Viejos trenes, nuevos caminos
Un paseo de Morata a Tielmes siguiendo el trazado de un ferrocarril que fue inaugurado en 1901
En Espa?a existen m¨¢s de 7.000 kil¨®metros de l¨ªneas f¨¦rreas desmanteladas, 800 de los cuales est¨¢n catalogados como v¨ªas verdes, una categor¨ªa un tanto vaga que incluye desde tramos que han sido acondicionados con fondos p¨²blicos, y que ofrecen un excelente firme apto para caminantes, ciclistas e incluso minusv¨¢lidos en silla de ruedas, hasta otros que, de momento, son un caos de balasto s¨®lo apto para romperse un tobillo. A los buenos pertenece la v¨ªa verde del Taju?a, que es el primer gran camino de nuestra regi¨®n que se hace sin pensar en los coches desde que, en 1749, Fernando VI construy¨® la carretera del puerto del Le¨®n. Ya era hora.
Inaugurado en 1901, el ferrocarril del Taju?a formaba parte de un proyecto para enlazar Madrid con el Bajo Arag¨®n, si bien nunca pas¨® de Aloc¨¦n (Guadalajara). En total, 143 kil¨®metros de v¨ªa estrecha que ten¨ªa su nacimiento en la estaci¨®n del Ni?o Jes¨²s, junto al Retiro, y que iba por Arganda hasta Morata, para desde aqu¨ª remontar la vega del Taju?a con rumbo a la Alcarria. M¨¢s conocido como el tren de Arganda ('que pita m¨¢s que anda'), el Rompecabezas -as¨ª tambi¨¦n llamado por la complejidad de su recorrido- vivir¨ªa sus d¨ªas m¨¢s dulces cargando remolacha en la vega del Taju?a con destino a la azucarera argande?a de La Poveda.
No pudiendo, empero, competir con el transporte por carretera, el ferrocarril del Taju?a aparc¨® sus coches de viajeros en 1953 y la l¨ªnea se marchit¨® poco a poco, quedando reducida a un tramo de 28 kil¨®metros que, hasta el invierno de 1998, us¨® una cementera de Vic¨¢lvaro para acarrear cal desde las canteras de El Alto, cerca de Arganda. Dicho tramo ser¨ªa reciclado poco despu¨¦s para el flamante metro de Arganda, y por las mismas fechas en que se constru¨ªa ¨¦ste se acondicionaban 34 kil¨®metros del viejo trazado, entre Morata de Taju?a y Ambite, con asfalto de color rojo, se?ales, aparcamientos y ¨¢reas de descanso para solaz de los excursionistas.
Llana, de firme terso y bien se?alizada, la v¨ªa verde del Taju?a es una delicia para el paseante, una gozada para el ciclista y (suponemos) una experiencia alucinante para el minusv¨¢lido que, sin apearse de su silla de ruedas, puede conocer un Madrid de huertas y alamedas que hasta hace poco s¨®lo pod¨ªa recorrerse por caminos embarrados y poco menos que en tractor.
No obstante, al pasar por los pueblos, encontraremos varios tramos de v¨ªa coincidentes con calles y caminos rurales abiertos al tr¨¢fico y veremos fealdades -naves industriales y cementerios de autom¨®viles, por citar s¨®lo dos- que nos recordar¨¢n en qu¨¦ siglo y en qu¨¦ regi¨®n estamos.
El inicio de la v¨ªa verde est¨¢ se?alizado 300 metros antes de entrar en Morata por la carretera M-506, sobre un altillo panor¨¢mico con aparcamiento, bancos y columpios. El camino, inicialmente rojo, pierde enseguida su color al atravesar la parte alta del pueblo, pero lo vuelve a recuperar a la salida para guiarnos sin p¨¦rdida posible a lo largo de un llan¨ªsimo paseo de ocho kil¨®metros entre olivares, carrascales, espartales y romerales eternamente floridos, mientras que a la derecha, allende la carretera M-506 -que corre siempre paralela a nuestra v¨ªa-, se explaya la vista por las aradas de la vega, las altas choperas y la cinta plateada del Taju?a.
Llegando a Perales de Taju?a, a la altura del kil¨®metro 9 de la v¨ªa, se presentan dos alternativas: atravesar directamente el pueblo o dar un rodeo por los campos que se extienden al sur. Ambos caminos est¨¢n se?alizados y ambos confluyen bajo los pilares del viaducto de la autov¨ªa A-3, donde hay que seguir la antigua N-III a mano derecha por espacio de 300 metros para encontrar de nuevo el inconfundible firme rojo de la v¨ªa. En menos de una hora se arriba a un hermoso puente de piedra caliza y, cruzando ¨¦ste, a Tielmes, que es un buen lugar para dar por concluida la caminata, sobre todo cuando se llevan andados 14 kil¨®metros desde Morata.En Espa?a existen m¨¢s de 7.000 kil¨®metros de l¨ªneas f¨¦rreas desmanteladas, 800 de los cuales est¨¢n catalogados como v¨ªas verdes, una categor¨ªa un tanto vaga que incluye desde tramos que han sido acondicionados con fondos p¨²blicos, y que ofrecen un excelente firme apto para caminantes, ciclistas e incluso minusv¨¢lidos en silla de ruedas, hasta otros que, de momento, son un caos de balasto s¨®lo apto para romperse un tobillo. A los buenos pertenece la v¨ªa verde del Taju?a, que es el primer gran camino de nuestra regi¨®n que se hace sin pensar en los coches desde que, en 1749, Fernando VI construy¨® la carretera del puerto del Le¨®n. Ya era hora.
Inaugurado en 1901, el ferrocarril del Taju?a formaba parte de un proyecto para enlazar Madrid con el Bajo Arag¨®n, si bien nunca pas¨® de Aloc¨¦n (Guadalajara). En total, 143 kil¨®metros de v¨ªa estrecha que ten¨ªa su nacimiento en la estaci¨®n del Ni?o Jes¨²s, junto al Retiro, y que iba por Arganda hasta Morata, para desde aqu¨ª remontar la vega del Taju?a con rumbo a la Alcarria. M¨¢s conocido como el tren de Arganda ('que pita m¨¢s que anda'), el Rompecabezas -as¨ª tambi¨¦n llamado por la complejidad de su recorrido- vivir¨ªa sus d¨ªas m¨¢s dulces cargando remolacha en la vega del Taju?a con destino a la azucarera argande?a de La Poveda.
No pudiendo, empero, competir con el transporte por carretera, el ferrocarril del Taju?a aparc¨® sus coches de viajeros en 1953 y la l¨ªnea se marchit¨® poco a poco, quedando reducida a un tramo de 28 kil¨®metros que, hasta el invierno de 1998, us¨® una cementera de Vic¨¢lvaro para acarrear cal desde las canteras de El Alto, cerca de Arganda. Dicho tramo ser¨ªa reciclado poco despu¨¦s para el flamante metro de Arganda, y por las mismas fechas en que se constru¨ªa ¨¦ste se acondicionaban 34 kil¨®metros del viejo trazado, entre Morata de Taju?a y Ambite, con asfalto de color rojo, se?ales, aparcamientos y ¨¢reas de descanso para solaz de los excursionistas.
Llana, de firme terso y bien se?alizada, la v¨ªa verde del Taju?a es una delicia para el paseante, una gozada para el ciclista y (suponemos) una experiencia alucinante para el minusv¨¢lido que, sin apearse de su silla de ruedas, puede conocer un Madrid de huertas y alamedas que hasta hace poco s¨®lo pod¨ªa recorrerse por caminos embarrados y poco menos que en tractor.
No obstante, al pasar por los pueblos, encontraremos varios tramos de v¨ªa coincidentes con calles y caminos rurales abiertos al tr¨¢fico y veremos fealdades -naves industriales y cementerios de autom¨®viles, por citar s¨®lo dos- que nos recordar¨¢n en qu¨¦ siglo y en qu¨¦ regi¨®n estamos.
El inicio de la v¨ªa verde est¨¢ se?alizado 300 metros antes de entrar en Morata por la carretera M-506, sobre un altillo panor¨¢mico con aparcamiento, bancos y columpios. El camino, inicialmente rojo, pierde enseguida su color al atravesar la parte alta del pueblo, pero lo vuelve a recuperar a la salida para guiarnos sin p¨¦rdida posible a lo largo de un llan¨ªsimo paseo de ocho kil¨®metros entre olivares, carrascales, espartales y romerales eternamente floridos, mientras que a la derecha, allende la carretera M-506 -que corre siempre paralela a nuestra v¨ªa-, se explaya la vista por las aradas de la vega, las altas choperas y la cinta plateada del Taju?a.
Llegando a Perales de Taju?a, a la altura del kil¨®metro 9 de la v¨ªa, se presentan dos alternativas: atravesar directamente el pueblo o dar un rodeo por los campos que se extienden al sur. Ambos caminos est¨¢n se?alizados y ambos confluyen bajo los pilares del viaducto de la autov¨ªa A-3, donde hay que seguir la antigua N-III a mano derecha por espacio de 300 metros para encontrar de nuevo el inconfundible firme rojo de la v¨ªa. En menos de una hora se arriba a un hermoso puente de piedra caliza y, cruzando ¨¦ste, a Tielmes, que es un buen lugar para dar por concluida la caminata, sobre todo cuando se llevan andados 14 kil¨®metros desde Morata.
A pie, en bici o en patinete
- D¨®nde. Morata de Taju?a dista 38 kil¨®metros de Madrid yendo por la carretera de Valencia (autov¨ªa A-3) y desvi¨¢ndose por la M-506 a la altura de Arganda. Una buena idea, si viajamos con m¨¢s de un veh¨ªculo, es dejar un coche en Tielmes por la ma?ana para luego poder regresar a Morata sin necesidad de desandar el camino. Otra opci¨®n es ir en autob¨²s a Morata con la empresa La Veloz ( 91 409 76 02; salida en la avenida del Mediterr¨¢neo, 49) y regresar de Tielmes a Madrid con Argabus (91 871 25 11). - Cu¨¢ndo. Paseo de 14 kil¨®metros -s¨®lo ida- y unas tres horas y media de duraci¨®n, llano y con una dificultad muy baja, que puede hacerse a pie, en bici o en patinete. Se recomienda para invierno, que es una ¨¦poca bastante suave en el sureste de Madrid. - Qui¨¦n. Anaya y la Fundaci¨®n de los Ferrocarriles Espa?oles han editado la Gu¨ªa de v¨ªas verdes (volumen 2), donde se describe con todo detalle este y otros itinerarios siguiendo la vieja l¨ªnea del Taju?a. Tambi¨¦n puede consultarse la p¨¢gina web www.viasverdes.com. - Y qu¨¦ m¨¢s. Cartograf¨ªa: mapa 20-23 (Arganda) del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito o, en su defecto, la hoja equivalente (583) del Instituto Geogr¨¢fico Nacional, ambas a escala 1:50.000.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.