Dos nuevos sistemas extrasolares ponen en duda nuevamente el concepto de planeta

En uno de los sistemas planetarios, un descomunal objeto 13 veces superior en masa a la de J¨²piter, que se ten¨ªa por el l¨ªmite extremo, hace pensar a los cient¨ªficos que se hallan ante algo nuevo en astronom¨ªa. La comunidad astron¨®mica est¨¢ embarcada en un plan para localizar todos los planetas existentes en torno a las 1.100 estrellas que flotan en un radio de 300 a?os luz de la Tierra. El a?o luz es la distancia recorrida por la luz en ese periodo de tiempo, unos 10 billones de kil¨®metros. La confirmaci¨®n de la existencia de estos planetas mediante observacion directa deber¨¢ esperar a los nuevos instrumentos astron¨®micos ahora en preparaci¨®n.

En ese millar largo de estrellas, hasta ahora se han hallado s¨®lo medio centenar que tengan alg¨²n planeta y, de momento, s¨®lo tres son multiplanetarias. El primer sistema m¨²ltiple, descubierto hace dos a?os, ten¨ªa tres planetas del tipo de J¨²piter. Ahora se han hallado dos nuevos; uno de ellos, en la constelaci¨®n de la Serpiente, a 123 a?os luz de la Tierra, es la estrella HD 168443, que tiene la peculiaridad de estar orbitada por dos planetas, uno de los cuales con dimensiones que rompen con la teor¨ªa.

Uno de los planetas tiene una masa que excede en 13 veces la de J¨²piter y otros dos est¨¢n en sincron¨ªa gravitatoria

El planeta peque?o, que circunda a la HD 168443 a una distancia entre medias de la de Mercurio y Venus al Sol, tiene una masa estimada como siete veces la de J¨²piter, en el margen superior de lo hasta ahora detectado en los planetas de fuera del sistema solar y completa un giro cada 58 d¨ªas. El otro es el que tiene desconcertado a los astr¨®nomos. 'Es tan grande, entre 17 y 40 veces la masa de J¨²piter, que parece demasiado grande para ser un planeta convencional', dice Geoffrey Marcy, de la Universidad de Berkeley, uno de sus descubridores y el m¨¢s conocido de los cazaplanetas. Da una vuelta completa en torno a la HD cada 4,8 a?os.

Su tama?o, lo m¨¢s gigantesco de que se tiene noticia fuera del sistema solar, deber¨ªa desestabilizar al sistema del que forma parte, pero el r¨¦gimen de HD 168443 es 'extremadamente estable'. Podr¨ªa ser tambi¨¦n una enana marr¨®n (las enanas marrones se llaman tamb¨ªen estrellas fallidas, por no tener energ¨ªa suficiente como para crear la reacci¨®n nuclear que produce el brillo de las estrellas). El te¨®rico Douglas Lin subraya que es muy dif¨ªcil que una enana marr¨®n est¨¦ tan cerca de una verdadera estrella, en este caso a una distancia como la que existe entre el Sol y el sistema de asteriodes que gira entre Marte y J¨²piter.

El otro hallazgo se ha producido en torno a la enana roja Gliese 876, que apenas tiene un tercio de la masa solar y est¨¢ muy cerca de la Tierra, a unos 15 a?os luz, en la constelaci¨®n de Acuario. Es singular porque nunca se hab¨ªa sabido de planetas orbitando una estrella tan peque?a y porque los dos planetas que la circundan (uno con la mitad de masa y el otro con el doble de masa que J¨²piter) lo hacen como si estuvieran en una resonancia orbital 2:1. Uno completa el giro en 60 d¨ªas y el otro lo hace en 30. Un sue?o para Kepler, quien estableci¨® en el siglo XVII la f¨®rmula que vincula el periodo orbital de un planeta con su distancia media al sol, pero no consigui¨® descubrir una relaci¨®n entre los periodos de los planetas. Estos dos de Gliese 876 est¨¢n muy cerca entre s¨ª, menos de un tercio de la distancia entre la Tierra y Venus, y se atraen gravitacionalmente para mantener esa perfecta sincron¨ªa. Los ejes de sus ¨®rbitas el¨ªpticas est¨¢n casi perfectamente alineados.

La armon¨ªa gravitacional es com¨²n entre lunas y asteroides (Io, Europa y Ganimedes, en torno a Jupiter, y algunos sat¨¦lites de Saturno), pero no entre planetas, aunque en nuestro sistema solar existe una entre Neptuno y Plut¨®n que gira dos veces en torno al Sol por cada tres que lo hace Neptuno.