Y t¨² m¨¢s

Andaluc¨ªa afronta el inicio de a?o con los mismos problemas sin resolver y, lo peor de todo, con escasas perspectivas de que se vaya a encontrar una soluci¨®n cercana, tal y como demandan las circunstancias. En contra de las expectativas generadas al comienzo de la legislatura -momento en el que tanto el presidente de Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, como el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, coincid¨ªan en se?alar que est¨¢bamos en un nuevo escenario pol¨ªtico-, lo cierto es que, tal y como apuntan todos los indicios, el encontronazo institucional est¨¢ servido.

Parece inevitable, por tanto, que estamos condenados a asistir, una vez m¨¢s, a la llamada confrontaci¨®n entre ambas Administraciones, dado que en la aprobaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado, Andaluc¨ªa no ha visto confirmada ninguna de sus esperanzas relativas a determinadas inversiones e infraestructuras, deuda hist¨®rica o reconocimiento del censo real de poblaci¨®n. Como se puede observar, viejas reivindicaciones que se arrastran en el tiempo sin salida aparente alguna.

A prop¨®sito del censo, para aquellos que en las filas del PP andaluz trataban de relativizar la importancia y el valor que tiene el elemento poblacional a la hora de fijar la financiaci¨®n -ah¨ª est¨¢n las hemerotecas-, conviene recordar lo sucedido en la ¨²ltima cumbre de Niza, donde Aznar se emple¨® a fondo para conseguir un mayor peso de Espa?a en el concierto internacional bas¨¢ndose, precisamente, en el n¨²mero de habitantes de nuestro pa¨ªs como uno de los ejes claves de su t¨¢ctica negociadora. Menos mal, en relaci¨®n con la financiaci¨®n auton¨®mica, parece que, en Madrid, PP y PSOE tratan de buscar un m¨ªnimo consenso abri¨¦ndose, adem¨¢s, un camino la tesis apuntada desde Andaluc¨ªa, que viene a se?alar que lo importante es determinar cu¨¢nto dinero va a recibir cada comunidad.

Te¨®fila y la Zona Franca

Pero ser¨¢n otros asuntos m¨¢s prosaicos los que seguir¨¢n animando el debate pol¨ªtico andaluz como es, el relativo al llamado caso Zona Franca y que protagoniza su singular delegado estatal en C¨¢diz, Manuel Rodr¨ªguez de Castro.

Este esc¨¢ndalo, motivado por los desorbitados gastos en relaciones externas y protocolo de este estrecho colaborador pol¨ªtico de la presidenta regional del PP, Te¨®fila Mart¨ªnez, amenaza con convertirse en una seria complicaci¨®n pol¨ªtica para la alcaldesa gaditana, jefa de la oposici¨®n andaluza.

En esta semana, los socialistas formalizar¨¢n su petici¨®n para la apertura de una comisi¨®n de investigaci¨®n en el consorcio de dicha Zona Franca, que preside la propia Mart¨ªnez.

Se pretende as¨ª que se aclaren las andanzas de este cargo p¨²blico tan generoso, como parece, con las tarjetas de cr¨¦dito que, sorprendentemente, el Estado le ha puesto en sus manos. Unas indagaciones que ha de aclarar tambi¨¦n, entre otras cosas, su vinculaci¨®n con empresas privadas en las que figura como administrador ¨²nico.

Mart¨ªnez, en este caso, se ha movido con escaso acierto y una evidente torpeza. Mientras que queda por aclarar si ella conoc¨ªa previamente las andanzas de su pol¨¦mico colaborador, hasta ahora se ha limitado a justificar pol¨ªticamente su actuaci¨®n y, lejos de poner tierra de por medio con respecto al mismo, se ha situado al frente de su defensa, a la que, sospechosamente, pocas voces m¨¢s del PP se han sumado. Incluso est¨¢ dise?ando una contraofensiva que se va a limitar al ya cl¨¢sico 'y t¨² m¨¢s', con acusaciones ya viejas y referidas a los antecesores en el cargo de Rodr¨ªguez de Castro, ambos del PSOE y uno de ellos, adem¨¢s, ya fallecido.

A Mart¨ªnez, esta pelea le est¨¢ costando m¨¢s tiempo del necesario en un momento clave, ya que se espera que en estos d¨ªas el Gobierno andaluz ponga en marcha, de una vez por todas, el paquete de iniciativas que ha anunciado en reiteradas ocasiones el presidente Chaves para tratar de impulsar la actividad pol¨ªtica de su Ejecutivo. Una forma as¨ª de dar respuesta a las cr¨ªticas surgidas sobre la inactividad del Gobierno andaluz y su bajo perfil, tal y como le vienen achacando.