El PP salva su acuerdo de gobierno en Canarias a costa de marginar a su l¨ªder

Acoso a los nacionalistas

El pacto de investidura y de legislatura firmado entre el PP y Coalici¨®n Canaria el 29 de marzo pasado ha durado nueve meses. El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de CC, Paulino Rivero, alcanzaron ayer en el Congreso de los Diputados "un principio de acuerdo" para reeditar ese pacto en otro documento. Ahora queda para los pr¨®ximos d¨ªas resolver c¨®mo se escenificar¨¢ esa nueva alianza, que podr¨ªa plasmarse al m¨¢ximo nivel entre ambas formaciones ya en enero y despu¨¦s de las vacaciones de Navidad. El PP ha concedido finalmente a CC varias de sus reclamaciones para salvar ese pacto. Pero sobre todo ha marginado de la soluci¨®n del conflicto y del seguimiento en el futuro de los nuevos acuerdos a su l¨ªder en Canarias, Jos¨¦ Manuel Soria, impulsado por la direcci¨®n nacional del PP hace poco m¨¢s de un a?o y al que ahora se cuestiona al m¨¢ximo nivel desde dentro del partido por su acoso irrefrenable hacia los "socios" de CC.El problema actual del PP con Coalici¨®n Canaria es muy similar, en origen y en el desarrollo de sus crisis, a los ya padecidos en su d¨ªa por ese partido en Arag¨®n con el PAR o en la Comunidad Baleares con Uni¨® Mallorquina. Son formaciones que se dirigen a electorados similares, que se al¨ªan luego para formar gobierno y a las que el PP, cuando ve el momento adecuado, intenta sustituir. Esos procesos han terminado, habitualmente, con disensiones traum¨¢ticas y relevos en los gobiernos auton¨®micos en favor del PSOE.

Al PP, en Canarias, le faltaba un l¨ªder con carisma electoral suficiente para llevar a cabo esa estrategia. Y lo encontr¨® en Jos¨¦ Manuel Soria, alcalde de Las Palmas, que en las ¨²ltimas elecciones fue el regidor que sum¨® la mayor¨ªa absoluta con el mayor porcentaje de votos de toda Espa?a (65%). El a?o pasado Soria fue promocionado a la presidencia regional del PP con el respaldo de la c¨²pula nacional y frente a una lista alternativa cr¨ªtica a la que vapule¨®. Desde entonces, pese a que el PP participa en el Gobierno canario con sus consejeros y CC ofrece su colaboraci¨®n leal y simb¨®lica en Madrid para apoyar los proyectos m¨¢s complicados, Soria y su equipo no han dejado de acosar a sus socios nacionalistas canarios. Han apoyado en el Parlamento comisiones de investigaci¨®n contra el criterio de CC y han boicoteado m¨¢s de un nombramiento. El ¨²ltimo, el pasado martes para dirigir la Auditor¨ªa de Cuentas.Rivero hab¨ªa negociado y pactado en Madrid la noche anterior con Javier Arenas, secretario general del PP, su refrendo a un candidato determinado para ese puesto de CC. Los populares canarios se descolgaron al d¨ªa siguiente con sus votos a favor de otro candidato, tambi¨¦n de CC, pero de un sector cr¨ªtico con el oficial. El entonces consejero regional de Agricultura, Guillermo Guigou, uno de los m¨¢ximos colaboradores de Soria en el PP canario, no se priv¨® de defender p¨²blicamente esa postura. La delegaci¨®n de CC que acudi¨® esa noche a La Moncloa para negociar directamente con Aznar exigi¨® el cese de Guigou y enumer¨® una serie de reivindicaciones para sostener mejor en el futuro su alianza institucional que de hecho suponen la marginaci¨®n tambi¨¦n de Soria.

CC, para empezar, quiere suscribir otro pacto y no con Soria o sus interlocutores en Canarias. A ser posible, con el propio Aznar y en su defecto con Rajoy y Arenas, y en Madrid. Tambi¨¦n pretenden establecer en el mismo la creaci¨®n de una comisi¨®n de seguimiento con esos dirigentes nacionales. La prolongaci¨®n de esa comisi¨®n con otra en Canarias y en la que podr¨ªa estar Soria est¨¢ por determinar. Los nacionalistas canarios quieren negociar con el PP el consejero que ese partido proponga ahora para suplir a Guigou.