El posible adelanto electoral divide a la coalici¨®n de Gobierno en Francia

Cuerpo a cuerpo

La izquierda plural, que hoy constituye la mayor¨ªa en el poder, est¨¢ dividida ante el proyecto de inversi¨®n del calendario electoral para 2002. Esa modificaci¨®n pretende que las presidenciales se celebren antes que las legislativas, para hacer del cuerpo a cuerpo entre el actual primer ministro, Lionel Jospin, y el presidente Chirac el hecho central del proceso electoral. Contra ese proyecto militan no s¨®lo Chirac, sino el Partido Comunista y los Verdes, aliados del Partido Socialista en el actual Gobierno; mientras que centristas como Valery Giscard d'Estaing, Raymond Barre o Fran?ois Bayrou est¨¢n a favor de convocar antes las presidenciales, como quiere Jospin.Lo que se discute es una modificaci¨®n en apariencia nimia, casi un tecnicismo electoral: recuerda lo que ocurri¨® con la reducci¨®n a cinco a?os del mandato presidencial, que consumi¨® grandes afanes de la clase pol¨ªtica en medio de la indiferencia popular. Ahora se trata de decidir si las elecciones presidenciales tienen que celebrarse un mes antes que las legislativas, o basta con mantener el calendario previsto, que es hacerlo exactamente al rev¨¦s.

Sin embargo, la ferocidad con que se atacan unos y otros, y el hecho de que la mayor¨ªa gubernamental se haya dividido en este punto, revela que el asunto importa para determinar qui¨¦n va a mandar en Francia a partir de 2002. La oposici¨®n de centro-derecha, que no ha conseguido unirse en un partido fuerte, y el propio presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, prefieren jugar la carta de ir primero a las legislativas; y en caso de una victoria o una derrota m¨ªnima, conservar la presidencia con el tir¨®n personal de Chirac.

En cambio, el primer ministro, el socialista Lionel Jospin, cree llegada la hora del cuerpo a cuerpo con Chirac, con quien se encuentra igualado pr¨¢cticamente en todas las encuestas. Una victoria del socialista en esa elecci¨®n dejar¨ªa sin fuerzas al centro-derecha para desquitarse en las legislativas. Es la oportunidad que busca el estratega Jospin de acabar con la cohabitaci¨®n, de una vez por todas.Las discusiones comenzaron ayer en la Asamblea Nacional. Chirac y la mayor¨ªa de los partidos de centro-derecha (RPR, el grupo liberal, parte del centrista) defienden que el calendario se quede como est¨¢, al igual que los comunistas y Los Verdes. Pero Jospin y los centristas aludidos -as¨ª como radicales de izquierda y el grupo del ex ministro Jean Pierre Chevenement- sostienen que la Rep¨²blica tiene que volver a situar la elecci¨®n del presidente como el hecho pol¨ªtico primordial.

Para la aprobaci¨®n del proyecto hace falta la mayor¨ªa absoluta de la Asamblea Nacional. Los diputados socialistas (255) son insuficientes para sacar adelante el proyecto por s¨ª solos, si les falla el apoyo de los comunistas (35) y Los Verdes (5), sus aliados a lo largo de la legislatura. La clave para Jospin est¨¢ en conseguir no s¨®lo el voto de los 7 diputados con que cuenta el grupo de Chevenement, sino que la fuerza centrista UDF se divida. Todo parece indicar que de los 71 diputados con que cuenta esta ¨²ltima , una veintena est¨¢n dispuestos a votar a favor del proyecto de invertir el calendario, como les ha pedido uno de sus dirigentes, Fran?ois Bayrou.

Una primera votaci¨®n para decidir si se aceptaba el proyecto a tr¨¢mite se resolvi¨® ayer con 270 votos a favor de continuar adelante y 207 votos en contra de hacerlo. El grupo comunista decidi¨® abstenerse en esa primera votaci¨®n. T¨¦cnicamente, el proyecto de ley en discusi¨®n es para prolongar los poderes de la Asamblea Nacional hasta "el 15 de junio del quinto a?o que sigue a la elecci¨®n"; esto quiere decir que las legislativas de 2002 se celebrar¨ªan el 2 y el 9 de junio (en Francia se vota a dos vueltas). Con ello dar¨ªa tiempo a celebrar antes las presidenciales, sin por eso alterar la fecha prevista para ellas.