Las iglesias y el Ej¨¦rcito entregan a Lagos los datos sobre desaparecidos despu¨¦s de seis meses de b¨²squeda

Representantes de las Fuerzas Armadas y Carabineros y de las iglesias cat¨®lica y evang¨¦lica, el credo jud¨ªo y la masoner¨ªa entregaron ayer al presidente Ricardo Lagos los informes que durante seis meses prepararon estas instituciones sobre el destino de los detenidos desaparecidos en la dictadura de Pinochet, al amparo de una ley dictada el a?o pasado, despu¨¦s de un acuerdo suscrito por la mesa de di¨¢logo de militares y abogados defensores de los derechos humanos, que protege el secreto de la fuente de informaci¨®n.

El Gobierno entregar¨¢ hoy los informes a la Corte Suprema para que la justicia investigue su veracidad, y el pr¨®ximo lunes, Lagos dar¨¢ cuenta al pa¨ªs por cadena nacional de los datos recopilados. La Agrupaci¨®n de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) pidi¨® ayer por carta al jefe del Estado que los antecedentes sean entregados de manera personalizada a los parientes de las v¨ªctimas y que la lista de los cuerpos que ser¨ªan ubicables no se divulgue hasta que los familiares lo decidan.

Las principales expectativas se centran en el contenido de los informes de las Fuerzas Armadas y Carabineros, quienes dirigieron -y efectuaron- la represi¨®n en la dictadura, que ayer entreg¨® a Lagos el vicario general castrense, Pablo Lizama. Aunque previamente los militares dijeron que ellos no ten¨ªan estos datos, sino que estaban en poder de uniformados en retiro, despu¨¦s presionaron con que la recopilaci¨®n de informaci¨®n fue afectada por el caso Pinochet. De los 1.102 detenidos desaparecidos que hubo en la dictadura de Pinochet, 193 han sido ubicados -la mayor parte en democracia- en cementerios y fosas clandestinas, mientras quedan por ubicar los restos de 909 personas.

Diversas fuentes esperaban que los informes entregados ayer -descartando aquellos casos en que se repiten nombres o en que se proporcionan antecedentes de casos ya aclarados- alcanzar¨¢n a m¨¢s de 300. Pero esto depender¨¢ de la naturaleza y rigurosidad de la informaci¨®n -los datos que recogieron algunas instituciones son m¨¢s claros que los de otras-, la validez de las fuentes y de cu¨¢ntos restos se encuentran en algunas sepulturas. Todo ser¨¢ investigado por la justicia.