El Gobierno bosnio admite un fuerte aumento de los casos de c¨¢ncer en los ¨²ltimos a?os
Seg¨²n las estad¨ªsticas facilitadas por el Ministerio de Salud de la federaci¨®n bosnio-croata (es decir, toda Bosnia menos la parte serbia), los casos de c¨¢ncer registrados en 1999 por cada 100.000 habitantes se elevaron a 230, mientras que en el a?o anterior hab¨ªan sido 152. En cuanto a los casos de leucemia, ¨¦stos habr¨ªan pasado de 6,24 por cada 100.000 habitantes en 1998 a 10,4 para el periodo de 1999. La publicaci¨®n de las cifras ha sido acompa?ada por una reuni¨®n de urgencia convocada por el ministro federal de Salud bosnio, Bozo Ljubic, con diversos organismos locales encargados de sanidad y medio ambiente.
Aunque el Ministerio federal de Sanidad se?al¨® que todav¨ªa no se puede establecer una relaci¨®n directa entre el aumento del c¨¢ncer entre la poblaci¨®n y el uso de uranio empobrecido en las municiones de la OTAN, un comunicado oficial se?al¨® que ya el 2 de diciembre de 1995 se invit¨® a las fuerzas internacionales (entonces llamadas IFOR) a firmar un acuerdo sobre protecci¨®n de los ciudadanos contra las radiaciones, 'pero la IFOR no lo firm¨®'. No se trata del primer ataque contra la actitud de la administraci¨®n internacional en Bosnia sobre el asunto del uranio. En la ¨²ltima semana, el ministro Ljubic ha insistido en su 'preocupaci¨®n' por el hecho de que los representantes bosnios no fueran informados en su momento sobre el empleo de este tipo de armamento.
P¨¦rdida de inter¨¦s
La actitud de las autoridades bosnias, aparentemente poco dispuestas a tapar el posible esc¨¢ndalo, podr¨ªa responder al malestar existente por lo que consideran un descenso de la atenci¨®n de la comunidad internacional en las ayudas que recibe el pa¨ªs y que fue ratificado por las palabras por el alto representante de Naciones Unidas en Bosnia -y la m¨¢xima autoridad en el pa¨ªs-, el austriaco Wolfgang Petritsch, quien en su discurso de A?o Nuevo, adem¨¢s de pintar un negro panorama de recesi¨®n y desempleo, afirm¨® que 'la comunidad internacional est¨¢ a punto de perder inter¨¦s en Bosnia-Herzegovina. La luna de miel ha terminado'. Aunque las palabras de Petritsch pretend¨ªan servir de est¨ªmulo han provocado una reacci¨®n de rechazo contra la actitud de la comunidad internacional. El Ministerio de Sanidad recalc¨® las penosas condiciones en las que vive una gran parte de la poblaci¨®n y Ljubic se quej¨® de que no dispone del material necesario para evaluar la presencia de radiaci¨®n en el agua, alimentos y otros lugares.
Y lo peor para la administraci¨®n internacional es que los bosnios le han pillado en un renuncio. El pasado 15 de diciembre, el teniente coronel Garneau, entonces portavoz de la fuerza de estabilizaci¨®n (SFOR), declar¨® tajantemente que 'la OTAN ha asegurado categ¨®ricamente que en ning¨²n momento la Alianza ha utilizado municiones de uranio empobrecido durante sus ataques a¨¦reos sobre Bosnia', y a?ad¨ªa: 'Por lo que a nosotros respecta, todo este asunto es una especulaci¨®n'. Hace apenas 48 horas el comandante estadounidense Bob Thompson reconoc¨ªa que los aviones A-10 (anticarros) emplearon proyectiles con uranio empobrecido durante sus operaciones en Bosnia-Herzegovina, tanto en 1994 como en 1995. 'Se trata de una munici¨®n en acuerdo con las leyes de la guerra', explic¨®.
Zonas bajo sospecha
La SFOR ha insistido en que el uranio empobrecido es un 40% menos radiactivo que el que se encuentra en la naturaleza y que no existe ning¨²n riesgo ni para las tropas destacadas en Bosnia-Herzegovina ni para la poblaci¨®n civil. El comandante Thompson se?al¨® que el empleo de las pol¨¦micas armas se hab¨ªa realizado al amparo de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que las primeras investigaciones llevadas a cabo por expertos alemanes han determinado que no existe peligro para los militares.
Mientras, soldados alemanes han comenzado a se?alar algunas zonas sospechosas de tener anormales niveles de radiaci¨®n. La se?alizaci¨®n es similar a la de los campos de minas: una cuerda con un cartel en forma de tri¨¢ngulo, rojo en el caso de las minas y blanco en el de las posibles zonas radiactivas. Los trabajos se han realizado en la localidad de Hadzici, donde el mi¨¦rcoles fue encontrada en una f¨¢brica una caja de madera que conten¨ªa en su interior restos de munici¨®n con uranio empobrecido. Las autoridades locales de Hadzici confirmaron a este peri¨®dico que no se ha adoptado ninguna medida especial de protecci¨®n de la poblaci¨®n a la espera de las instrucciones que lleguen desde Sarajevo.
[Asimismo, varios expertos portugueses comenzaron ayer a medir los niveles de radiaci¨®n en la localidad de Visoko, a unos 25 kil¨®metros al norte de Sarajevo, informa Reuters].
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