Saramago explica que la caverna de hoy son los escaparates de centros comerciales
El premio Nobel de Literatura de 1998 publica una novela en torno al mito de Plat¨®n
Saramago ha tejido una involuntaria trilog¨ªa sobre las p¨¦rdidas del hombre. En Ensayo sobre la ceguera, la p¨¦rdida se refer¨ªa a la vista; en Todos los nombres, al propio nombre; y ahora en La caverna, al empleo. Las tres novelas han sido publicadas por Alfaguara, que ayer convoc¨® una multitudinaria conferencia de prensa en la Casa de Am¨¦rica, en Madrid, donde el autor portugu¨¦s (Azinhaga, 1922) disert¨® durante cerca de dos horas sobre los temas que le preocupan como ciudadano y como intelectual. 'La amenaza constante hoy es perder el puesto de trabajo y eso condiciona la intervenci¨®n p¨²blica de mucha gente que se autolimita. No desprecio la tarea de los sindicatos, pero van poco m¨¢s all¨¢ de pedir un 0,5% m¨¢s de aumento de sueldo, mientras las multinacionales lo dominan todo'.
Una pregunta sobre c¨®mo se ve¨ªa Saramago a s¨ª mismo en los reflejos de la caverna dio pie para que el novelista arremetiera contra lo que considera 'pereza intelectual'. 'Se ha establecido y orientado', aclar¨®, 'una tendencia a la pereza intelectual y en esa tendencia los medios de comunicaci¨®n tienen una responsabilidad. Hay gente que dice que ya no hay peri¨®dicos, sino s¨®lo empresas period¨ªsticas'.
Contra la globalizaci¨®n
De modo casi inevitable las ruedas de prensa de Saramago derivan en un debate pol¨ªtico que el Nobel portugu¨¦s alienta con sus intervenciones radicales y muy cr¨ªticas contra la globalizaci¨®n econ¨®mica y el capitalismo. Afirmaciones como 'la globalizaci¨®n engullir¨¢ al ratoncito de los derechos humanos', 'la globalizaci¨®n fabrica excluidos' o 'el totalitarismo tiene muchas caras y la globalizaci¨®n es una de ellas' jalonaron la mayor¨ªa de respuestas de Saramago a los periodistas.
Al tiempo que defin¨ªa a los escaparates de grandes almacenes o centros comerciales como las cavernas de la ¨¦poca contempor¨¢nea, 'inmenso caleidoscopio' en palabras del escritor portugu¨¦s, donde al igual que en la alegor¨ªa de Plat¨®n los prisioneros creen que ven y describen las cosas reales cuando solamente ven y describen sus sombras o apariencias. Aunque intent¨® matizar que no ten¨ªa nada en contra de los grandes almacenes, Saramago lanz¨® una diatriba al hilo del argumento de su novela contra las superficies comerciales.
'La ausencia de comunicaci¨®n es total en un centro comercial', se?al¨® el premio Nobel, 'donde el comprador no necesita intercambiar ninguna frase con el dependiente, a diferencia del di¨¢logo inevitable que se establece en una tienda peque?a. Pero, junto a esa circunstancia, el ¨²nico espacio p¨²blico del mundo de hoy es un centro comercial. Antes las gentes se reun¨ªan en las plazas o en los jardines, pero ahora ya no son lugares seguros. Los grandes almacenes son, a la vez, las nuevas catedrales y las nuevas universidades. No tengo nada contra estos establecimientos, pero s¨ª contra una forma de esp¨ªritu autista de consumidores obsesionados por comprar'.
Veneraci¨®n por Kafka
Narrada en torno a tres personajes principales (el alfarero y su hija, que trabajan juntos, y el marido de ¨¦sta, que tiene un empleo como vigilante en unos grandes almacenes), La caverna gira alrededor de ese monstruoso y siempre distante centro comercial que recuerda algunas im¨¢genes literarias creadas por Franz Kafka. No ocult¨® Saramago su 'veneraci¨®n' por aquel autor jud¨ªo, nacido en Praga y escritor en alem¨¢n. 'Asumo y reivindico toda la herencia de Kafka y recuerdo, siempre que puedo, aquella frase suya de que un libro tiene que ser el hacha que rompe el mar helado de nuestra conciencia'.
Se mostr¨® muy esc¨¦ptico el autor de obras como La balsa de piedra o Memorial del convento sobre la existencia de un narrador en las novelas. 'El narrador no existe', manifest¨® Saramago, 'es una invenci¨®n acad¨¦mica. En caso de que exista, no deja de ser un personaje m¨¢s de una historia que no es la suya. En definitiva, todo est¨¢ dentro de la novela incluido el autor'.
Pensada y concebida antes de obtener el Premio Nobel de Literatura en 1998, Jos¨¦ Saramago ha escrito La caverna en Lanzarote durante los ¨²ltimos dos a?os, entre viaje y viaje, conferencia y conferencia. Aparecida en Portugal a finales del pasado mes de noviembre, su r¨¢pida salida al mercado espa?ol ha sido posible gracias a la traducci¨®n casi simult¨¢nea al castellano que ha realizado Pilar del R¨ªo, la esposa del autor de La caverna.
Jos¨¦ Saramago neg¨® haber dicho en una ocasi¨®n que prefer¨ªa que su novela saliera a la venta el 31 de diciembre del a?o 2000, si bien se mostr¨® satisfecho por el hecho de que La caverna hubiera sido la primera novela que apareciera en las librer¨ªas espa?olas durante 2001. Concretamente, el pasado 2 de enero.
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