El largo conflicto de la pesca
La UE intenta este fin de semana en Rabat desbloquear las negociaciones para un acuerdo inmediato
El pasado martes, lo que parec¨ªa un acuerdo inminente termin¨® en una nueva pelea. La UE rompi¨® la negociaci¨®n para renovar el acuerdo de pesca con Marruecos, cuando todo estaba pr¨¢cticamente atado. En el ¨²ltimo momento, la compensaci¨®n econ¨®mica se plante¨® como un obst¨¢culo insalvable. Pero quienes conocen de t¨¢cticas y estrategias interpretan que el momento de la firma puede estar muy cerca.
Se espera un inminente gesto pol¨ªtico que permita desbloquear las conversaciones y el momento lo brinda la visita que el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, realiza este fin de semana a los pa¨ªses del Magreb. Ayer se entrevist¨® con el rey de Marruecos Mohamed VI en Marraquech y para hoy est¨¢ previsto un encuentro decisivo con el primer ministro Abderram¨¢n Yusufi en Rabat, donde podr¨ªa anunciarse la vuelta al di¨¢logo. 'Las posiciones de la Uni¨®n y de Marruecos no son muy distantes', dijo Prodi ayer en Rabat al termino de su audiencia con el monarca, informa Pedro Canales. 'Conf¨ªo en que lleguemos a un acuerdo muy pronto', agreg¨®, poco despu¨¦s de pedir a Marruecos 'mayor flexibilidad'.
Y es que las negociaciones duran ya mucho m¨¢s de lo razonable. Marruecos lleva casi dos a?os mareando el acuerdo pesquero con la UE. H¨¢biles negociadores, los dirigentes marroqu¨ªes han sabido jugar sus bazas mucho mejor que la parte europea. Siempre han dicho que no quer¨ªan un nuevo acuerdo porque prefer¨ªan explotar ellos mismos sus caladeros, aunque han dejado una puerta abierta.
Las relaciones bilaterales entre la UE y Marruecos son esenciales para la estabilidad y el desarrollo del Magreb. Estrat¨¦gicamente, a Europa le interesa estrechar lazos con Rabat para hacer frente a problemas comunes como el de la inmigraci¨®n o el tr¨¢fico de drogas. El acuerdo pesquero es un elemento m¨¢s que juega en todo este conglomerado de intereses pol¨ªticos, econ¨®micos y estrat¨¦gicos comunes.
A trav¨¦s de esos convenios el sector pesquero marroqu¨ª ha estado recibiendo fondos comunitarios vitales para modernizar sus infraestructuras. Pero el que la flota comunitaria pueda acceder al caladero marroqu¨ª es vital tambi¨¦n para determinadas regiones pobres de la Europa del sur. La flota artesanal andaluza y canaria dedicada a la pesca del cefal¨®podo y de crust¨¢ceos necesita faenar en las aguas marroqu¨ªes para sobrevivir.
El Consejo de Ministros de la UE y la Comisi¨®n Europea comparten la preocupaci¨®n del sector pesquero espa?ol, a pesar de que algunos pa¨ªses han mostrado sus discrepancias con seguir firmando convenios que consideran inviables y costosos. Las negociaciones con Marruecos son conocidas en Bruselas por su dureza. Rabat sabe utilizar siempre sus bazas y suele coger la sart¨¦n por el mango. La UE, por su parte, cerr¨® el anterior acuerdo pesquero en 1995 sabiendo que ser¨ªa el ¨²ltimo. El sector pesquero marroqu¨ª se considera capaz por si s¨®lo de desarrollarse y los due?os de las licencias de pesca sacan m¨¢s provecho si llegan a acuerdos privados con armadores, como ha ocurrido con holandeses y japoneses.
Los primeros intentos para conseguir que Rabat reconsiderara su postura se remontan a la visita de Abderram¨¢n Yussufi a Madrid en abril de 1999. Pero el dirigente marroqu¨ª se limit¨® a recordar al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que ya en 1995 su pa¨ªs dej¨® muy claro que aquel era el ¨²ltimo acuerdo pesquero con la UE.
Rabat consideraba que la UE no hab¨ªa cumplido los compromisos de reducci¨®n del esfuerzo pesquero y que se estaban poniendo en riesgo sus recursos. La Comisi¨®n Europea acepta el argumento y reconoce que la flota europea no ha sido capaz de buscar alternativas al caladero marroqu¨ª. Los Quince decidieron en octubre poner sobre la mesa 125 millones de euros anuales como contrapartida para seguir accediendo al caladero marroqu¨ª un mes y medio antes de que expirara el tratado de 1995.
Rabat mantuvo el control del tiempo de negociaci¨®n esperando la movilizaci¨®n del sector por la presi¨®n. El acuerdo expir¨® el 30 de noviembre de 1999 y sigui¨® neg¨¢ndose a renovar el convenio. La flota europea tuvo que amarrar forzosamente y para evitar el conflicto social se destinaron unas ayudas a los armadores y marineros para compensar la falta de actividad.
Cambio de aires
Con Mohamed VI en el trono y la renovaci¨®n de la c¨²pula de poder en Marruecos cambiaron los aires. En la visita del Rey de Marruecos a Espa?a est¨¢ el punto de inflexi¨®n en la postura marroqu¨ª. La negociaci¨®n empez¨® oficialmente en julio pero fue en octubre cuando se inici¨® la real con una propuesta muy restrictiva sobre la mesa. Las discusiones t¨¦cnicas semanales no consiguieron que Marruecos flexibilizara su oferta y el Consejo Europeo de Niza decidi¨® que si no se llegaba a un acuerdo antes de final de a?o se tendr¨ªan que destinar fondos a la reconversi¨®n de la flota.
Ha sido hasta ahora la presi¨®n m¨¢s convincente de Bruselas. La negociaci¨®n se concret¨® en unos pocos d¨ªas y el acuerdo empez¨® a parecer una realidad. Pero el pacto final sigue sin llegar. Quiz¨¢ porque se ha entrado en la fase definitiva: la subasta financiera. Marruecos quiere recibir el mismo dinero que ahora y reducir dr¨¢sticamente las capturas. Europa dice que si se recorta el esfuerzo pesquero hay que recortar la ficha financiera.
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