?Una cuesti¨®n catalana?

Casualidad o consecuencia de una sociedad m¨¢s desarrollada en el bienestar, lo cierto es que en Espa?a el debate sobre la muerte digna, en sus distintos niveles de discusi¨®n -el m¨¢s ambicioso, la eutanasia activa; el menos pol¨¦mico, este testamento vital de la Iglesia cat¨®lica-, es una cuesti¨®n promovida por catalanes.

'Hago constar que temo menos al adelantamiento de mi hora final que a los sufrimientos in¨²tiles y la degradaci¨®n e indignidad de la persona', dec¨ªa en 1987 el testamento vital redactado por un grupo de juristas catalanes por encargo de la Asociaci¨®n por el Derecho a Morir Dignamente.

Dos a?os antes, el ministro de Sanidad, el catal¨¢n Ernest Lluch, asesinado por ETA en noviembre pasado, hab¨ªa introducido en la Ley General de Sanidad el concepto del 'consentimiento informado', para fortalecer la capacidad de decisi¨®n de los pacientes frente a tratamientos m¨¦dicos agresivos. De Catalu?a lleg¨® a las Cortes la primera propuesta de eutanasia pasiva, redactada por el jurista Ces¨¢reo Rodr¨ªguez Aguilera, ex presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona. Y catal¨¢n, muy catal¨¢n, fue el prelado que encabez¨® en la Iglesia cat¨®lica el movimiento por una muerte digna, plasmado ahora en el testamento vital de la muy conservadora Conferencia Episcopal Espa?ola.

Se trata del arzobispo de Barcelona, el cardenal Narc¨ªs Jubany Arnau, nacido en 1913 en Santa Coloma de Farners y fallecido en 1996 despu¨¦s de jugar en Catalu?a un papel semejante al que el cardenal Vicente Enrique y Taranc¨®n, valenciano, desempe?¨® en Madrid durante la transici¨®n de la Iglesia cat¨®lica desde el nacionalcatolicismo intransigente hacia la democracia.

Jubany presidi¨® en la Conferencia Episcopal el comit¨¦ para la defensa de la vida, que promovi¨® un documento ya famoso: Eutanasia. Cien cuestiones y respuestas, del que tiempo despu¨¦s los expertos de la CEE en la Comisi¨®n de Pastoral de la Salud extrajeron el testamento vital ahora publicado en la red.