?Se mueven en distintas direcciones las econom¨ªas estadounidense y europea?
Puede que se est¨¦ rompiendo un v¨ªnculo b¨¢sico entre las econom¨ªas estadounidense y europea occidental. Esto se ha comentado poco, pero es muy importante, porque podr¨ªa introducir en la econom¨ªa mundial un factor de estabilidad que no hab¨ªa existido antes. En el pasado, si la econom¨ªa estadounidense se ralentizaba bruscamente, como lo ha hecho en las ¨²ltimas semanas, la econom¨ªa mundial le segu¨ªa el paso. Durante 50 a?os rigi¨® el clich¨¦ de que, si EE UU estornudaba, Europa (con el resto del mundo) cog¨ªa un catarro. As¨ª, si ca¨ªa el d¨®lar, el resto de las divisas se ve¨ªa amenazado. Pero Jean-Claude Trichet, gobernador del Banco de Francia, dijo a finales de la semana pasada que eso ahora se ha terminado.
Lo que ha sucedido en los mercados de valores y en la econom¨ªa al por menor de Estados Unidos en las ¨²ltimas semanas ha hecho que muchos piensen que la larga expansi¨®n est¨¢ llegando a su fin. La fuerte recuperaci¨®n de los valores tecnol¨®gicos del viernes pasado no logr¨® convencer a los analistas de que dichos valores se hab¨ªan recuperado, ni restablecer la fe en la llamada nueva econom¨ªa. Las primeras cotizaciones despu¨¦s de Navidad confirmaron este escepticismo.
Los acontecimientos en la Bolsa y el d¨¦ficit de EE UU han hecho ya que algunos inversores y economistas se pregunten si en realidad hubo alguna vez una nueva econom¨ªa. Han proliferado las se?ales de alarma en torno a los beneficios y la confianza del consumidor ha ca¨ªdo dr¨¢sticamente. Se calcula que la econom¨ªa al por menor de Navidad ha sido la peor de la d¨¦cada (la escasez de compradores daba un poco de miedo, seg¨²n dijo a un periodista un empleado de ventas de Saks Fifth Avenue).
La maravillosa visi¨®n de una sociedad econ¨®mica transformada en lo fundamental, e incluso hasta extremos inimaginables, por la tecnolog¨ªa y por Internet ya no convence. John Makin, del American Enterprise Institute, afirma que Estados Unidos probablemente ha entrado ya en una recesi¨®n y est¨¢ en una trayectoria de descenso din¨¢micamente inestable.
Sin embargo, cualquier recesi¨®n en Estados Unidos, si es que llega, podr¨ªa confirmar la liberaci¨®n de la econom¨ªa europea. El supuesto convencional ha sido que un frenazo en la expansi¨®n estadounidense podr¨ªa provocar, como en el pasado, las mismas consecuencias fuera de Estados Unidos. El Financial Times de Londres comentaba el pasado s¨¢bado que el Reino Unido se ver¨ªa muy afectado por una recesi¨®n de la econom¨ªa estadounidense, y los ¨ªndices de confianza entre los empresarios hab¨ªan descendido en Alemania debido a la preocupaci¨®n por la situaci¨®n en EE UU. La prensa econ¨®mica ha sacado mucho partido al tema del 'aterrizaje brusco' frente al 'aterrizaje suave'.
Sin embargo, las econom¨ªas europeas se mantienen a flote. El euro, la divisa europea, aunque maltratada por la opini¨®n y desvalorizada por los agentes a lo largo del a?o, se dispar¨® en el ¨²ltimo d¨ªa de operaciones antes de las vacaciones de Navidad. Las cotizaciones en euros registraron una actividad excepcional, coloc¨¢ndolo por encima de los 0,92 d¨®lares por primera vez desde agosto (y en su cotizaci¨®n m¨¢xima en nueve meses frente al yen japon¨¦s). En los mercados de derivados parec¨ªa evidente la nueva confianza en el euro. El Bank of America prev¨¦ que el euro volver¨¢ a la paridad con el d¨®lar en seis meses.
Las previsiones para la tasa de crecimiento europea se mantienen relativamente fuertes, incluso para Gran Breta?a, que est¨¢ fuera de la zona euro y con una divisa probablemente sobrevalorada. Las previsiones de crecimiento medio para Gran Breta?a el a?o que viene son del 2,6%, por debajo del 3% de este a?o. Sin embargo, se espera que las 11 econom¨ªas de la zona euro crezcan por encima del 3% el a?o que viene, una tasa que, por primera vez en 10 a?os, es m¨¢s elevada que la prevista para Estados Unidos.
La econom¨ªa alemana est¨¢ en una forma excelente. El desempleo ha estado cayendo durante los ¨²ltimos ocho meses, hasta alcanzar las cifras ajustadas a la estaci¨®n m¨¢s bajas de los ¨²ltimos cinco a?os. La confianza en Francia tambi¨¦n se mantiene alta, y se registraron fuertes ventas en Navidad. El consumo dom¨¦stico de muebles, aparatos electr¨®nicos y electrodom¨¦sticos se dispar¨® en noviembre; y el desempleo ha ca¨ªdo incluso m¨¢s que en Alemania. Evidentemente, ¨¦stas son tendencias reversibles, pero, si se confirmaran, las dos mayores econom¨ªas del mundo, la estadounidense y la de la Uni¨®n Europea, se estar¨ªan moviendo en distintas direcciones, sostenidas por acontecimientos y fuerzas econ¨®micos propios.
Estados Unidos sigue siendo la primera econom¨ªa del mundo en lo que se refiere a influencia y, hasta ahora, a crecimiento. Pero puede que las econom¨ªas de la Uni¨®n Europea hayan alcanzado una masa cr¨ªtica, una convergencia y un nivel de coordinaci¨®n pol¨ªtica que podr¨ªa desvincularlas de forma decisiva de los acontecimientos econ¨®micos en EE UU.
La explicaci¨®n de esta incipiente autonom¨ªa de la econom¨ªa europea podr¨ªa ser la creaci¨®n y la madurez de la divisa com¨²n, el euro. Antes de la uni¨®n monetaria, los tipos de cambio y de inter¨¦s estaban dictados principalmente por la defensa de unas divisas relativamente d¨¦biles. Por lo general, esto significaba mantener los tipos de inter¨¦s nacionales en unos niveles que ralentizaban la actividad general y el crecimiento europeo. Las pol¨ªticas econ¨®micas de los pa¨ªses de la UE estaban determinadas indirectamente por la reacci¨®n a la pol¨ªtica de EE UU con respecto al d¨®lar, elaborada con referencia a la coyuntura estadounidense, no a la europea.
El pluralismo del poder econ¨®mico est¨¢ en v¨ªas de restauraci¨®n desde que los europeos establecieron el mercado ¨²nico en 1992. Este logro significar¨ªa que la econom¨ªa mundial tiene dos puntos de apoyo fuertes y aut¨®nomos, y eso parece estar m¨¢s cerca de lo que lo ha estado nunca.
William Pfaff es experto estadounidense en pol¨ªtica internacional. ? LAT Syndicate.
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