Ibarretxe quiere hacer de la exigencia de di¨¢logo entre los partidos el eje de su precampa?a electoral
Y, en el reverso de la misma moneda, esa apelaci¨®n al entendimiento ser¨ªa lo que m¨¢s puede separar a un sector social del principal contrincante del PNV, un PP cerrado a hablar con el nacionalismo, el incluso con el propio Ibarretxe, desde que decidi¨® romper relaciones con el lehendakari hace ya un a?o.
En este sentido, Ibarretxe ha hecho expresa su intenci¨®n de adoptar o favorecer iniciativas de otros organismos que pongan de manifiesto hasta qu¨¦ punto la exigencia de di¨¢logo entre los pol¨ªticos ha calado en la sociedad. Estos pronunciamientos inducidos los considera m¨¢s convenientes que la celebraci¨®n, por iniciativa suya, como preve¨ªa a principios de diciembre, de un mero acto institucional, inicialmente concebido como los celebrados en favor del Estatuto en la sede de la Presidencia del Gobierno vasco y contra ETA, en Gernika.
Fuentes de Ajuria Enea se?alaron que lo que en diciembre era una previsi¨®n en fase muy embrionaria y preliminar contin¨²a en ese mismo estado ahora, una vez finalizado el mes de enero, apuntado entonces como fecha para la celebraci¨®n del acto. Los mismos portavoces no explicaron por qu¨¦ no se ha considerado conveniente madurar y materializar aquella previsi¨®n.
F¨®rmula agotada
Otras fuentes pol¨ªticas consideran que el balance inicialmente entusiasta que hizo Ibarretxe del acto de Gernika, celebrado el 20 de diciembre, se vio luego matizado por otras impresiones recibidas. A finales de a?o, el lehendakari mantuvo varios encuentros con personalidades de diferentes ¨¢mbitos, representantes que ¨¦l considera de la sociedad civil: desde la patronal vasca hasta organismos como la Real Sociedad Bascongada de Amigos del Pa¨ªs o la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza. Pr¨¢cticamente todos ellos le pidieron, aunque con circunloquios y de forma muy educada, que no les comprometiera con m¨¢s llamadas a actos institucionales de ese tipo, por entender que, finalmente, no cumplen la funci¨®n de tales por el boicot de los partidos no nacionalistas y otras organizaciones.
En Ajuria Enea se ha interiorizado despu¨¦s de eso que esas citas de notables pueden considerarse un modelo agotado, cuya repercusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n se limita a constatar las ausencias y las presencias, en un contraste donde brillan m¨¢s las primeras que las segundas. Y todo ello unido a la incomodidad manifiesta en la que se han sentido muchos de quienes han acudido a ellas, incluidos representantes de los propios partidos nacionalistas. Esas convocatorias tienen el riesgo a?adido de la imprevisible irrupci¨®n de ETA, como ocurri¨® con el de Gernika, que qued¨® embutido entre la bomba de la organizaci¨®n terrorista en la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n de Bilbao y el asesinato en Barcelona del guardia urbano Juan Manuel Gervilla, ocurrido el mismo d¨ªa. Esta coincidencia no s¨®lo tap¨® la proyecci¨®n p¨²blica del acto, sino que adem¨¢s evidenci¨® su inutilidad frente a la banda armada.
As¨ª, la convocatoria de la iniciativa p¨²blica por el di¨¢logo qued¨® congelada y permanece a¨²n sujeta a un replanteamiento que desde Ajuria Enea se elude detallar en qu¨¦ desembocar¨¢. Ibarretxe parece inclinarse ahora por f¨®rmulas que involucren a la sociedad por la base. Se tratar¨ªa de que esa reclamaci¨®n del di¨¢logo pol¨ªtico surja de ella, a trav¨¦s de organismos e instituciones de todo tipo. Y de que se manifieste, m¨¢s que en un acto puntual y un discurso, en un goteo de pronunciamientos, acciones y movilizaciones de distinto tipo y origen. ?stas pueden incluir la convocatoria de un acto multitudinario por el di¨¢logo y el respeto a la voluntad de la sociedad vasca, aunque sin descartar en alg¨²n momento una declaraci¨®n del propio lehendakari sobre el particular. Ibarretxe mantiene, en este sentido, una relaci¨®n muy fluida y frecuente con los l¨ªderes del movimiento Elkarri.
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