Una visi¨®n de la Europa del futuro
Las reformas de Niza no bastan para hacer viable una Uni¨®n Europea que puede llegar a 26 Estados. El cambio cuantitativo ha de llevar a una transformaci¨®n cualitativa. Este an¨¢lisis presenta una visi¨®n posible de la UE en 2010
La Uni¨®n Europea es hoy, diciembre de 2010, una superpotencia econ¨®mica con el mayor mercado del mundo y una moneda fuerte, aunque pol¨ªticamente no ha dado de s¨ª todo lo que pod¨ªa o deber¨ªa. La UE tiene 26 miembros. La francesa Elizabeth Guigou preside la Comisi¨®n Europea, mientras en El El¨ªseo habita su antigua compa?era en el Gobierno franc¨¦s, Martine Aubry, esta vez con un Gobierno de su mismo signo, hartos ya los franceses, y el resto de los europeos, de los a?os de cohabitaci¨®n. Esto ayuda a los esfuerzos de la canciller alemana, Angela Merkel, para refundar la relaci¨®n con Francia. Las mujeres pesan en esta Uni¨®n. El famoso Consejo Europeo de Niza, recuerden, fue, esencialmente, una reuni¨®n de hombres. Las reformas aceptadas en aquella ocasi¨®n fueran limitadas, aunque permitieron la primera ampliaci¨®n. Se plante¨® una reforma m¨¢s profunda para 2004, que, finalmente, no se concluy¨® hasta 2007. Incluso esa reforma, ante la segunda ola de ingresos, result¨® insuficiente. Ahora la UE est¨¢ inmersa en una nueva Conferencia del Tratado -se ha desechado ya la expresi¨®n Conferencia Intergubernamental, pues ahora participan tambi¨¦n el Parlamento Europeo y otras instancias- que se espera desemboque en 2011.Esta reforma se ha preparado mejor, encarg¨¢ndose una ponencia a cuatro venerables: Felipe Gonz¨¢lez; el polaco Bronislaw Geremek; el alem¨¢n ex verde, ahora en las filas socialdem¨®cratas, Joshka Fischer, y el luxemburgu¨¦s Jean Paul Juncker. La gran revoluci¨®n que se espera ahora es que ¨¦sta sea la ¨²ltima reforma que requiera unanimidad. A partir de 2011 bastar¨¢n la aprobaci¨®n y ratificaci¨®n de 4/5 de los Estados y el Parlamento Europeo, en la parte b¨¢sica del Tratado. Pues en 2007 los textos finalmente se separaron en dos: un Tratado Fundamental (brit¨¢nicos y daneses vetaron el t¨¦rmino Constituci¨®n), comprensible y que incorpor¨® la Declaraci¨®n de Derechos Fundamentales de 2000, aunque retocada; y un articulado complementario, m¨¢s complejo.
Reformas insuficientes
La primera ampliaci¨®n a los antiguos pa¨ªses de la Europa del Este se produjo finalmente en 2004, con la entrada de Polonia, la Rep¨²blica Checa, Eslovaquia, Hungr¨ªa y Eslovenia. Pero pronto qued¨® claro que las reformas aprobadas en Niza en 2000 no bastaban para hacer funcionar esta Uni¨®n Europea de 20 Estados miembros, y no digamos ya la de 26 que se plasm¨® en 2008 con la siguiente ampliaci¨®n. Ahora seis Estados balc¨¢nicos esperan entrar, junto con otros rezagados. Noruega y Suiza tambi¨¦n negocian su adhesi¨®n, aunque no est¨¢ claro si sus referendos dar¨¢n positivo. Ucrania tambi¨¦n ha presentado su solicitud y, realmente, la UE no sabe muy bien qu¨¦ hacer al respecto. Es de suponer que torearla, como con Turqu¨ªa.El cambio psicol¨®gico en un sentido europe¨ªsta en la ciudadan¨ªa europea lleg¨® en 2002, cuando en una buena parte de la entonces UE desaparecieron las monedas nacionales, reemplazadas por el euro. Entonces los ciudadanos comenzaron a interesarse m¨¢s por Europa, a verla y a sentirla. En 2003, dos a?os despu¨¦s de unas dif¨ªciles elecciones anticipadas, Blair convoc¨® finalmente el refer¨¦ndum sobre el euro, y lo gan¨®. No obstante, la ampliaci¨®n geogr¨¢fica ha frenado algo la integraci¨®n pol¨ªtica. La geometr¨ªa variable domina. No todos est¨¢n en todos. Y en esta Europa los Estados siguen contando mucho: siguen siendo los agentes principales de la redistribuci¨®n y la cohesi¨®n interna. El papel de las regiones se define dentro de cada Estado; no fuera.
La PESC (Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n) sigue sin ser una pol¨ªtica ¨²nica, aunque ahora las decisiones se toman sobre propuestas bien preparadas de Mr. Pesc, s¨®lo modificables con una mayor¨ªa en contra. Pero falta ambici¨®n colectiva. Cada cual conserva a¨²n muchos reflejos nacionales, y no ha ayudado a la integraci¨®n, aunque s¨ª al peso de Europa, que Alemania haya entrado como miembro permanente, aunque sin veto, del Consejo de Seguridad de la ONU. La UE sigue siendo militarmente dependiente de EE UU, que ha seguido gastando mucho m¨¢s que los europeos en defensa. La Fuerza Europea de Reacci¨®n R¨¢pida es operativa desde hace cinco a?os y ha intervenido en algunas misiones en el C¨¢ucaso, pero sigue sin ser un ej¨¦rcito europeo, aunque ha servido para compensar la retirada americana de Bosnia y Kosovo, de donde los europeos salieron hace s¨®lo tres a?os. La OTAN, ampliada y ahora simplemente llamada Alianza Transatl¨¢ntica, sigue siendo la estructura central en materia de seguridad.
El 'caucus'
Dentro de la UE funciona un grupo informal m¨¢s integrador, el caucus (nadie gustaba de hablar de directorio) formado por los seis Estados fundadores, adem¨¢s de Portugal, el Reino Unido (desde que ingres¨® en el euro) y Polonia, y Espa?a, que hab¨ªa renunciado en 2006 al Fondo de Cohesi¨®n, pero insistido en una renovaci¨®n de la pol¨ªtica de cohesi¨®n con m¨¢s acciones paneuropeas dirigidas al objetivo b¨¢sico de aproximar los niveles de vida de los pueblos que comparten esta unidad. El verdadero eje es el de Londres-Par¨ªs-Berl¨ªn.En estos a?os han proliferado en la UE las agencias independientes, para controlar la competencia y las fusiones de empresas, los mercados sectoriales, como la energ¨ªa, las telecomunicaciones, hasta hace poco compartimentalizadas por pa¨ªses, la pol¨ªtica medioambiental, la protecci¨®n de los consumidores y de la alimentaci¨®n, y la nueva agencia de biocontrol. La mayor agencia independiente sigue siendo el Banco Central Europeo, ahora dirigido por el espa?ol Jaime Caruana, quien ha logrado m¨¢s poderes para esta instituci¨®n, a la vez que la pol¨ªtica econ¨®mica en la UE se ha reforzado, primero con una mayor coordinaci¨®n y luego con m¨¢s dosis de integraci¨®n, incluso a veces -en materia de control de la inmigraci¨®n, de medio ambiente, o de educaci¨®n y cultura- entre unos pocos, gracias al sistema de las cooperaciones reforzadas.
No cabe olvidar que, si la UE ha avanzado en algunos terrenos, tambi¨¦n ha procedido a revisar a la baja algunas pol¨ªticas comunes, como la agr¨ªcola, pese a la larga resistencia francesa. A la vez, el presupuesto de la Uni¨®n se ha modificado radicalmente. Tras la fusi¨®n el a?o pasado de todas las autoridades nacionales de telecomunicaciones en una ¨²nica agencia europea, los copiosos fondos logrados de las subastas engrosan directamente las arcas de la UE.
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