Un nuevo modelo para las ONG

El Gobierno se dispone a revisar el sistema de concesi¨®n de subvenciones a las ONG, que en este a?o alcanzar¨¢n los 14.000 millones de pesetas. La nueva propuesta dise?ada por la Secretar¨ªa de Estado para la Cooperaci¨®n Internacional y para Iberoam¨¦rica (Secipi), que se presenta ma?ana a debate, acaba con la cl¨¢sica convocatoria anual proyecto a proyecto y ser¨¢ sustituida por otra que comtempla planes a medio y largo plazo a realizar por las ONGD (organizaciones no gubernamentales de cooperaci¨®n al desarrollo), aquellas que tienen su actividad en el extranjero y trabajan para recomponer, o levantar de cero, estructuras modernas en regiones pobres.

Hasta ahora, cada organizaci¨®n presentaba sus proyectos y, tras la valoraci¨®n de una comisi¨®n t¨¦cnica, se decid¨ªa su conveniencia y la dotaci¨®n necesaria de acuerdo al presupuesto presentado. La propuesta que ha hecho la Secretar¨ªa de Estado de Cooperaci¨®n acaba con este sistema, criticado desde diversos ¨¢mbitos como arbitrario, y que hace dif¨ªcil un seguimiento de los programas a medio plazo. 'Presentabas un proyecto para Venezuela, funcionaba, y luego, comprobado su ¨¦xito, lo volv¨ªas a presentar para aplicar en otro pa¨ªs, y te lo rechazaban', explica Maite N¨²?ez, del Instituto Sindical para la Cooperaci¨®n al Desarrollo (Iscod), dependiente de UGT. 'La nueva propuesta reorganiza el sector. Permitir¨¢ planificar a medio plazo para hacer m¨¢s eficaz la cooperaci¨®n. Adem¨¢s de reforzar el papel de las ONG, tambi¨¦n las obliga a no improvisar acciones'. Para Jos¨¦ Antonio Alonso, del Instituto Complutense de Estudios Internacionales, y uno de los expertos que deben valorarlo, 'la orientaci¨®n de la reforma es correcta. La Administraci¨®n cada vez tiene menos capacidad para hacer un seguimiento de tantos proyectos como hay. Mejora la capacidad de previsi¨®n de las ONG, y ahorra recursos a la Administraci¨®n, que necesitar¨¢ menos burocracia'.

Cr¨ªticas al Plan Director

La orientaci¨®n de esta reforma fue consensuada con el ¨®rgano encargado de estudiar la propuesta, el Consejo de Cooperaci¨®n (¨®rgano consultivo), que se re¨²ne el lunes para discutirla, y que preside el secretario de Estado para la Cooperaci¨®n Internacional, Miguel ?ngel Cort¨¦s, y con representantes de diversas ONG, sindicatos, patronal, universidades y expertos. Aun as¨ª, el Plan Director 2001-2004, en el que se engloba la propuesta, recibi¨® duras cr¨ªticas antes de su aprobaci¨®n, casi unilateral por parte del Gobierno, que obvi¨® las discrepancias. En el voto particular de los expertos del Consejo, ¨¦stos dejaban claro su desacuerdo con los objetivos economicistas del Gobierno en materia de cooperaci¨®n: '(...) se insiste en la necesaria vinculaci¨®n que debe existir entre la ayuda y la promoci¨®n de los intereses econ¨®micos y estrat¨¦gicos espa?oles, mientras se relega a un segundo plano el prop¨®sito b¨¢sico que debe inspirar la ayuda, relacionado con la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo, en sus diversas manifestaciones'.

El sistema pretende dividir los planes de cooperaci¨®n en tres: proyectos, programas y estrategias. Lo que se llaman proyectos de cooperaci¨®n ser¨¢n, como hasta ahora, 'acciones dise?adas para lograr un objetivo espec¨ªfico de desarrollo en un periodo determinado', y tendr¨¢n una duraci¨®n m¨¢xima de 30 meses. Los programas de cooperaci¨®n ser¨¢n acciones m¨¢s a largo plazo (m¨¢ximo de tres a?os), con un objetivo m¨¢s estructural. Estas acciones ser¨¢n especializadas, por el sector econ¨®mico en el que intervengan o por un criterio geogr¨¢fico. Las condiciones para acceder a este tipo de financiaci¨®n (hasta 500 millones de pesetas) son restrictivas para una mayor¨ªa de las ONG, ya que se exige un m¨ªnimo de seis a?os de experiencia, adem¨¢s de valorar su implantaci¨®n social, n¨²mero de voluntarios, etc¨¦tera. Por ¨²ltimo, las llamadas estrategias de cooperaci¨®n ser¨¢n planes de envergadura, en diferentes sectores y pa¨ªses. En este caso se pueden dar hasta mil millones, pero las condiciones ser¨¢n tan restrictivas que quedar¨¢n para las grandes: Interm¨®n, C¨¢ritas, Manos Unidas y Cruz Roja.

Colaboraci¨®n, no sumisi¨®n

Todo este dinero, la voluntad de hacer de las ONGD aut¨¦nticas embajadoras en el Tercer Mundo, provoca tambi¨¦n alarma entre las organizaciones. La de su p¨¦rdida de identidad. As¨ª lo explica Ignacio Carreras, director general de Interm¨®n, una de las ONGD que van a ver muy reforzada su colaboraci ¨®n estatal: 'Los puntos de acuerdo son muchos, el plan es un gran avance. Sin embargo, esperamos poder seguir siendo ONG, es decir, que se mantenga nuestra independencia y capacidad de iniciativa. No somos subcontratas del Gobierno ni queremos serlo. Se debe mantener la autonom¨ªa que tenemos para realizar nuestros propios proyectos. Es justo que, si dan subvenciones, busquen puntos de coincidencia entre las organizaciones y la Administraci¨®n, pero eso no significa sumisi¨®n'. Expertos y cooperantes temen que el Gobierno reconozca tanto su labor que los convierta en embajadores solidarios, un actor m¨¢s de la pol¨ªtica exterior. Un apartado del texto, en las condiciones para acceder a las millonarias subvenciones, siembra la duda: se financiar¨¢n acciones que 'potencien la complementariedad con la pol¨ªtica oficial de la cooperaci¨®n espa?ola'. Jos¨¦ Antonio Alonso explica que 'la 'complementariedad' no es un concepto jur¨ªdico, que precisa de aclaraciones. Estas indeterminaciones dejan en manos de la Administraci¨®n su interpretaci¨®n en casos concretos'.