"La situaci¨®n vasca es lo m¨¢s parecida a la Alemania nazi"
Francisco Llera, director del Departamento de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, reflexiona sobre la ofensiva terrorista y la situaci¨®n pol¨ªtica de Euskadi
Francisco Llera cree que la situacion vasca tiene claroscuros. La situaci¨®n pol¨ªtica es muy similar a la de la Alemania nazi, pero la sociedad se resiste porque es democr¨¢tica y rechaza como nunca el terrorismo.Pregunta. El lunes pasado, d¨ªa 18, usted fue el ¨²ltimo en abandonar el ascensor en el que ETA deposit¨® una bomba que pudo acabar con su vida y la de muchos compa?eros suyos de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV), en Leioa. Todo apunta a que ETA busca una masacre. ?Qu¨¦ pretende con ello?. ?Tirar a¨²n m¨¢s piedras sobre su propio tejado?.
Respuesta. La l¨®gica del terrorismo es siempre la misma. El aumento de su intensidad es cuesti¨®n de oportunidad. Busca romper la mayor¨ªa social con la intimidaci¨®n y el terror. Quiere ser un poder f¨¢ctico, marcar la agenda al irrumpir con espectacularidad en la vida pol¨ªtica, con el objetivo de lograr el desestimiento de la poblaci¨®n con el terror en sectores sucesivos de la ciudadan¨ªa. Quiere que la gente diga: "Que les den lo que quieran. Que esto acabe".
P. ?C¨®mo es posible que un grupo minoritario se plantee en serio que puede lograr el desestimiento por el terror de una poblaci¨®n perteneciente a la Uni¨®n Europea?.
R.Viven en un mundo demencial y tratan de implantar sus pretensiones a trav¨¦s de la desesperaci¨®n de la gente. Para ello se aprovechan de la falta de acomodo de los pol¨ªticos a las reclamaciones de la poblaci¨®n. Buscan su desorientaci¨®n. Con el PNV lo han logrado. No hay que olvidar que la ruptura social vasca en dos bloques pod¨ªa haber derivado en un desestimiento de la poblaci¨®n. Pero ETA est¨¢ logrando una reacci¨®n de coraje de la poblaci¨®n que pide a los pol¨ªticos que est¨¦n a la altura de las circunstancias.
P. ?Es que no lo est¨¢n ante la ofensiva etarra?.
R. El PNV, no. La situaci¨®n ha empeorado. El sondeo del verano dice que estamos peor que en 1997. Entonces exist¨ªa el Pacto de Ajuria Enea. ETA estaba muy debilitada. Hoy estamos mucho peor, porque la unidad democr¨¢tica est¨¢ rota. El PNV est¨¢ m¨¢s d¨¦bil y hay fracturas sociales. Esta situaci¨®n contrasta con una pulsi¨®n ¨¦tica de la sociedad que no se ha roto, que es tanto o m¨¢s moderada que antes. Rechaza el terrorismo como nunca. Adem¨¢s, por vez primera existe la posibilidad de una alternativa pol¨ªtica plural que antes no exist¨ªa. Estamos peor desde el punto de vista de la crispaci¨®n social del terrorismo. Pero mejor desde la salud democr¨¢tica. Hay claroscuros.
P. Usted hace unos d¨ªas comparaba la situaci¨®n de Euskadi con la de la Alemania del ascenso nazi.
R. Lo mantengo. Los nazis, aparte de desarmar ¨¦ticamente a la sociedad y atemorizarla con la violencia, vampirizaron las redes sociales, dividieron a las fuerzas democr¨¢ticas y consiguieron enga?ar a los ideol¨®gicamente m¨¢s cercanos. En Euskadi, tenemos un movimiento nazi que atemoriza a la sociedad, que trata de pervertir la ¨¦tica social, de deslegitimar la democracia, fracturar las mayor¨ªas y enga?ar a una parte de lo que antes era un sector democr¨¢tico, como el PNV. Es lo m¨¢s parecido a los a?os 30.
P. Pero el Euskobar¨®metro [veas¨¦ gr¨¢fico] apunta un claro descenso electoral de HB.
R. El tiempo no pasa en vano. Entre 1987, que es cuando consigue su cota electoral m¨¢xima, y 1998, HB hab¨ªa perdido una cuarta parte de su electorado. Las discrepancias eran evidentes. La tregua, en 1998, les premia y recuperan a los disidentes. Es l¨®gico que tras la ruptura de la tregua aparezca el desgaste. Ya se ven expresiones de disidencia en los ayuntamientos e ir¨¢ a m¨¢s. Contribuir¨¢ a la recuperaci¨®n de la unidad democr¨¢tica y la reacci¨®n social. La movilizaci¨®n es muy eficaz sobre HB. Lo demostr¨® la revuelta de Ermua.
P. ?Qu¨¦ validez puede tener el pacto PP-PSOE en Euskadi si se tiene en cuenta que no est¨¢ el PNV?.
R. Es fundamental, desde el punto de vista democr¨¢tico, el pacto de unas fuerzas que representan al 80% de la poblaci¨®n y sobre las que pivota la gobernabilidad del pa¨ªs, incluidas Euskadi y Catalu?a. Recupera el esp¨ªritu de Ajuria Enea. Es verdad que al comienzo no est¨¢n todos. Pero est¨¢n los principios. ?Por qu¨¦ no est¨¢ el PNV?. Porque se ha salido del eje de la pol¨ªtica. No est¨¢ el soberanismo que pacta con los violentos, que no marca la frontera entre dem¨®cratas y no dem¨®cratas. Se ha autoexcluido.
P. ?Puede volver el PNV al autonomismo y al pluralismo?
R. Para eso tiene que deshacer la madeja de deslealtad con los partidos democr¨¢ticos, y eso no se hace f¨¢cilmente con una finta ret¨®rica. Me temo que el cambio del PNV s¨®lo es posible con un cambio de mayor¨ªa en Euskadi y con su pase a la oposici¨®n donde se cure de sus errores. Como le ha pasado al PSOE.
P. El Euskobar¨®metro se?ala un empate PP-PNV.
R. Hay un empate virtual que se puede saldar a favor del PNV en la medida en que concentre el voto nacionalista, o a favor del PP si concentra el voto moderado autonomista.
P. ?La b¨²squeda de todo el voto nacionalista explica el discurso radical de Arzalluz?.
R. Arzalluz ha calculado que tiene poco que conseguir en el voto moderado. Su salida est¨¢ en la b¨²squeda del voto nacionalista radical y cr¨ªtico con la violencia. Esto explica el radicalismo de su discurso, aderezado con el victimismo y la imagen caricaturizada del PP y PSOE, a los que identifica con el franquismo. El pacto PP-PSOE le hace da?o porque modera el discurso.
P. ?Ve posible y deseable un Gobierno PP-PSOE-PNV?.
R. Estoy convencido de que Euskadi dar¨ªa un gran giro hacia la pacificaci¨®n si el Gobierno vasco pivotase sobre una gran coalici¨®n. Pero ahora no lo veo viable por la ruptura del PNV con el PP y el PSOE. Lo ideal es que el PNV cambiase y permitiese la gran coalici¨®n. Igual se puede llegar m¨¢s tarde, despu¨¦s de un per¨ªodo de cierta ingobernabilidad, con un Gobierno d¨¦bil que deje al PNV en la oposici¨®n. Podr¨ªa haber un Gobierno PP-PSOE en minor¨ªa.
P. ?Qu¨¦ efecto puede tener el pacto PP-PSOE de cara a las elecciones vascas?.
R. Si se explica bien y se dividen el trabajo, las dos fuerzas pueden tener un enorme efecto movilizador y superar los prejuicios existentes sobre las carencias democr¨¢ticas del PP en Euskadi.
P. ?A qu¨¦ atribuye esos prejuicios, que ya no existen en el resto de Espa?a?.
R. A que el nacionalismo hegem¨®nico ha identificado la derecha y lo espa?ol con el franquismo. El PP tiene poco m¨¢s electorado que el que tuvieron la UCD y AP en 1977-79. Est¨¢ en la sociolog¨ªa del Pa¨ªs Vasco. A partir de 1979, una parte de ese electorado se fue al nacionalismo y ahora, tras la radicalizaci¨®n de ¨¦ste, ha regresado. Tambi¨¦n incorpora a sectores juveniles, hartos del comportamiento del nacionalismo.
P. En el a?o 1989 se ve¨ªa el final de la violencia tras la suscripci¨®n del Pacto de Ajuria Enea y la consiguiente reacci¨®n social. ?Ahora estamos en el t¨²nel?.
R. En un escenario en el que las fuerzas democr¨¢ticas reforzaban su estrategia, la ruptura de la unidad democr¨¢tica, con el pacto del PNV con EH, ha significado un cambio de tendencia importante y abre una etapa de incertidumbre m¨¢s o menos duradera. Pero el pulso de la sociedad sigue siendo tanto o m¨¢s moderado que era y m¨¢s resistente, incluso, al mensaje antiterrorista. Es un factor de esperanza. Nos falta que los Gobiernos recuperen mayor eficacia en la lucha contra ETA y al mismo tiempo que le ahoguemos por un reforzamiento de la mayor¨ªa democr¨¢tica. Necesitamos un Ajuria Enea bis. Y el pacto PP-PSOE es el n¨²cleo. El tiempo lo demostrar¨¢.
P. ?No cree que en el PNV se plantea un serio problema?. ?Si gana, puede reafirmar su estrategia soberanista, y si pierde puede ir a la oposici¨®n y radicalizarse?.
R. Hay una tercera posibilidad, que gane y no pueda gobernar. A Arzalluz le pueden salir bien las cuentas y ganar por llevarse votos de EH. Pero no habr¨¢ corroborado su pol¨ªtica. Le pasa como a Felipe Gonz¨¢lez, al final de su mandato, que era a la vez la soluci¨®n y el problema. Sab¨ªa que en 1996 no deb¨ªa ganar porque era insostenible su situaci¨®n. Hab¨ªa una marea deslegitimadora que no iba a parar y arriesgaba valores democr¨¢ticos.
P. Usted insiste en que la principal esperanza vasca es que la sociedad es democr¨¢tica y moderada. ?C¨®mo explica entonces la legitimaci¨®n del terrorismo?.
R. Porque el n¨²cleo duro que apoya los principios de la guerra, los principios sabinianos, traspasa el n¨²cleo duro de HB a otros sectores nacionalistas que los comparten. El nacionalismo es el ¨²nico movimiento ideol¨®gico que no ha revisado sus principios. La socialdemocracia, el comunismo, la democracia cristiana y el liberalismo los revisaron. El nacionalismo no lo ha hecho y ahora dice que comparte unos principios que son los de ETA.
P. ?Por qu¨¦ no hay, entonces, una rebelion en el PNV?.
R. No es lo mismo el electorado que las bases, plurales, mayoritariamente inclinadas a la moderaci¨®n y al autonomismo.
P. ?C¨®mo explica que ELA, con unos dirigentes que apuestan por un nacionalismo radical, sea el sindicato hegem¨®nico vasco?.
R. Por la estructura del pa¨ªs, por su corporativismo, con peque?as empresas, controladas por el nacionalismo. Adem¨¢s, una cosa es el voto sindical y otra la organizaci¨®n, mas radical. Si hay un riesgo de fascistizaci¨®n es en el sindicalismo. Bajo una apariencia de unidad de acci¨®n hay una realidad de unificaci¨®n entre ELA y LAB con un discurso fascistoide. Se atreven a decir que en Espa?a no hay democracia. Eso es fascismo.
P. ?Por qu¨¦ no hay una rebeli¨®n en sus bases?
R. Se produjo en la Ertzaintza. ELA fue mayoritaria y hubo una rebeli¨®n. La mayor¨ªa se pas¨® en masa al sindicato profesional. No es impensable que suceda lo mismo en otros sectores.
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