La solidaridad ciudadana llena el vac¨ªo de asistencia a la inmigraci¨®n

La situaci¨®n geogr¨¢fica de Tarifa (C¨¢diz) ha obligado a su poblaci¨®n a asumir el problema de la atenci¨®n a los inmigrantes provenientes del norte de ?frica. Sin embargo, las avalanchas de los dos ¨²ltimos meses, en los que han llegado m¨¢s de 2.000 inmigrantes, parecen haber alertado a la Diputaci¨®n gaditana, que de forma aut¨®noma y con fondos europeos ha tomado cartas en el asunto. Adem¨¢s del centro de primera estancia previsto en Algeciras, se abrir¨¢n unas instalaciones en el puerto de Tarifa para la atenci¨®n primaria.

En total es una inversi¨®n de 250 millones que permitir¨¢ acoger temporalmente a unas 250 personas. Hasta ahora, y a falta de la intervenci¨®n de la Administraci¨®n, son las ONG, principalmente Cruz Roja y M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF), con un total de 27 personas, las que se est¨¢n haciendo cargo de la asistencia a los inmigrantes, pese a carecer de recursos e infraestructuras suficientes. Se calcula que ambos centros podr¨ªan estar funcionando entre enero y febrero de este a?o que viene."Cuando los dos centros empiecen a funcionar, ya no habr¨¢ que meter a los inmigrantes en el polideportivo y podr¨¢ atend¨¦rseles de forma m¨¢s digna", comenta Pepe C¨¢rdenas, director de recursos humanos de la Cruz Roja de Tarifa. "En cuanto llegan m¨¢s de cien, como ocurri¨® hace dos semanas, se llenan los inh¨®spitos calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, donde son trasladados, se saturan y hay que buscarles alg¨²n alojamiento", a?ade.

Un fen¨®meno cada vez m¨¢s presente y persistente se ha ido resolviendo con soluciones provisionales. "Los vecinos, en cuanto se enteran de que ha llegado una patera, traen mantas y ropas secas de sus casas, o alimentos. Incluso ahora nos empiezan a llegar ayudas desde distintos puntos de Espa?a", explica Juan Trivi?o, presidente de Cruz Roja de Tarifa. Y, as¨ª, han ido saliendo del paso, pese a que en s¨®lo tres a?os han pasado de llegar 4.000 inmigrantes anuales a 14.000.

Esta situaci¨®n ha puesto de relieve la cuesti¨®n de si un problema constante como el de la inmigraci¨®n, concretamente la parte m¨¢s dram¨¢tica que es la llegada de pateras a las playas, se resuelve con la actuaci¨®n del voluntariado, la cesi¨®n de unas instalaciones deportivas por un ayuntamiento y la solidaridad de un pueblo. "?ste no es un problema de Tarifa, es un problema de todo el Estado. Este pueblo es s¨®lo la puerta de entrada de miles de personas que huyen de situaciones terribles. Ser¨ªa c¨®mico que el eterno problema del Norte y el Sur dependiera ahora de Tarifa, ?no cree?". El que inquiere de forma ir¨®nica es el alcalde de esa localidad, Juan Andr¨¦s Gil Garc¨ªa, de un grupo pol¨ªtico independiente. Lleva algo m¨¢s de un a?o gobernando y ya ha experimentado en bastantes ocasiones la dificultad de hacer frente al problema de la inmigraci¨®n: "Ha habido una nula respuesta de la Administraci¨®n central y de la Junta de Andaluc¨ªa. Se ha dejado todo en manos de las administraciones locales y de las ONG, adem¨¢s de la Guardia Civil. Al final, la Diputaci¨®n de C¨¢diz ha firmado un convenio con Cruz Roja y ha pagado 50 millones para construir y gestionar el centro de atenci¨®n primaria que se quiere ubicar en el puerto de Tarifa, pero a¨²n es necesaria una reuni¨®n entre administraciones para elaborar un plan de acci¨®n coherente y coordinado".

En el mismo sentido, Rafael Rom¨¢n, presidente de la Diputaci¨®n de C¨¢diz, afirma desde las obras del centro de primera estancia de Algeciras, que "ha habido una abdicaci¨®n de responsabilidades por parte del Estado, que deber¨ªa avergonzarse de la presencia de una organizaci¨®n humanitaria como M¨¦dicos Sin Fronteras, que suele acudir a zonas del mundo donde existen conflictos b¨¦licos, hambrunas y epidemias".

El hecho de que Tarifa sea s¨®lo un lugar de paso para todo aquel que se lanza a la arriesgada aventura de cruzar el Estrecho en busca de una vida mejor, queda patente cuando se pregunta por la poblaci¨®n inmigrante en la localidad. Silvia, una nigeriana que lleg¨® embarazada y que fue acogida por los due?os del c¨¢mping junto con su hijo, es la ¨²nica inmigrante que hay en Tarifa. Los que consiguen llegar a alg¨²n punto de los m¨¢s de 50 kilometros de costa del litoral tarife?o desaparecen en cuesti¨®n de horas. Los marroqu¨ªes detenidos son devueltos de inmediato a su pa¨ªs. "Los subsaharianos, en cambio, no pueden ser devueltos porque en la mayor¨ªa de los casos se desconoce el pa¨ªs de origen y, cuando se conoce, resulta casi imposible de comprobar", explica Francisco Espinosa, teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras. A ¨¦stos se les entrega una orden de retorno con un plazo de 40 d¨ªas para hacerla efectiva y se les deja en libertad. Evidentemente, ninguno vuelve a su pa¨ªs. "La mayor¨ªa vienen provistos de m¨®viles y tel¨¦fonos de contacto de gente que ya est¨¢ aqu¨ª. Basta con ver los prefijos de los n¨²meros: 950 (de Almer¨ªa), 91 (de Madrid), 93 (de Barcelona)... Casi todas las mujeres, y cada vez llegan m¨¢s (222 entre septiembre y diciembre, seg¨²n los datos de MSF), llegan con sus vidas hipotecadas para dedicarse a la prostituci¨®n y terminan en la Casa de Campo de Madrid o en cualquier club de alterne de la costa", explica el presidente de la Cruz Roja.

Cuenta la misma versi¨®n el padre Isidoro, tambi¨¦n conocido como el padre Patera, que coordina el centro algecire?o La Cruz Blanca y que afirma que "normalmente cogen los autobuses para Madrid o Barcelona que salen entre las diez y las once de la noche, y despu¨¦s ya no queda nadie". ?l empez¨® hace a?os a trabajar en ese centro, en un principio para atender a ancianos desasistidos. Ahora, adem¨¢s, acoge a los inmigrantes subsaharianos que no tienen dinero para pagarse el viaje hasta su lugar de destino y que esperan en Algeciras a que alg¨²n pariente o amigo les env¨ªe lo necesario para irse. A base de pedir subvenciones al Ayuntamiento, a la Diputaci¨®n y "a quien haga falta siempre que sea para hacer el bien", consigue sacar adelante a los que llegan y se prepara para los que quedan por llegar.

Los datos que da el alcalde de Tarifa a este respecto son estremecedores: en Marruecos hay un contingente permanente de 5.000 personas esperando para "saltar" al otro lado del Estrecho. "Ahora habr¨¢ muchas m¨¢s porque con el temporal no se atreven a embarcarse en esas peque?as lanchas neum¨¢ticas. Cuando amaine vendr¨¢n por centenares", augura el director de recursos humanos de la Cruz Roja de Tarifa.

Todos los actores de esta pel¨ªcula, basada en hechos reales y dirigida por un imperativo humanitario, conf¨ªan en que los centros de acogida est¨¦n terminados cuanto antes, aunque no est¨¦ del todo claro qui¨¦n los gestionar¨¢. Ambas instalaciones contar¨¢n con zonas de aseo, dormitorios, comedor, cocina, zona de ocio, de asistencia letrada y de asistencia m¨¦dica. Hasta el momento, la asistencia letrada es pr¨¢cticamente inexistente, salvo la informaci¨®n que se intenta difundir desde Algeciras Acoge, y los controles m¨¦dicos se vienen realizando a pie de playa, desde donde se env¨ªa a los inmigrantes que lo necesitan al centro de salud o al hospital, seg¨²n la gravedad de su estado.