Arcadi Espada critica en el juicio del 'caso Raval' al juez, a la polic¨ªa y al fiscal

El escritor Arcadi Espada censur¨® ayer durante el juicio que se sigue en la Audiencia de Barcelona por el llamado caso Raval el m¨¦todo de investigaci¨®n utilizado por la polic¨ªa, as¨ª como la instrucci¨®n del sumario realizada por el juez y el papel del fiscal en el supuesto caso de pederastia en el que est¨¢n acusadas cinco personas. Espada declar¨® durante casi dos horas y media, a petici¨®n de una abogada de la defensa, en relaci¨®n al contenido del libro Raval. Del amor a los ni?os, escrito por ¨¦l y que, en su opini¨®n, contiene 'la verdad de los hechos'.

La obra proclama la inocencia de los cinco acusados en base a las investigaciones realizadas por el periodista, aunque admiti¨® que no habl¨® de los hechos con la fiscal¨ªa ni los abogados de la acusaci¨®n. Espada explic¨® que tres de los inculpados que se sientan en el banquillo y a los que se acusa de alquilar a sus hijos o utilizarlos con fines pornogr¨¢ficos se encuentran en esta situaci¨®n porque son pobres.

En cuanto a Xavier Tamarit, el principal acusado y para el que el fiscal pide penas de 57 a?os de prisi¨®n, Espada asegur¨® que 'no tiene nada que ver con ese monstruoso absurdo' que dibujaron los medios de comunicaci¨®n en el verano de 1997. En este sentido, defendi¨® la tarea realizada por Tamarit durante a?os como educador de barrio, y se ratific¨® en que las centenares de fotograf¨ªas pornogr¨¢ficas que se les incautaron respond¨ªan a 'un alivio masturbatorio y una pulsi¨®n coleccionista'.

Respecto a Jaume Lli, el otro acusado de abusar de menores, Espada dijo que 'es un hombre que no ha acabado de crecer'. El periodista recalc¨® que de las 15 personas que llegaron a estar inculpadas en el caso s¨®lo han quedado cinco, y se refiri¨® a la 'pena suplementaria' que habr¨¢n sufrido los tres padres, tras permanecer tres a?os apartados de sus hijos, si al final se les absuelve.

Un testigo de la defensa sali¨® de la sala acusado de falso testimonio por declarar que durante los m¨¢s de cinco a?os que estuvo viviendo en la casa de Tamarit nunca vio que se quedara a dormir ning¨²n menor, algo que hab¨ªa admitido el propio acusado.