La televisi¨®n digital: ?otra oportunidad perdida?

Todos los datos apuntan a que Barcelona est¨¢ logrando una posici¨®n destacada en el desarrollo de la nueva econom¨ªa, con las importantes consecuencias que ello comporta para la cultura catalana. Pero no todas las acciones de los gobiernos supramunicipales favorecen esta tendencia. A veces parece lo contrario. Hace unas semanas el Gobierno tom¨® una decisi¨®n muy desfavorable para la cultura catalana que obedece adem¨¢s a criterios vinculados a los intereses m¨¢s partidistas. Concedi¨® dos licencias de Televisi¨®n Digital Terrestre (TDT) a dos consorcios radicados en Madrid: Veo Televisi¨®n y Net TV. Entre otros qued¨® excluido Horizonte Digital (con dos grupos catalanes como principales accionistas), que era uno de los m¨¢s firmes candidatos.

Catalu?a ha perdido demasiadas oportunidades en la producci¨®n de contenidos audiovisuales con respecto a Madrid

Es una decisi¨®n que reforzar¨¢ la concentraci¨®n de la producci¨®n audiovisual en Madrid y mermar¨¢ la consolidaci¨®n de un sector productivo en Catalu?a. A nadie se le deber¨ªa escapar la importancia estrat¨¦gica para la cultura catalana que tienen estas decisiones, que confirman una tendencia abierta durante el franquismo, que trataba de hacer de Madrid la capital comunicativa de Espa?a y del mundo hispano. Una tendencia que los 25 a?os de democracia no han modificado y que los gobiernos de CiU no han sabido reorientar. El pujolismo se concentr¨® en TV-3 y en sus derivaciones ling¨¹¨ªsticas e informativas, olvidando los aspectos culturales e industriales. No percibi¨® las potencialidades de TVE-2 (Sant Cugat) como centro productor de televisi¨®n p¨²blica para toda Espa?a. La pol¨ªtica del Gobierno catal¨¢n sobre TVE-2 se limit¨® a la miope opci¨®n de contentarse con unas desconexiones en catal¨¢n en lugar de promover un canal producido desde Catalu?a, en espa?ol, para toda Espa?a y hecho por los magn¨ªficos profesionales catalanes que all¨ª se hab¨ªan consagrado. Tampoco advirti¨®, en 1989, la importancia cultural e industrial de los nuevos canales de televisi¨®n privada. Su pol¨ªtica respecto a las privadas fue escasamente comprometida con la l¨®gica exigencia de que una o dos de estas cadenas emitieran desde Catalu?a. Ahora sucede algo parecido.

Esta falta de compromiso pol¨ªtico es grave en un momento hist¨®rico en el que producir contenidos audiovisuales es vital para el futuro de cualquier cultura; para toda cultura que quiera poseer espacios propios de creatividad que puedan influir en los h¨¢bitos de ocio y consumo cultural cada vez m¨¢s universalizados. Ahora mismo se han dado a conocer los datos sobre horas de ficci¨®n producidas en Europa. En la clasificaci¨®n espa?ola, TV-3 ocupa el tercer puesto, detr¨¢s de dos productoras privadas de Madrid. Una muestra m¨¢s de concentraci¨®n de actividades que s¨®lo dificulta la vertebraci¨®n de un sector de producci¨®n privado.

El empecinamiento centralista de unos y la pasividad de los otros son lamentables y contradictorias en un momento hist¨®rico en el que el modelo tradicional de centro envejece, cuando asistimos a la emergencia de un mundo polic¨¦ntrico, un mundo de centros relativos, una sociedad red que articula la nueva econom¨ªa y una sociedad rica en n¨²cleos de creaci¨®n y, por tanto, de trabajo para guionistas, realizadores, t¨¦cnicos, cr¨ªticos, directores, actores y profesionales de todo tipo. Eso s¨ª es glamouroso.

Ferran Mascarell es el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona.