La 'revoluci¨®n cultural' de Hugo Ch¨¢vez escandaliza a los intelectuales venezolanos
El presidente destituye a todos los cargos de museos, galer¨ªas, editoriales y orquestas
El mandatario sorprendi¨® en su ¨²ltimo programa de radio dominical Al¨®, presidente al anunciar el inicio de una 'revoluci¨®n cultural' con el nombramiento de los nuevos directores de los museos, las galer¨ªas, los teatros, las editoriales, el cine, la danza y las orquestas sinf¨®nicas porque los anteriores cargos no estaban en sinton¨ªa con el 'proceso' revolucionario y se dedicaban a la cultura 'elitista' y no 'popular'.
Es la primera vez en 42 a?os de democracia que un presidente venezolano interviene de esta manera en la remoci¨®n administrativa de los cargos culturales, sometiendo a los destituidos al descr¨¦dito p¨²blico. Antes de que Ch¨¢vez llegara al poder, en febrero de 1999, los titulares del Consejo Nacional de la Cultura (Conac) eran los que designaban a los nuevos directores de las instituciones.
Manotazo
El actual presidente del Conac y viceministro de Cultura, Manuel Espinoza, prefiri¨® llevar la lista de los nuevos cargos al programa de radio para que Ch¨¢vez, de un solo 'manotazo', lanzara la reestructuraci¨®n sin explicar previamente ni definir en qu¨¦ consiste la 'revoluci¨®n cultural', que de s¨®lo mencionarla pone a temblar a los chinos que la sufrieron en carne propia.
Una de las m¨¢s afectadas ha sido Sof¨ªa Imber, cuyo Museo de Arte Contempor¨¢neo de Caracas lleva su nombre. Despu¨¦s de 29 a?os de fundar y dirigir el mejor y m¨¢s completo museo moderno de Am¨¦rica Latina, se va resentida por la forma en que la trat¨® el Gobierno. 'Nunca aspir¨¦ a los privilegios de la inamovilidad, porque comprendo que est¨¢ en la naturaleza de la pol¨ªtica la toma de decisiones que el Gobierno considere pertinentes'. Sof¨ªa Imber cree en una revoluci¨®n cultural como aquella que ella dirigi¨® en su museo, la de excelencia para servir al pa¨ªs. 'Nosotros somos la revoluci¨®n', dice con cierta amargura.
El pintor colombiano Fernando Botero ya hizo p¨²blica el s¨¢bado su 'indignaci¨®n y asombro' en una carta publicada en un diario caraque?o ante la medida de Ch¨¢vez.
En cambio, la cantante Mirla Castellanos, que tambi¨¦n fue retirada de la Casa del Artista despu¨¦s de haberla fundado hace m¨¢s de 10 a?os, dice: 'No soy revolucionaria, porque soy pacifista, y s¨ª les di impulso y oportunidades a los grupos populares'.
El intelectual Ernesto Mayz Vallenilla considera que 'esta agresi¨®n contra la cultura y educaci¨®n significa que ha llegado la hora del designio destructor que anima al actual Gobierno contra todo aquello que no sea afecto y obediente al mandato del caudillo. Dicho en otras palabras, lo que se avecina para Venezuela es un r¨¦gimen totalitario al estilo nazi, peronista o fidelista'.
Para el ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deportes, H¨¦ctor Navarro, 'la revoluci¨®n cultural es la esencia de la revoluci¨®n, y ello implica cambios. No estamos hablando de la revoluci¨®n china, sino de la venezolana'.
Por su lado, el soci¨®logo Antonio Cova considera que el Gobierno corre el riesgo de que evoquen su revoluci¨®n con la de China. 'Una verdadera revoluci¨®n es llevar la cultura a todos los ¨¢mbitos de la educaci¨®n y dar recursos, lo que no ha hecho Ch¨¢vez hasta ahora. Lo que empez¨® como una gracia en su programa de radio termin¨® en una morisqueta, pues logr¨® enfurecer a los destituidos y hacer sentir mal a los nuevos cargos'.
Cova a?ade que el Gobierno deber¨ªa borrar de su discurso la palabra revoluci¨®n, porque 'no tiene mayor significado con la renovaci¨®n de cargos. Han puesto a gente m¨¢s maleable. Al mandatario no le interesa el sector, porque no sabe distinguir entre lo que es arte y la cultura popular'. Tambi¨¦n recomienda al Gobierno informarse de lo que fue la Revoluci¨®n Cultural de China para no repetir el mismo fracaso.
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