Un gestor ne¨®fito

Miguel Navarro lleg¨® a la Administraci¨®n auton¨®mica de la mano de Jos¨¦ Luis Olivas cuando el actual vicepresidente, que entonces ejerc¨ªa como consejero de Hacienda, le fich¨® como jefe de gabinete. Al margen de una buena relaci¨®n personal con Olivas, Navarro apenas aportaba su experiencia en el mundo de los seguros.A pesar de su corta carrera, Navarro fue nombrado responsable de la sociedad p¨²blica CACSA, promotora de la Ciutat de les Arts i les Ci¨¨ncies de Valencia, un proyecto con un presupuesto millonario que sigue generando m¨¢s de un quebradero de cabeza a los responsables de las arcas p¨²blicas de la Generalitat.

Fuentes de la Generalitat aseguran que la gesti¨®n de Navarro al frente de CACSA fue, cuando menos, peligrosa. Cuando el responsable del millonario proyecto fue elevado a la direcci¨®n general de Terra M¨ªtica de la mano de Eduardo Zaplana, t¨¦cnicos de Hacienda sudaron tinta para intentar cuadrar los balances de CACSA.

Navarro asumi¨® entonces la direcci¨®n del parque tem¨¢tico de Benidorm, en cuya construcci¨®n estaba prevista una inversi¨®n de 45.000 millones. El proyecto, que Zaplana gusta de calificar como "emblem¨¢tico", se ejecut¨® contra viento y marea sin reparar en costes. Pero el impulso pol¨ªtico combina mal con las inversiones privadas.

M¨¢s all¨¢ del desfase en el coste de las inversiones, la falta de agilidad de Navarro qued¨® patente cuando Bancaixa tuvo que anticipar con car¨¢cter urgente a finales de octubre 2.400 millones a Terra M¨ªtica para pagar n¨®minas. Fuentes de la Generalitat sugieren que Navarro cometi¨® un error propio de "un gestor ne¨®fito" que, abrumado por el volumen de las cifras del balance de la sociedad, fue incapaz de anticipar problemas inmediatos de tesorer¨ªa. S¨®lo la expectativa de futuros ingresos procedentes de fondos europeos permiti¨® superar la situaci¨®n y cumplir con los empleados.