Fotograf¨ªa
Hay una fotograf¨ªa de Francesc Catal¨¢ Roca, tomada en la playa de la Malva-rosa en 1960, donde aparece en primer plano y de espaldas un peluquero con su larga bata blanca que est¨¢ afeitando la cabeza de un ni?o acomodado en una silla alta. Al fondo, las ¨²ltimas luces del d¨ªa se difuminan sobre el mar. Esta imagen del recientemente desaparecido artista catal¨¢n es al siglo XX lo que las pinturas de Sorolla sobre la misma playa representan para finales del XIX. Junto al cine, la fotograf¨ªa es, sin duda alguna, el arte del siglo que ahora termina. Contemplada al principio casi como una atracci¨®n de feria, la fotograf¨ªa ha despertado m¨¢s tarde la curiosidad general y se ha convertido en el fen¨®meno social por excelencia para reflejar un instante. Pero m¨¢s all¨¢ de su uso por las multitudes, la fotograf¨ªa ejemplifica esa lucha del arte en favor del recuerdo y en contra de la muerte.Ahora bien, hasta ocupar un lugar en los libros de historia del arte muchos fot¨®grafos han tenido que pelear duro. As¨ª en los bautizos y en las comuniones como en las guerras, tanto en el testimonio social como en la experimentaci¨®n de los laboratorios, los fot¨®grafos han logrado vencer prejuicios de todo tipo que pretend¨ªan condenar sus obras a la categor¨ªa de g¨¦nero menor. Paso a paso, creaci¨®n a creaci¨®n, la fotograf¨ªa se ha abierto un espacio en los santuarios de los museos en pie de igualdad con la pintura y con la escultura. En el respeto social y en la consideraci¨®n art¨ªstica de la fotograf¨ªa han jugado un papel esencial algunos profesionales -como el conservador del IVAM Josep Vicent Monz¨®- que han sabido ser cocineros y frailes, han combinado la teor¨ªa con la pr¨¢ctica, la erudici¨®n con la divulgaci¨®n. La mejor prueba del trabajo de Monz¨® se puede admirar hasta finales de febrero en las salas del ICO en Madrid donde el museo valenciano exhibe los fondos de fotograf¨ªa y de fotomontaje de su colecci¨®n. Nombres clave, tanto espa?oles como extranjeros, dan fe en esta muestra y en los cat¨¢logos de que sin la fotograf¨ªa resultar¨ªa imposible entender el siglo XX.
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