De Francia a Suecia
La presidencia semestral francesa de la Uni¨®n Europea se cierra empa?ada por la confusi¨®n que rodea al proyecto comunitario, por la mala gesti¨®n de la cumbre de Niza y sus postrimer¨ªas y por las propias disputas internas en Francia. El turno galo ha sufrido de la mezcla de cohabitaci¨®n y competencia con vistas a las pr¨®ximas presidenciales entre un jefe de Estado conservador-gaullista, Jacques Chirac, y un primer ministro socialista, Lionel Jospin. En la posici¨®n francesa hay una excesiva disparidad de puntos de vista sobre la construcci¨®n europea, que empiezan a surgir ahora a cielo abierto.El mayor logro ha sido cerrar el Tratado de Niza, no por su contenido, sino porque permite avanzar hacia la hist¨®rica ampliaci¨®n de la UE. Pero se ha hecho sin un dise?o claro del punto de llegada de un proceso que se inici¨® hace 50 a?os entre seis miembros y que, de momento, va para 27 con unas instituciones simplemente retocadas. En Niza, el esfuerzo por no romper la paridad institucional formal entre Francia y Alemania fue in¨²til. Chirac estaba dispuesto a renunciar a ella unos meses antes, pero la pol¨ªtica interna francesa le oblig¨® a dar marcha atr¨¢s. La relaci¨®n franco-alemana, que ya antes chirriaba, ha quedado da?ada. Francia debe a¨²n reconciliarse con el hecho de que Alemania ha salido de Niza como primus inter pares, y habr¨¢ de reinventar, mirando m¨¢s al futuro que al pasado, el eje Par¨ªs-Berl¨ªn.
Con todo, el resultado de estos seis meses no es malo. Se han puesto en pie las instituciones para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n, incluidas las de Defensa y los primeros pasos para una Fuerza Europea de Reacci¨®n R¨¢pida, aunque falte darle al conjunto un contenido pol¨ªtico. Se han logrado acuerdos sobre temas que ven¨ªan coleando desde hace a?os, como la fiscalidad sobre el ahorro o el estatuto de sociedad europeo. Se ha fijado una agenda social para los pr¨®ximos cinco a?os y se han reforzado las perspectivas pol¨ªticas del euro, pero no en el grado que pretend¨ªa Francia. Y la UE ha actuado tarde, pero con presteza, ante la nueva crisis de las vacas locas. No hay, sin embargo, resultados apreciables en la vertiente euromediterr¨¢nea. Cinco a?os despu¨¦s de su lanzamiento en Barcelona, el proceso de cooperaci¨®n en la cuenca de este viejo mar languidece.
A partir de la semana pr¨®xima, le toca el turno a Suecia, con dos prioridades: preparar las discusiones con vistas a la nueva reforma en 2004 y avanzar en las negociaciones con los pa¨ªses candidatos. Lo ocurrido durante el semestre franc¨¦s muestra que quiz¨¢s est¨¦ llegando la hora de suprimir las presidencias rotatorias a favor de un sistema m¨¢s estable. En Niza parece haberse acordado que todos los Consejos Europeos se celebren en adelante en Bruselas, para poner fin a lo que acaba siendo un circo medi¨¢tico ambulante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.