?frica
Una vez pasado el periodo navide?o en el que todos nos hemos visto imbuidos de los festivales solidarios, parece que es el momento de retomar con cierta seriedad el manido asunto de la solidaridad, al margen ya de todo ese marketing con causa. Todos sabemos que la marea de inmigrantes africanos que llegan a nuestras costas no es m¨¢s que la punta del iceberg. Si dirigimos la mirada un poco m¨¢s all¨¢, enseguida veremos muchas m¨¢s cosas que no queremos ver. Por ejemplo, y seg¨²n informaciones de grupos de misioneros, la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo lleva contabilizados 1.700.000 muertos en menos de dos a?os. Se trata de un conflicto que bien podr¨ªamos llamar guerra mundial africana, ya que al menos hay ocho pa¨ªses involucrados.
En la regi¨®n de los Grandes Lagos, al lado de Ruanda y Burundi, hay una guerra que parece no interesar a Occidente pero en la que ¨¦ste tiene grandes responsabilidades, ya que la explotaci¨®n de sus recursos naturales y la exclusi¨®n de su poblaci¨®n parecen ser las causas principales de este drama provocado por la sinraz¨®n humana.
El mal llamado Tercer Mundo est¨¢ en v¨ªas de extinci¨®n. Casi habr¨ªa que empezar a llamarle 'mundo excluido', porque parece que la vida de la gente que vive all¨ª -sobre todo en ?frica- no vale nada, pero s¨ª valen sus recursos: oro, diamantes, petr¨®leo, maderas.
La sociedad civil de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo no ha querido permanecer callada ante este genocidio y ha hecho un llamamiento a Occidente para que vayamos all¨ª, a ver con nuestros propios ojos su realidad. Por ello, una delegaci¨®n internacional, a finales de febrero, viajar¨¢ all¨ª para experimentar in situ las contradicciones de nuestro modelo de desarrollo. Espero que su peri¨®dico se haga eco de este acontecimiento y sirva para sacudir nuestras conciencias y modo de vivir, movi¨¦ndonos a replantear nuestras vidas.-
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