Roban del vestuario las camisetas de Kiko y Salva

La visita del Atl¨¦tico de Madrid suscit¨® enormes pasiones en Granada. Dentro y fuera del campo. Tantas, que dos jugadores colchoneros, Kiko y Salva, sufrieron a su llegada al estadio el il¨ªcito arrebato de uno o varios aficionados fetichistas. Sus camisetas, con los n¨²mero 19 y 9 respectivamente, hab¨ªan desaparecido del vestuario.

Los utilleros del Atl¨¦tico hab¨ªan dejado preparadas las indumentarias de los jugadores en el estadio horas antes del comienzo del partido. Pero cuando ya por la noche lleg¨® la expedici¨®n madrile?a al Nuevo los C¨¢rmenes, se encontr¨® con que la puerta del vestuario hab¨ªa sido forzada. 'Le han dado una patada a la cerradura y han cogido s¨®lo las camisetas de dos jugadores, imaginamos que para tener un recuerdo', explic¨® uno de los responsables del vestuario.

Por fortuna, las maletas del equipo madrile?o hab¨ªan viajado bien surtidas de camisetas de repuesto azules con franjas laterales rojas, la segunda equipaci¨®n del Atl¨¦tico que ayer visti¨® debido a la similitud con la primera del Granada. Finalmente, Kiko y Salva no tuvieron problemas para saltar al campo.

Adem¨¢s de pasi¨®n por lo ajeno, el Atl¨¦tico levant¨® en Granada pasi¨®n futbol¨ªstica. El Nuevo los C¨¢rmenes vivi¨® un lleno in¨¦dito. El Granada habilit¨® incluso gradas supletorias en las esquinas del estadio, para incrementar en unas 1.500 plazas el aforo normal de 16.000 personas del campo.

A¨²n as¨ª, muchos aficionados tuvieron que ver el encuentro de pie. El club granadino recaud¨® unos 70 millones de pesetas en taquilla, que le ayudar¨¢n a paliar su deteriorada situaci¨®n econ¨®mica. Tan maltrecha que adeuda dos mensualidades a sus jugadores.

Su buena actuaci¨®n en la Copa del Rey le ha venido en este sentido como agua de mayo. Gracias a recaudaciones de las anteriores eliminatorias, el Granada ha podido saldar la deuda de 18 millones contra¨ªda con su anterior entrenador, Ismael D¨ªaz. Una losa econ¨®mica que llev¨® a la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol a prohibir al actual entrenador sentarse en el banquillo. Ayer, por primera vez en la temporada, Lalo pudo dirigir a sus jugadores desde el c¨¦sped.