El arquitecto L¨®pez niega la estafa y tacha de 'pandilla de incompetentes' a los pol¨ªticos de la sociedad Azpiegitura
Las declaraciones en la repetici¨®n del juicio por el caso Azpiegitura, la presunta estafa de 571 millones de pesetas a la Diputaci¨®n vizca¨ªna en la cimentaci¨®n de un edificio p¨²blico, comienzan a ser calcadas a las vertidas por los inculpados en el primer proceso. Si el constructor I?aki Ere?o reconoci¨® de nuevo el martes que falsific¨® las facturas sobre los sulfatos inyectados, pero neg¨® la estafa, ayer le toc¨® el turno al arquitecto Alberto L¨®pez, absuelto en 1996.
Este ex militante socialista dijo al tribunal que no hubo ning¨²n tipo de estafa en las inyecciones realizadas en el terreno para evitar un 'desastre': que las casas colindantes al edificio y el viaducto se desplomaran.
La fiscal¨ªa les acusa a ambos de estafa por haber recomendado las inyecciones al ver 'la posibilidad de obtener un importante beneficio de Azpiegitura'. En el proyecto remitido a Azpiegitura por L¨®pez se consideraba la obra 'viable', y se indicaba, seg¨²n las acusaciones, que la roca caliza se encontraba a '12 metros' y no a 25 como finalmente se comprob¨® en el estudio geot¨¦cnico que hizo Ere?o. Las acusaciones imputan al arquitecto haber presupuestado el edificio sabiendo que la roca no se encontraba a esos 12 metros, lo que obligar¨ªa a aumentar el coste final cuando comenzaran los problemas de cimentaci¨®n, problemas que solucionaron con las inyecciones de cemento, sulfatos y agua.
L¨®pez lo neg¨® y reiter¨® que en el proyecto no se indica esa cifra, sino que quedaba recogido en el 'estrac¨ªn', algo que 'no est¨¢ relacionado con la cimentaci¨®n'. Fueron los datos geot¨¦cnicos y la posibilidad de que los edificios y el vial se vinieran abajo lo que oblig¨®, seg¨²n L¨®pez, a plantear como soluci¨®n a Azpiegitura la inyecciones. Infiltraciones que en la primera fase fueron de 5.275 metros c¨²bicos, aunque al principio s¨®lo se cifraron con 'car¨¢cter orientativo', seg¨²n L¨®pez, en unos 3.000. Y que, en la segunda fase y con el nuevo proyecto de edificio, sumaron 11.400, a 55.000 pesetas el metro c¨²bico.
L¨®pez reiter¨® que junto al control volum¨¦trico de las inyecciones por parte de los t¨¦cnicos y aparejadores, hubo un control posterior de Labein y la Universidad de Cantabria. 'Azpiegitura nunca me dijo que hubiera que cambiar el sistema de medici¨®n de las inyecciones (...) Eran una pandilla de incompetentes'. L¨®pez carg¨® as¨ª contra el equipo de Jos¨¦ Luis Bilbao, que entr¨® en Azpiegitura en mayo de 1991, y record¨® que ¨¦ste 'aprob¨® la mayor¨ªa de las inyecciones' que le han llevado al banquillo.
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