Cartier-Bresson ofrece su delicada y cruda visi¨®n de la Europa del siglo XX

El Centro Cultural de Bel¨¦m (CCB) abri¨® ayer al p¨²blico una excepcional exposici¨®n del maestro de fot¨®grafos Henri Cartier-Bresson, quien ofrece en Europeos una selecci¨®n de sus c¨¦lebres 'instantes decisivos' del ¨²ltimo siglo en el Viejo Continente. El fundador de la legendaria agencia Magnum, de 92 a?os, muestra en 230 im¨¢genes las miserias de la Europa de la posguerra, la liberaci¨®n de algunos campos de concentraci¨®n, el mayo del 68 o su visi¨®n de una Espa?a indigente y desamparada entre 1933 y 1955.

De las costas de Lisboa a la lejana Siberia, Cartier-Bresson vuelve a deleitarnos con su mirada precisa y elegante, seca y delicada. Basada en el libro Europeos, editado en 1955 y al que se han a?adido im¨¢genes posteriores, el universal fot¨®grafo ofrece en Lisboa las crudas marcas de los ¨²ltimos cien a?os en Europa. De una familia burguesa e inclinado hacia la pintura en su juventud, Cartier-Bresson ha conseguido conciliar la fotograf¨ªa con el arte hasta el punto de que algunas de sus fotograf¨ªas son variaciones de algunos cuadros famosos como El desayuno sobre la hierba, de Monet.

A juicio de Jean Clair, autor del pr¨®logo del libro y la exposici¨®n, Cartier-Bresson podr¨ªa haber sido diplom¨¢tico en caso de no dedicarse finalmente a la fotograf¨ªa: 'Le imagino, si as¨ª fuese, aplicando a sus informes de embajada ese estilo seco, preciso, sabroso, delicado y muchas veces no exento de aquel humor singular y tierno que encontramos en la escritura de Jean Giraudoux'.

La precisi¨®n para encontrar el momento decisivo sin el m¨¢s m¨ªnimo retraso o adelanto es, a juicio de Jean Clair, similar a 'rozar una flor sin arrancarla nunca, en una especie de acuerdo milagroso con el calendario, con el reloj, nunca adelantado, nunca atrasado, y siempre con la rar¨ªsima delicadeza del hombre en sinton¨ªa con el tiempo'. Clair reconoce que siempre admir¨® 'la incomparable seguridad de Cartier-Bresson para verter en el molde de la eternidad los aspectos m¨¢s inciertos y mundanos de la vida'.

Expresi¨®n m¨¢xima

El propio fot¨®grafo ha reconocido que 'siempre existe ese momento decisivo', ese instante fugaz e irrepetible que eleva la fotograf¨ªa a la categor¨ªa de arte. 'Para m¨ª', ha escrito, 'la fotograf¨ªa es el reconocimiento, en una fracci¨®n de segundo, de la relevancia de un acontecimiento y, al mismo tiempo, de la organizaci¨®n precisa de las formas que dan a ese acontecimiento su expresi¨®n m¨¢xima'.Las im¨¢genes de Cartier-Bresson en el CCB muestran la vieja y decadente Europa de la posguerra, su progresiva reconstrucci¨®n f¨ªsica y humana, el contraste de la pobreza con la opulencia, el renacer del Viejo Continente, la magia del 68 y algunos ¨¢pices del final de siglo, del optimismo en el futuro.

El fot¨®grafo franc¨¦s dedica una sala con 18 im¨¢genes a la Espa?a pobre y descamisada de la mitad del siglo, los sanfermines de Pamplona, la fiesta en Valencia, las mujeres de Alicante, el barrio chino de Barcelona, los gitanos de Granada, la indigencia de los ni?os en diversas capitales o la Puerta del Sol, en Madrid.

Poco despu¨¦s del cierre de la muestra, el pr¨®ximo 22 de marzo, la Culturgest de Lisboa ofrecer¨¢ la exposici¨®n Ensayos sobre el mundo, inaugurada el a?o pasado en Par¨ªs para conmemorar el 50? aniversario de la agencia Magnum, donde ser¨¢n exhibidas 350 im¨¢genes de 56 fot¨®grafos, entre ellos el propio Cartier-Bresson.