En resumen SERGI P?MIES
Entre las diversas plagas que caen sobre nuestras cabezas en esta ¨¦poca navide?a est¨¢n los res¨²menes de las noticias m¨¢s importantes del a?o, del siglo o del milenio. Res¨²menes de los mejores momentos de programas de televisi¨®n, res¨²menes de los m¨¢s brillantes res¨²menes de todos los tiempos, res¨²menes enlatados, frescos, diferidos o en directo; una lluvia de res¨²menes impregna la atm¨®sfera. La facilidad con la que este g¨¦nero se reproduce en los d¨ªas previos al cambio de a?o s¨®lo se justifica por una enfermiza necesidad de hacer balance desde la ¨²ltima vez que nos dio por resumir y elegir, entre tantas cosas, las m¨¢s destacadas.Personalmente, siento cierta aversi¨®n hacia esta pr¨¢ctica. Me ocurre como Funes el memorioso, el personaje de Borges, cuya prodigiosa memoria le imped¨ªa distinguir lo sustancial de lo prescindible. Con una diferencia: yo no me acuerdo de nada y, en lugar de recuerdos, acumulo cada vez m¨¢s olvidos. Para adaptarme a este frenes¨ª de nostalgia reduccionista, intento resumir las cosas que me rodean. La ¨²ltima lista de la compra, por ejemplo, ?se puede resumir con el mismo rigor, documentaci¨®n y criterio que demuestra Adolf Beltran en su libro 100 not¨ªcies d'un segle (editorial P¨°rtic)? ?Qu¨¦ estrategia seguir para decidir que la noticia m¨¢s importante de 1924 fue la muerte de Kafka? "Tuve que elegir 100 de las 250 noticias que hab¨ªa utilizado para mis reportajes radiof¨®nicos", admite Beltran con cierta tristeza.
Se trata, pues, de una cuesti¨®n de prioridades. Puede que el pan que figura en el tercer puesto de mi lista de la compra sea accesorio comparado con la carne o el papel higi¨¦nico, pero ?qu¨¦ ocurre si, al acudir a la panader¨ªa, uno conoci¨® a la mujer de su vida o si el papel higi¨¦nico nos libr¨® de unos serios aprietos intestinales? Entonces el pan y el papel desbancar¨¢n a la carne y el resumen ser¨¢ discutible, como lo ser¨ªa si resultase que la carne estaba contaminada con clenbuterol o cualquiera de estas faves qu¨ªmicas con las que algunos ganaderos dopan a sus temibles bestias. Intensifico mi b¨²squeda y localizo un ejercicio para aprender a resumir. C¨®mo resumir el siguiente texto: "Antonio, Pedro y Mar¨ªa eran tres hermanos. Una tarde, se fueron a jugar a la orilla de un r¨ªo y su madre les dijo que tuvieran cuidado. Pero uno de ellos resbal¨® y cay¨® al agua". Soluci¨®n: "Tres hermanos fueron a jugar al r¨ªo y uno de ellos cay¨® al agua". Aplicar este criterio a la lista de la compra me resulta imposible. Pruebo entonces con el a?o que termina y constato que casi no recuerdo nada de lo vivido. Hablo con Adolf Beltran, que si ha sido capaz de resumir un siglo en 219 p¨¢ginas tendr¨¢, seguro, una opini¨®n al respecto. "Acaba siendo m¨¢s importante lo que dejas fuera que no lo que incluyes, porque, al resumir, siempre tienes que renunciar a cosas que luego alguien echa de menos. Por ejemplo: me doli¨® tener que renunciar a la muerte de Albert Camus, cuya novela El extranjero me marc¨® mucho en su momento", confiesa.
Informativamente, tengo dudas respecto a los momentos m¨¢s intensos de 2000. Lo reciente parece siempre m¨¢s crucial que lo lejano y no s¨¦ si el recuento electoral americano supera en trascendencia a los esponjiformes cerebros de las vacas chifladas o a las muertes dictadas por el ej¨¦rcito de esclavizaci¨®n nacional etarra o al primer diente que se le cay¨® a mi hija. Resumir, verbo clave en el periodismo, es una redundancia cuando se aplica al propio periodismo. ?C¨®mo resumir lo que ya era una versi¨®n limitada de hechos? Volviendo a los tres hermanos del ejemplo anterior. ?Se puede resumir todav¨ªa m¨¢s? Lo dudo. All¨ª est¨¢ el hermano que resbal¨® mientras jugaba, ahog¨¢ndose. El resumen quiz¨¢ sea la cruz sobre su f¨¦retro y el dolor de su familia. O la alegr¨ªa de verle rescatado por un voluntarioso h¨¦roe an¨®nimo que se lanz¨® al r¨ªo para salvarlo.
Resumir reduce demasiado lo que ya ha sido purgado y jibarizado. S¨®lo la imagen, a veces, consigue multiplicar la capacidad sint¨¦tica de las palabras. Pero tambi¨¦n se resumen las im¨¢genes y se ordenan en espectaculares y simp¨¢ticas, desgarradoras y divertidas.
Del mismo modo, cuando elegimos una pel¨ªcula del a?o entre los centenares que se han estrenado, eliminamos a una mayor¨ªa a cambio de destacar la elegida. Quiz¨¢ esta pasi¨®n por revisar y reducir lo pasado sea, en el fondo, una treta para no admitir que muchas cosas que vivimos quedaron enterradas bajo aludes de rutina. No nos damos cuenta de que, al limitarlo todo a 10 o 20 grandes momentos, estamos reconociendo que lo dem¨¢s fue relleno, guarnici¨®n; en resumen: sobras.
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