Lugar de paso
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El incremento de las reagrupaciones familiares muestra, seg¨²n el citado informe, el car¨¢cter 'irrevocable' de la tendencia, o incluso la voluntad, al asentamiento 'm¨¢s o menos definitivo' de los inmigrantes establecidos en Almer¨ªa. De las 64 reagrupaciones familiares autorizadas en 1994 se pas¨® a 478 en 1998. La previsi¨®n para 1999, recogida en el informe, era de 807 familias en la provincia.
La soci¨®loga ?ngeles Casta?o, encargada del estudio, se?ala que incluso en los casos de reagrupaciones familiares se aprecian dificultades para acceder a viviendas dignas. El 60% de las familias de inmigrantes habitan en peque?os inmuebles diseminados por las zonas agr¨ªcolas, aunque el porcentaje var¨ªa seg¨²n las poblaciones. En los municipios con mayor presencia magreb¨ª, como El Ejido, V¨ªcar, La Mojonera y N¨ªjar, la dispersi¨®n rural es mayor que en localidades con mayor presencia de subsaharianos y centroafricanos, como Roquetas de Mar. Algunas autoridades municipales, como el alcalde de El Ejido, Juan Enciso, han mantenido una l¨ªnea de apoyo total a la dispersi¨®n de los inmigrantes fuera de los n¨²cleos urbanos.
Pero esto lleva camino de ser muy negativo para los intereses de los agricultores, ya que, seg¨²n Casta?o, influye para que incluso los inmigrantes con m¨¢s de cinco a?os de estancia (los que protagonizan la reagrupaci¨®n) se planteen su residencia en Almer¨ªa 'como un lugar de paso'. El coste econ¨®mico que deben asumir los empresarios agr¨ªcolas por 'la inestabilidad' de la mano de obra despu¨¦s de a?os de formaci¨®n y especializaci¨®n 'es incalculable'.
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