Paralizada la ¨²nica planta incineradora de Castilla y Le¨®n

El Ayuntamiento de Cabreros del R¨ªo (Le¨®n), con los votos de los tres concejales del PP y cuatro socialistas, emitidos en un pleno, decidi¨® en la noche del lunes paralizar temporalmente la actividad de la planta incineradora de animales ubicada en la localidad. Esta instalaci¨®n es la ¨²nica con la que cuenta esta comunidad -que, con 1,2 millones de cabezas, tiene la mayor caba?a vacuna de Espa?a- para deshacerse de los materiales espec¨ªficos de riesgo del mal de las vacas locas. Un c¨²mulo de presuntas irregularidades contra el medio ambiente, relacionadas con el control de los vertidos y los malos olores y el filtrado de los humos de la caldera, ha sido el detonante de la decisi¨®n municipal.

El Ayuntamiento pondr¨¢ el caso en manos de la fiscal¨ªa, con datos del Seprona, de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente y la de Sanidad. Adem¨¢s se contar¨¢ con grupos ecologistas, juntas vecinales y otros ayuntamientos de la comarca para posibles movilizaciones en caso de que la Junta fuerce el mantenimiento de la planta alegando el 'bien p¨²blico'.

Da?o ambiental

El delegado de la Junta en Le¨®n tach¨® de irresponsable la actitud del alcalde de Cabreros y neg¨® los supuestos perjuicios al medio ambiente. Asaja rechaza tambi¨¦n el cierre de Rebisa y no descarta protestas a partir del pr¨®ximo d¨ªa 4 de febrero. El Ayuntamiento de Cabreros ha esperado al menos seis meses para tomar esta determinaci¨®n. En un primer pleno se inst¨® a Rebisa a corregir deficiencias cuando la planta ten¨ªa una m¨ªnima actividad. El 18 de diciembre, con los informes negativos del Seprona en la mano, el Ayuntamiento requiri¨® de nuevo a Rebisa, dando un plazo de 30 d¨ªas para realizar las reformas exigidas.

Los hermanos Vega, propietarios de Rebisa, aseguran que se han efectuado las modificaciones t¨¦cnicas pedidas, algo que niega el alcalde, Mat¨ªas Llorente, a su vez dirigente provincial del sindicato agrario socialista UPA-UGAL. Llorente denunci¨® ayer que la empresa ha falsificado el proyecto de los muros del local que alberga la caldera, con posibles graves consecuencias para los trabajadores de la planta. A esto se suma la acusaci¨®n del alcalde a la Junta de 'encubrir' estas anomal¨ªas ante el problema de acumulaci¨®n de restos que se puede generar si se cierra.

La licencia de actividad de Rebisa se concedi¨® hace nueve a?os por silencio administrativo, tras enviar al menos tres escritos a la Junta, que no tuvieron respuesta. Llorente considera que ha cambiado sustancialmente la actividad de las instalaciones y que ' no se le dar¨¢ licencia municipal'.