos antes del final, cuando el Independiente venc¨ªa, los hinchas del Racing pasaron de un sector a otro para enfrentarse a los del Independiente. Un vendedor ambulante vestido con una camiseta del Racing fue apu?alado. Ya en las calles se produjeron carreras, disparos y enfrentamientos entre hinchas hasta la medianoche. El recuento: 29 heridos, 14 de ellos agentes y uno de bala, y 24 arrestados.