Una exposici¨®n refleja en San Sebasti¨¢n la rutina de un puerto ingl¨¦s del XIX
Durante m¨¢s de 80 a?os, la familia Jenkins fotografi¨® las flotas pesqueras de la costa este de Inglaterra desde su estudio situado a pie de puerto de la ciudad de Lowestolf, donde las entradas y salidas de los barcos y la actividad pesquera bull¨ªan a finales del XIX y comienzos del siglo pasado.
Las escenas fotografiadas por Harry Jenkins y su hijo Ford durante el periodo comprendido entre 1880 y 1918 muestran, como si de unos cuadros realistas se trataran, el trasiego de los nav¨ªos, las labores de venta en las lonjas y la preparaci¨®n del pescado en plena calle.
La exposici¨®n del Aquarium donostiarra contiene un total de 35 im¨¢genes, muchas de ellas retratos de viejos marinos que reflejaban la dureza de la vida en la mar en sus rostros golpeados por el viento, el sol y el agua salada. En todas las copias, que combinan siempre los tonos negros, grises y sepias, la luz juega un papel primordial.
La cultura mar¨ªtima que trasciende de las im¨¢genes de la familia Jenkins revela tambi¨¦n la fren¨¦tica actividad en el puerto que estaba plagado de peque?as embarcaciones (los smacks) que los marineros ingleses manejaban muy cerca de la costa.
La asociaci¨®n Aula del Mar, que ha cedido temporalmente la colecci¨®n, considera que este trabajo 'constituye una monumental obra fotogr¨¢fica y refleja una cultura mar¨ªtima completamente desaparecida en nuestros d¨ªas'.
La familia Jenkins reuni¨® a lo largo de tres generaciones un total de 2.000 copias, todas ellas con la misma tem¨¢tica de la vida cotidiana en el puerto.
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