Miss
La posible celebraci¨®n en el teatro Castelar de Elda de la gala de Miss Alicante 'valedera para Miss Espa?a', ha puesto de u?as a los grupos pol¨ªticos, y sorprende que dos se?oras ediles socialistas hayan acogido el cert¨¢men con los brazos abiertos (y la caja de caudales municipales) cuando en 1995 se opusieron con fiereza a similar inciativa del PP, entonces gobernante.
A la espera de c¨®mo se resuelve las pelotera, qu¨¦ les puedo decir sobre estas ferias de ganado que no haya sido gritado ya, a¨²n a sabiendas de que todav¨ªa (?todav¨ªa!) los partidarios o negociantes de tan oprobiosa exhibici¨®n gustan argumentar que sus detractores son unos reprimidos o impotentes y sus cr¨ªticas unas feministas mogigatas que peinamos bigote de capit¨¢n de h¨²sares.
Hubo una vez cierta Miss Tailandia psiquiatra que desat¨® pasiones opuestas y contradictorias. Se public¨® entonces que algunos grupos de mujeres defend¨ªan que la bella, al desfilar con su t¨ªtulo bajo el brazo, demostraba que las mujeres hermosas tambi¨¦n tienen talento. Sus colegas, sin embargo, se horrorizaron por el da?o que pudiera causar a la profesi¨®n el que la doctora se exhibiese en provocativo ba?ador. Porque...?c¨®mo iba a poder controlar a sus pacientes en el div¨¢n, presos seguros de erotoman¨ªa?
Sobre la existencia de cerebro en el cr¨¢neo de algunas misses que buscan un trampol¨ªn hacia la pasarela, la publicidad o el celuloide, nada que objetar en unos tiempos en que la que m¨¢s y la que menos cuelga dos licenciaturas y un m¨¢ster. Antena 3 busca ahora el 'combinado perfecto' para la Mujer 10. Y tampoco la mayor parte de las reinas de las fiestas habla ya con faltas de ortograf¨ªa al decir aquello de que 'es el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida y espero saber representar dignamente a la mujer de...'
Me dir¨¢n que no es lo mismo, una festera que una concursante o una miss, pero hasta hace nada tampoco la parafernalia de la elecci¨®n se diferenciaba tanto: lo que cuenta es el palmito (condici¨®n imprescindible), aunque sea adivin¨¢ndolo a trav¨¦s de las cien enaguas de un pudoroso traje regional.
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