Ram¨®n D¨ªaz pidi¨® un plus mensual de 12.000 pesetas por peligrosidad
Ram¨®n D¨ªaz hab¨ªa reclamado al Ministerio de Defensa un complemento de peligrosidad de 12.000 pesetas mensuales. Pidi¨® el sobresueldo siendo inconsciente del riesgo que corr¨ªa trabajando como cocinero del Ej¨¦rcito en San Sebasti¨¢n. Y lo hizo siguiendo instrucciones del sindicato CC OO, al que estaba afiliado desde 1996. En febrero ten¨ªa se?alado el juicio sobre este asunto, al que ya no podr¨¢ presentarse.
La reivindicaci¨®n laboral de Ram¨®n D¨ªaz est¨¢ archivada por CC OO en una carpeta en la que figuran los nombres de otra veintena de trabajadores adscritos a Defensa que reclaman el mismo plus de peligrosidad. Los delegados de este sindicato localizaron ayer los papeles en cuanto supieron que ETA le coloc¨® una bomba mortal. 'No ten¨ªamos una relaci¨®n directa con ¨¦l, porque el colectivo de contratados civiles por Defensa est¨¢ disperso en muchos centros de la provincia y por ello es muy peculiar', afirma Manel, de la Federaci¨®n de Administraci¨®n P¨²blica.
En CC OO, la noticia cay¨® sobre mojado. 'Es el quinto en menos de un a?o', comentaban en los pasillos recordando al columnista Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle; al ex gobernador civil de Guip¨²zcoa, Juan Mar¨ªa J¨¢uregui; al concejal del PP en Zum¨¢rraga (Guip¨²zcoa) Manuel Indiano, y al funcionario de prisiones M¨¢ximo Casado, todos afiliados a esta central.
M¨¢s indignaci¨®n que miedo
'?Miedo? No, ahora sentimos much¨ªsima indignaci¨®n', confesaba ayer Eduardo Garc¨ªa, secretario de CC OO en Guip¨²zcoa, donde este sindicato cuenta con unos 10.500 asociados. 'Nos embarga un sentimiento de impotencia porque no se puede hacer nada. Pero lo que m¨¢s rabia produce es imaginar la explicaci¨®n que dar¨¢ ETA de este asesinato. Dir¨¢n que este cocinero era un confidente del Ministerio del Interior. Es la respuesta de siempre a lo irracional'.
El responsable de Organizaci¨®n, C¨¦sar Sandi?o, recordaba que Ram¨®n D¨ªaz no era un afiliado que visitara con frecuencia las oficinas del sindicato en San Sebasti¨¢n, aunque casualmente ayer ten¨ªa previsto reunirse con algunos compa?eros de esta central para discutir el calendario laboral de este a?o. 'Era un afiliado al que conoc¨ªamos m¨¢s por su vinculaci¨®n con las actividades populares de su barrio. Organizaba partidos de pelota, preparaba cenas en las sociedades... estaba muy integrado en el vecindario', afirma Manel.
Un veterano sindicalista se resist¨ªa a pensar que 'por culpa de cuatro chalados' haya que volver, dijo, 'a los tiempos en que corr¨ªamos delante de las balas para luchar a favor de las libertades. Somos una organizaci¨®n con una gran implantaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco y seguiremos en la misma l¨ªnea de defensa de los trabajadores. Ram¨®n no era m¨¢s que un trabajador m¨¢s al que no le han dejado vivir'.
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