Francia alerta de que los tests pri¨®nicos dan falsos negativos
La Agencia Francesa para la Seguridad Sanitaria de los Alimentos record¨® ayer que los tests empleados para detectar la ESB (encefalopat¨ªa espongiforme bovina) 'no deben llevar a prestar menor atenci¨®n a las otras medidas puestas en pie para identificar la enfermedad', puesto que 'un resultado negativo del test no significa que el animal est¨¦ indemne de ESB'. Tanto el test suizo Prionics como el franco-estadounidense Biorad, s¨®lo detectan el agente pat¨®geno cuando se encuentra en el sistema nervioso central.
El ministro franc¨¦s de Agricultura, Jean Glavany, declar¨®: 'Hacemos lo que podemos. Cuando existan tests m¨¢s fiables, nos serviremos de ellos'. Francia realiza en la actualidad 20.000 tests semanales entre su caba?a bovina de m¨¢s de treinta meses. 'Se trata de tranquilizar a la opini¨®n p¨²blica, de restablecer la confianza', dijo Glavany. Los tests, cuyo coste acabar¨¢ pagando el consumidor a trav¨¦s de un ligero aumento del precio del kilo de carne, forman parte de esa estrategia.
Paro en mataderos
Para el responsable del laboratorio de Moulins, uno de los 14 actualmente capaces de realizar los tests en Francia (pa¨ªs donde el a?o pasado se registraron 160 casos), 'hubiera sido mejor esperar 15 d¨ªas m¨¢s para poner en marcha la campa?a de tests obligatorios'. 'Nuestras instalaciones est¨¢n preparadas para efectuar 200 tests diarios y ayer realizamos 579', a?adi¨® Glavany. El resultado es que muchos mataderos est¨¢n en paro t¨¦cnico, esperando que los animales puedan ser controlados. 'Hab¨ªa que lanzarse al agua aunque no todo estuviera preparado. Un periodo de rodaje es inevitable', dijo.
Antes de que acabe el mes de enero se espera que todos los mataderos puedan contar en la proximidad de sus instalaciones con una laboratorio avalado por las autoridades sanitarias. 'En la actualidad hay mataderos que quedan a 300 kil¨®metros del laboratorio m¨¢s cercano', admit¨ªa el ministro.
La urgencia de la campa?a francesa fue, en realidad, decretada de manera involuntaria por el presidente Chirac cuando exigi¨®, por sorpresa y a trav¨¦s de un mensaje televisado especial, que el Gobierno hiciera extensivos los tests a toda la caba?a bovina francesa. El efecto fue inmediato: el consumo de carne de vacuno cay¨® entre un 40% y un 50% y el Ejecutivo se vio obligado a poner en marcha un plan costoso y cuya eficacia queda lejos de ser absoluta. 'Los ganaderos no pod¨ªan seguir esperando. Los consumidores tampoco estaban dispuestos a hacerlo', respondi¨® Glavany.
Comisi¨®n parlamentaria
Por otro lado, el PSOE
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