La riada continua de Caldas de Reis
Los vecinos rechazan una nueva presa y reclaman que se drague el r¨ªo Umia, desbordado 10 veces esta temporada
En Caldas de Reis (Pontevedra) las riadas no son de ahora ni pillan desprevenido al vecindario. 'Aqu¨ª todo el mundo sabe c¨®mo funciona el r¨ªo', asegura el alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa Tob¨ªo Barreira, del PSOE. Lo ¨²nico anormal este a?o es la frecuencia de los desbordamientos, que tiene a una parte de la poblaci¨®n en permanente jaque. Van 10 en la temporada. El Umia, que baja r¨¢pido desde A Estrada, encuentra en Caldas un valle f¨¢cil para su expansi¨®n antes de vaciarse en el mar, e infaliblemente visita la calle Real del pueblo como quien va de tiendas anegando almacenes y expositores. A veces da tiempo a salvar cosas y otras, no tanto. Los vecinos reclaman que la Xunta drague el r¨ªo hasta su desembocadura mientras, desde hace cinco a?os, mantienen una cerrada oposici¨®n a la presa, ya construida, que lo embalsar¨¢ aguas arriba.
El Umia desborda en Caldas cuando supera los 2,75 metros de su cauce. Los ni?os ya se educan tomando referencias de los niveles que alcanza el agua y su significaci¨®n. Todos los a?os penetra un par de veces en la calle Real. Las viviendas est¨¢n en las plantas superiores y no se recuerdan desgracias personales por las riadas. La m¨¢s fuerte data de 1987, con 5,35 metros. La v¨ªspera de Reyes, fecha de la d¨¦cima y m¨¢s intensa de esta temporada, alcanz¨® los 5,15 metros. Unas 40 tiendas y 20 garajes quedaron anegados. Los da?os aparentemente m¨¢s significativos los sufrieron una fruter¨ªa y una farmacia abiertas hace un a?o. Pasaron el d¨ªa de Reyes retirando el lodo y evaluando p¨¦rdidas para pelearlas con los inspectores de seguros. Tambi¨¦n pedir¨¢n bonificaciones fiscales. Nada les compensar¨¢, sin embargo, lo que han dejado de vender en Navidad y Reyes.
La presa del Umia permitir¨¢, seg¨²n la Xunta, abastecer de agua durante el verano a la comarca del Saln¨¦s y controlar estas inundaciones del invierno. Los vecinos desmienten ambos objetivos. 'Lo ¨²nico que les interesa es la explotaci¨®n hidroel¨¦ctrica', asegura Paloma Fern¨¢ndez, presidenta de la Coordinadora Anti-Embalse que agrupa a vecinos de Caldas, Cuntis y Mora?a. 'Y es un desprop¨®sito absoluto', a?ade.
La presa, de 40 metros de altura, se encuentra a poco m¨¢s de un kil¨®metro, aguas arriba, del casco urbano de Caldas, donde viven 4.000 de sus 9.700 habitantes. El r¨ªo baja enca?onado y salvando un desnivel de 102 metros en cascadas de espectacular belleza. El proyecto no dispone de estudios de impacto ambiental ni de resistencia geol¨®gica de los terrenos. 'A la vuelta de unos a?os podr¨ªamos encontrarnos con otro Ribadelago', se?ala Paloma Fern¨¢ndez, aludiendo a la tr¨¢gica inundaci¨®n que borr¨® del mapa ese pueblo de Zamora en 1959. Esta presa de Caldas embalsar¨¢ siete millones de metros c¨²bicos de agua que inundar¨¢n casi 2.300 fincas a lo largo de seis kil¨®metros.
La Coordinadora se ha provisto de sendos informes de las universidades de Santiago y Vigo que cuestionan dr¨¢sticamente la obra. La Xunta no los ha respondido, pero s¨ª han tenido eco en los tribunales, que dirimen varios contenciosos, y en el Parlamento Europeo, que tambi¨¦n tendr¨¢ que pronunciarse sobre el asunto. 'Estamos seguros de que van a parar este desprop¨®sito', conf¨ªa Fern¨¢ndez.
Un clima suave, hermosos paisajes, aguas termales... Los vecinos lo ven todo amenazado por el embalse. Desde hace cinco a?os vienen litigando con la Xunta y, a la vez, participando en manifestaciones y movilizaciones diversas contra el proyecto que incluye dos centrales hidroel¨¦ctricas: una, junto al embalse y, la otra, aguas abajo, derivando por un t¨²nel el desnivel de 20 metros que ahora salva el r¨ªo formando las impresionantes cascadas. 'La hidroel¨¦ctrica tendr¨¢ un rentabilidad alt¨ªsima, de 700 millones de pesetas al a?o, y eso es lo que condiciona todo', afirma el alcalde.
Desde Caldas, donde gobiernan los socialistas desde 1979, el r¨ªo traza un curso sinuoso de 10 kil¨®metros hasta su desembocadura. No se draga ni limpian m¨¢rgenes desde hace 12 a?os y adem¨¢s en esos a?os se han instalado industrias que contribuyen a encorsetar el cauce. 'La limpieza del r¨ªo, incluyendo la supresi¨®n o aliviadero de meandros, costar¨ªa unos 300 millones de pesetas', dice Tob¨ªo. 'Pero la Xunta no ha invertido en este pueblo ni una peseta en infraestructuras desde que Fraga est¨¢ en la presidencia', se queja.En Caldas de Reis (Pontevedra) las riadas no son de ahora ni pillan desprevenido al vecindario. 'Aqu¨ª todo el mundo sabe c¨®mo funciona el r¨ªo', asegura el alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa Tob¨ªo Barreira, del PSOE. Lo ¨²nico anormal este a?o es la frecuencia de los desbordamientos, que tiene a una parte de la poblaci¨®n en permanente jaque. Van 10 en la temporada. El Umia, que baja r¨¢pido desde A Estrada, encuentra en Caldas un valle f¨¢cil para su expansi¨®n antes de vaciarse en el mar, e infaliblemente visita la calle Real del pueblo como quien va de tiendas anegando almacenes y expositores. A veces da tiempo a salvar cosas y otras, no tanto. Los vecinos reclaman que la Xunta drague el r¨ªo hasta su desembocadura mientras, desde hace cinco a?os, mantienen una cerrada oposici¨®n a la presa, ya construida, que lo embalsar¨¢ aguas arriba.
El Umia desborda en Caldas cuando supera los 2,75 metros de su cauce. Los ni?os ya se educan tomando referencias de los niveles que alcanza el agua y su significaci¨®n. Todos los a?os penetra un par de veces en la calle Real. Las viviendas est¨¢n en las plantas superiores y no se recuerdan desgracias personales por las riadas. La m¨¢s fuerte data de 1987, con 5,35 metros. La v¨ªspera de Reyes, fecha de la d¨¦cima y m¨¢s intensa de esta temporada, alcanz¨® los 5,15 metros. Unas 40 tiendas y 20 garajes quedaron anegados. Los da?os aparentemente m¨¢s significativos los sufrieron una fruter¨ªa y una farmacia abiertas hace un a?o. Pasaron el d¨ªa de Reyes retirando el lodo y evaluando p¨¦rdidas para pelearlas con los inspectores de seguros. Tambi¨¦n pedir¨¢n bonificaciones fiscales. Nada les compensar¨¢, sin embargo, lo que han dejado de vender en Navidad y Reyes.
La presa del Umia permitir¨¢, seg¨²n la Xunta, abastecer de agua durante el verano a la comarca del Saln¨¦s y controlar estas inundaciones del invierno. Los vecinos desmienten ambos objetivos. 'Lo ¨²nico que les interesa es la explotaci¨®n hidroel¨¦ctrica', asegura Paloma Fern¨¢ndez, presidenta de la Coordinadora Anti-Embalse que agrupa a vecinos de Caldas, Cuntis y Mora?a. 'Y es un desprop¨®sito absoluto', a?ade.
La presa, de 40 metros de altura, se encuentra a poco m¨¢s de un kil¨®metro, aguas arriba, del casco urbano de Caldas, donde viven 4.000 de sus 9.700 habitantes. El r¨ªo baja enca?onado y salvando un desnivel de 102 metros en cascadas de espectacular belleza. El proyecto no dispone de estudios de impacto ambiental ni de resistencia geol¨®gica de los terrenos. 'A la vuelta de unos a?os podr¨ªamos encontrarnos con otro Ribadelago', se?ala Paloma Fern¨¢ndez, aludiendo a la tr¨¢gica inundaci¨®n que borr¨® del mapa ese pueblo de Zamora en 1959. Esta presa de Caldas embalsar¨¢ siete millones de metros c¨²bicos de agua que inundar¨¢n casi 2.300 fincas a lo largo de seis kil¨®metros.
La Coordinadora se ha provisto de sendos informes de las universidades de Santiago y Vigo que cuestionan dr¨¢sticamente la obra. La Xunta no los ha respondido, pero s¨ª han tenido eco en los tribunales, que dirimen varios contenciosos, y en el Parlamento Europeo, que tambi¨¦n tendr¨¢ que pronunciarse sobre el asunto. 'Estamos seguros de que van a parar este desprop¨®sito', conf¨ªa Fern¨¢ndez.
Un clima suave, hermosos paisajes, aguas termales... Los vecinos lo ven todo amenazado por el embalse. Desde hace cinco a?os vienen litigando con la Xunta y, a la vez, participando en manifestaciones y movilizaciones diversas contra el proyecto que incluye dos centrales hidroel¨¦ctricas: una, junto al embalse y, la otra, aguas abajo, derivando por un t¨²nel el desnivel de 20 metros que ahora salva el r¨ªo formando las impresionantes cascadas. 'La hidroel¨¦ctrica tendr¨¢ un rentabilidad alt¨ªsima, de 700 millones de pesetas al a?o, y eso es lo que condiciona todo', afirma el alcalde.
Desde Caldas, donde gobiernan los socialistas desde 1979, el r¨ªo traza un curso sinuoso de 10 kil¨®metros hasta su desembocadura. No se draga ni limpian m¨¢rgenes desde hace 12 a?os y adem¨¢s en esos a?os se han instalado industrias que contribuyen a encorsetar el cauce. 'La limpieza del r¨ªo, incluyendo la supresi¨®n o aliviadero de meandros, costar¨ªa unos 300 millones de pesetas', dice Tob¨ªo. 'Pero la Xunta no ha invertido en este pueblo ni una peseta en infraestructuras desde que Fraga est¨¢ en la presidencia', se queja.
Embalse o balneario
La presa del r¨ªo Umia alterar¨¢ la climatolog¨ªa de la zona, seg¨²n los datos de la Coordinadora Anti-Embalse, a?adiendo nieblas y humedales, y podr¨ªa anular la fuente termal que asoma en Cuntis y da nombre a la comarca desde los romanos. Las aguas de Caldas son clorurosulforadas, manan a 48?C de temperatura y est¨¢n indicadas para dolencias del sistema respiratorio, reumas y 'enfermedades de la mujer'. Hay un balneario en Cuntis y dos en Caldas. El alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa Tob¨ªo ha embarcado al pueblo en un proyecto europeo (junto a griegos, italianos y portugueses) que financiar¨¢ la construcci¨®n sobre el r¨ªo de un complejo balneario moderno. 'Los que hay ahora se han quedado obsoletos y ni siquiera funcionan todo el a?o. Aqu¨ª hay un enorme potencial tur¨ªstico que apenas se aprovecha', asegura Tob¨ªo.
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