La Duma limita la inmunidad total que Putin otorg¨® a Yeltsin
El decreto de Putin (primero que firm¨®) establec¨ªa que el presidente cesante no puede ser procesado, detenido o interrogado sea cual sea el motivo. Con la enmienda de ayer, que fue aprobada por 280 votos contra 140, Yeltsin, primer jefe de Estado de la nueva Rusia (pero tambi¨¦n sus sucesores), 'podr¨¢ ser privado de su inmunidad si cometi¨® un crimen grave durante su mandato'.
El c¨®digo penal incluye entre estos delitos el blanqueo de dinero a gran escala, justo la acusaci¨®n que condujo el 17 de enero a P¨¢vel Borod¨ªn, ex administrador de los bienes del Kremlin, a una celda de Nueva York (tras ser detenido por el FBI en el aeropuerto), en espera de que se decida sobre la petici¨®n de extradici¨®n presentada por la justicia suiza.
Los nombres de Yeltsin y de sus dos hijas, Tatiana y Elena, han sido mencionados por algunos testigos como beneficiarios (a trav¨¦s de tarjetas de cr¨¦dito) de un tinglado que arrancaba en el supuesto pago por dos empresas suizas de comisiones multimillonarias por la concesi¨®n de obras de renovaci¨®n del Kremlin y otros edificios oficiales, y conclu¨ªa con cuentas secretas en el mismo pa¨ªs para ocultar ese dinero. No hay, sin embargo, ninguna acusaci¨®n concreta contra el ex presidente y los suyos, ni en Suiza ni mucho menos en Rusia. Para entrar en vigor, la nueva ley debe ser aprobada a¨²n por el Consejo de la Federaci¨®n y refrendada por Putin.
El texto se centra en los privilegios de los ex jefes de Estado, como una pensi¨®n vitalicia del 75% del sueldo del presidente en ejercicio (Putin cobra 20.000 rublos al mes, unas 125.000 pesetas) y el uso de una casa de campo, coche, ch¨®fer, escolta y servicio m¨¦dico. Algunas de estas ventajas se extienden tambi¨¦n a los miembros de su familia. La generosidad de los diputados no se extendi¨® hasta Mija¨ªl Gorbachov, ex presidente de la URSS pero no de Rusia.
Sin embargo, como cab¨ªa esperar, la atenci¨®n general se dirigi¨® hacia la limitaci¨®n de la inmunidad. Para perderla, es necesario que la Duma apruebe por mayor¨ªa absoluta una petici¨®n de la Fiscal¨ªa General y que la refrende el Consejo de la Federaci¨®n. Algunos analistas insertan la aprobaci¨®n de la nueva ley en el proceso de distanciamiento de Putin de la familia, el c¨ªrculo de poder que rode¨® a Yeltsin en los ¨²ltimos a?os de su mandato.
Privatizaci¨®n de la tierra
Tambi¨¦n ayer, la Duma aprob¨® en primera lectura (por 229 votos contra 168) el proyecto de ley que prev¨¦ la entrada en vigor (hasta ahora congelada) del cap¨ªtulo 17 del C¨®digo Civil que regula el derecho a la propiedad privada de la tierra. Hasta ahora estaba suspendido, pendiente de la aprobaci¨®n del C¨®digo de la Tierra, una ley clave para completar el proceso de reformas.
Los comunistas y sus aliados tienen trazada ah¨ª, aparentemente, la frontera de su colaboraci¨®n con Putin, aunque todo indica que ¨¦ste tendr¨¢ que tomar en sus manos esta patata caliente. De momento, los comunistas lograron ayer que se excluya de la ley a las tierras agr¨ªcolas.
Pese al vac¨ªo legal, se han prodigado los experimentos de compraventa de la tierra mediante subasta, empezado por la regi¨®n de Saratov y terminando por Mosc¨². Un decreto de Yeltsin permiti¨® mucho antes la privatizaci¨®n (con limitaciones de uso) de millones de parcelas familiares (las c¨¦lebres dachas), vitales por cierto para la producci¨®n de patatas y otras hortalizas.
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